VII

830 61 18
                                    

Y así comenzaba el tercer día de clases, sabiendo cada día más sobre como derrotar a Barbie, Ken y sus soldaditos.

Comencé a estudiar de una manera más profunda la formación de los grupos poco a poco, en mi diario intimo anote todo lo que veía.

En primer lugar estaban el grupo dictador, formado por Mia Colucci, Pablo Bustamante, Tomas Escurra, Victoria Paz, Guido Lassen y Felicitas Mitre. A veces acompañados por Luna Fernandez.

Luego estaba el sub grupo, la brigada B, los que no eran suficiente para ser parte del grupo principal, pero tampoco eran tan malos como para ser del resto. Entre ellos se encontraban Fernanda Peralta Ramos, Diego Urcola, Belén Menéndez Pacheco, Juan Manuel Sánchez y Joaquín Arias Parrondo. 

Y después estábamos "los otros" chicos sin grupos, recién llegados o excluidos, como Pilar Dunoff, apartada por ser hija del director, o como nosotros Lujan linares, Manuel Aguirre y yo; los tres somos nuevos, la rubia fue excluida por venir de un orfanato, supongo que por su clase social, yo fui excluida por no aceptar sus normas, por enfrentarlos y por mi "mal comportamiento", mientras que Manuel fue elegido para formar parte de alguno de los dos grupos, pero el lo rechazo, por lo que ahora era otro marginado.

También había otro nombre que resonaba, Nicolás Provenza, según Pilar el ingreso el año pasado, este año es compañero de habitación de Manuel y es parte de los marginados, a el lo apartan por el simple hecho de tener otras creencias, Provenza es judío. Él aún no había vuelto de sus vacaciones, pero di por hecho que cuando vuelva iba a estar de nuestro lado.

—Marizza ¿Qué haces acá?— me preguntó Pilar —Manuel te esta buscando por todo el colegio, quiere hablar con vos— estábamos en el recreo largo, yo solo había subido a hacer unas anotaciones a mi cuarto.

—Ya voy— sonreí, guarde mi diario debajo de mi almohada y salí detrás de ella.

Pilar me llevo hasta la sala de descanso, Manuel estaba sentado frente a la televisión, también pude ver a Ken y los soldaditos jugando al pool pero no les presté atención. 

—Marizzita— me sonrió al verme entrar —Sientate, te estaba esperando—

Yo me senté a su lado en el puff, el paso su brazo por mis hombros, atrayéndome más hacia él ¿y a este que bicho le picó? una corriente recorrió todo mi cuerpo, pero no me sonroje, ya no sentía vergüenza, eso quedo en el pasado.

—¿Qué pasa Aguirre?— pregunté curiosa

—Sígueme la corriente, necesitamos espantarlos, Tomás les dijo que ayer hablo contigo y que eres muy simpática y linda— susurró —Pablo, Guido y Tomás quieren apostar por quien te invita a salir primero, estan seguros de que aceptaras—

—¿Y por qué me lo decís? ellos pueden hacer lo que quiera, a mi no me interesan— asegure

 —No quiero que te ilusiones, se que los tres son lindos y todo eso, pero no valen la pena, te ven como un pedazo de carne— contesto con sinceridad

—Yo los veo como tres monitos, así que estamos a mano— sonreí —Que lo intenten, va a ser divertido rechazarlos— el me miró a los ojos y me sonrió, en ese momento pude notar mi cercanía con él, estábamos a una muy corta distancia y no me molestaba.

—Eres un caso único Marizza, no lo puedo creer— rio —Creí que ibas a caer fácilmente en los encantos de cualquiera de los tres—

Y si, ya había caído hace tiempo, pero no yo, cayó Sky. Ella cayó sin quererlo, sin buscarlo, en los encantos de Pablo Bustamante, se comió cada mentira que el inventó. Pero yo jamás iba a caer ante ninguno de esos tres.

The actingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora