Coleguis | Mi corazón azul es tuyo 💙

43. Lucia

No quiero esto, no quiero sentirme como una mierda, pero no puedo.

No paro de ver en mi mente esa escena, Aida besando a ese chico.

"¿Por qué te parece tan raro? Ella es una Diosa, tu eres poca cosa. No la mereces... No merezco nada"

Una y otra y otra vez pensaba eso, no podía parar.
Necesito quitármela de la mente, necesito dejar de pensar en ella.

Joder y justo mañana tengo que ir a Madrid a un evento de una marca que me patrocina... a pesar que intente no asistir, no pude. Marcos, el director de la agencia, no dió su brazo a torcer.

Ya le dije a Emilio que me llevara directo al evento, sin desvíos, me esperara afuera poco más de 1 hora y luego nos devolveremos a aquí, Bilbao.

Si no fuera por la Uni, me hubiera escapado a otro país, estar acá me esta causando más dolor. Todo me recuerda a ella, todo joder.

Comienzo a ver el Outfit que ocuparé mañana, hasta que alguien irrumpe en mi habitación, es Mili la chica que trabaja para mi familia.

- Señorita Lucia ¿Quiere que la ayude en algo?

"Mm... y si... y si ella es la solución para olvidar".

- Mili, ven y cierra la puerta por favor.
- ¿Si señorita Lucia? Mande.

La tomo de la cintura atrayéndola a mi cuerpo, comienzo a depositar besos en su cuello, en su clavícula. Le retiro parte de su vestimenta de servicio doméstico y observó sus bragas. Vuelvo al cuello.

- Oh! Siga señorita Lucia... soy suya.- Toma su pelo para tener más visión de su cuello.

Cuando llego a sus labios... joder no puedo... recuerdo lo que me dijo Aida en el viaje a Mallorca:

"- Tus labios son míos... solo míos"

Paro, me siento en la cama y sujeto mi cara.

- ¿Qué paso señorita Lucia? ¿Hice algo mal?
- No... No Mili... soy... soy yo. Discúlpame, no puedo.- le digo sin sacar mis manos de mi rostro.- Vete, vete por favor... necesito estar sola.
- ¿Esta segura?
- Si, ve por favor.

Al salir Mili de mi habitación, me acuesto completamente en la cama y lloro... lloro como si mi vida se fuera a acabar. En cierto modo así me siento ¿Cuál es el objetivo de sufrir tanto? Mejor, prefiero morir a seguir permitiendo que me rompan el corazón las personas, pero sobre todo la vida.

No me doy cuenta y me quedo dormida. Cuando despierto son las 19:45 de la tarde. Escucho Golpes en mi puerta.

- Quiero estar sola y no tengo apetito.- hablo desde mi cama para que me escuche quien sea que esté del otro lado.

De repente, abren la puerta y veo a mi Padre.

- Lo lamento Lucia, pero necesito hablar contigo.- se acerca a mi cama y se sienta a mis pies, mirando el piso.
- Padre, no me apetece hab....
- Silencio por favor hija. Esta ves yo hablaré.- me dice muy serio sin mirarme.- A pasado casi una semana desde que casi... desde que casi pierdo a mi primogénita, por segunda ves... si no... si no hubiera llegado Lucia, te abrías ahogado y lo peor, no hubiéramos podido encontrar tu cuerpo ¿Por... Porque Lucia?
- Padre yo... yo.

Comienzo a llorar, no se que contestarle a mi padre, él tiene razón. Lo que hice es imperdonable, beber hasta perder la cabeza y luego meterme al mar. Nunca eh pensado en el suicidio, porque sea como sea mi vida, la valoro... al menos eso intento, pero sentir dolor, eso es otra cosa.
Si mi padre no hubiera llegado a rescatarme, ya no existiría en este mundo y aparte de mi perdida, mis seres amados no hubieran tenido un cuerpo a quien llorarle.