CINCUENTA Y UNO

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Un barco llegó a Desembarco del Rey una semana después de que los Negros tomaron la capital. Desde el castillo, se podía ver el estandarte de los Targaryen flameando con el viento. Rápidamente, se corrió la voz por todos lados de que los demás hijos de la reina habían llegado desde Rocadragón.

Maela estaba leyendo a Alyssa en el patio cuando la noticia llegó a sus oídos. Dejó a su amiga allí con el gran libro sobre su falda y salió corriendo hacia una de las entradas de la fortaleza, en donde ya se reunía la nobleza del castillo para recibir a los príncipes.

─ ¿Dónde estabas? ─preguntó Aemond a su esposa cuando ella llegó agitada a su lado─ Te fuiste temprano esta mañana.

─ Estaba leyendo con Alyssa ─Aemond hizo una mueca. Ella lo tomó del rostro y le plantó un beso en los labios─ Me encanta cuando te pones celoso.

Todos los presentes hicieron una leve reverencia a la reina y a su consorte real cuando estos aparecieron en el lugar. Maela esperó a que su madre saludara a todos para acercarse a ella. Tenía una gran sonrisa en su rostro y se sentía inquieta. Llevaba semanas sin ver a sus hermanos.

─ Maela, Aemond ─los saludó la reina─ Acompañenme, por favor.

La pareja obedeció y siguió de cerca a Rhaenyra y a Daemon. Se acercaron a la gran puerta de madera que de pronto se abrió, dejando entrar dos carruajes reales con la bandera Targaryen. Maela tuvo que apretar el brazo de su esposo para contener su emoción.

Antes de abrir la puerta de uno de los carruajes, el Comandante de la Guardia Real, Ser Percival Morth, se plantó delante del mismo y anunció los nombres de los recién llegados.

─ El príncipe Lucerys Velaryon, Lord de Marcaderiva y su esposa, Lady Rhaena Targaryen, acompañados de Lady Baela Targaryen, y los principes Joffrey, Aegon, Viserys y Visenya Targaryen.

Luke fue el primero en salir. Vestía un conjunto negro y azul y sostenía con orgullo la mano de su esposa. Rhaena se veía hermosa en los colores negros y rojos de los Targaryen, al igual que su hermana gemela, Baela. Una criada tomaba la mano de Viserys y Aegon mientras que Joffrey, quien había sido presentado como Targaryen y no Velaryon, cargaba en sus brazos a la bebé.

─ Majestad.

Todos hicieron una reverencia a la reina. Rhaenyra la aceptó con una sonrisa en su rostro, pero no tardó en lanzarse sobre sus hijos y acogerlos en un abrazo. Daemon se acercó a sus hijas gemelas y las atrajo hacia él, depositando un beso en sus frentes. Por un segundo, Maela sintió envidia. Baela y Rhaena podían disfrutar de su padre sin ningún problema. En cambio, ella debía mantenerlo en secreto. Su apellido era Velaryon. Ser Leanor era su padre. Pero, él llevaba mucho tiempo muerto, y Maela empezaba a extrañar tener una figura paterna a su lado.

Lucerys se acercó a su hermana y la saludó con un fuerte abrazo. Para ese punto, ya habían olvidado las formalidades.

─ No sabes lo mucho que me alegra verte bien, hermana ─Maela le acarició el rostro con una sonrisa.

─ Príncipe Lucerys ─Aemond estiró su mano hacia su sobrino, quien luego de pensárselo un poco, la estrechó con fuerza.

Rhaena y Baela también saludaron a los príncipes.

─ Que valiente eres, prima ─Rhaena la besó en la mejilla. Baela hizo lo mismo.

─ Aemond, que gusto verte sano y salvo ─se dirigió Baela al príncipe.

─ Gracias, prima.

De pronto, un fuerte rugido se oyó desde el cielo. Todos levantaron su cabeza y abrieron sus bocas asombrados al ver a la temible Vhagar sobrevolar la Fortaleza Roja. Maela miró rápidamente a su esposo, quien sonreía como un niño, y le hizo una seña para que saliera al encuentro con su dragona.

Traicion de Sangre || HOTDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora