XLIV

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Iba a subir este capitulo la proxima semana pero debido a tantos comentarios decidí publicarlo hoy. Espero que lo disfruten❤️

Narrador universal.

Allí estaba ella, intentando comprender en que momento todo se salió de control, en que momento su vida perdió el rumbo, ella misma dejó de manejar su vida, y tal como siempre temió, el personaje que había creado se volvió realidad.
Ahora volvía a ser el centro de las burlas de sus compañeros, aunque esta vez dolía aún más. Ni siquiera se la veía venir.

Y después del subidón siempre viene la bajada, empinadísima: vas a sentir que se te abre el piso, que se raja la tierra, que llegó el fin del mundo.

—¡Volvió bichito!— grito una voz a sus espaldas.

Los más grandes miedos de Marizza se hicieron realidad en cuestión de minutos. La descubrieron, y de la peor manera posible.

Cerro sus ojos con fuerza, teniendo la fantasía de que cuando los abra nadie estaría allí. Queriendo creer que esto es solo un mal sueño y que pronto iba a despertar. Realmente quería que esta sea otra de sus tantas pesadillas.

Pensaba en cuanto tiempo estuvo sin oír ese estúpido apodo que el mismísimo Pablo Bustamante le dio en su primer día. Sin oír las risas, sin sentir esa humillación que toda su vida sintió. Por fin se sentía bien consigo misma.
Cuanto tiempo lucho para tener poder, ser respetada y querida.
Cuantas cosas hizo para adaptarse y aun así no fue suficiente.

Lo que ella no entendía es que había elegido el peor camino para hacerlo.

Ahora las copias de su diario íntimo habían sido esparcidas por toda la escuela al parecer, todos tenían varias hojas en sus manos, las cuales leían con atención.
Sus mayores secretos salieron a la luz. No podía hacer nada para detenerlo. Ya no había vuelta atrás, así como lo dijo esta misma mañana, hace pocos instantes; la bomba había sido arrojada, y pronto iba a explotar, solo que no creyó que sería tan rápido.

Se reían de ella nuevamente, esta vez con rencor y odio. La rodearon mientras tenían más y más hojas entre sus manos. Fotos de ella antes de su transformación y páginas de su diario. La cantidad de compañeros que se acercaban a la gran ronda sin entender lo que sucedía aumentaba notoriamente. 

—¡Dejen esto!— gritó con todas sus fuerzas.

De nada sirve gritar o patalear. Nadie la oye. Nadie la entiende.

Y es que no podía esperar una reacción distinta. Recogió lo que tanto sembró.
Odio, rencor, insultos y maldad.
Se comporto como una tirana, y así se lo estaban pagando hoy.

¿Era justo? Claro que no, pero no podía esperar una reacción diferente.

Marizza arrebató todas las hojas que pudo de las manos de sus compañeros. Como si algo pudiera cambiar.
También arranco todas las que quedaron pegadas en los casilleros, era inútil, pero no podía evitar hacerlo. Luchaba con todas sus fuerzas, pero era en vano.
Mientras más copias agarraba, más hojas caían de sus brazos y más risas escuchaba.
Solo estaba haciendo el ridículo

Victoria se paro frente a ella, asi sin más, la colorada ni siquiera pudo asimilar su llegada cuando sintió una fuerte bofetada, con la ira a flor de piel.
Nunca antes la habían golpeado.
Llevó la mano a su rostro, sintiendo el ardor en el.

Su mejilla quedó enrojecida por el tan fuerte impacto. No podía creerlo.

La morocha tenía sus verdes ojos cristalizados, y su mascara de pestañas estaba esparcida a lo largo de su rostro.

The actingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora