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A penas pude dormir después de lo ocurrido con Minho, sentía tantas cosas que me fue imposible. Me levanté y me moví por la casa con sumo cuidado para no despertarlo y poder hacerme algo de desayuno, aunque esta vez iba a tener que ser sin leche pues Minho se había acabado prácticamente toda la que había, después iría a comprar más, por el momento tomé algo de té y un par de tostadas.

Desayuné tranquilamente mientras miraba como su pequeño cuerpo dormía al frente mío, se le veía relajado y tranquilo, sentí una pequeña punzada en el pecho, ¿romperme el corazón? lleva roto mucho tiempo Min, mucho tiempo. Sonreí recordando la noche y las cosas que hicimos y nos dijimos, me gustó, dios se sintió como el maldito cielo, pero después de eso se derrumbaron muchas otras cosas.

No me dio mucho más el tiempo para pensar en ello pues Changbin apareció por la puerta distrayéndome eso de Minho.

- Buenos días. - Le hice un gesto de silencio para que se mantuviera callado para después señalar el cuerpo de Min que yacía dormido en el sofá.

Changbin hizo un gesto confundido por su presencia, le señaló y luego me señaló a mí para volver a señalarle a él, negué con la cabeza, sabía que se venía un largo interrogatorio para saber por qué Minho estaba durmiendo en nuestro apartamento y no en el suyo. Se dirigió primero hacia su habitación para cambiarse de ropa y después volver para empezar con las preguntas.

Hyunjin fue más rápido que Changbin tomando asiento a mi lado cosa que agradecí pues el interrogatorio tendrá que ser en otro momento. Pero lo noté extraño, me miraba mucho más de lo normal, así que me giré con un ceño fruncido después de un largo silencio entre nosotros, un tanto incómodo para mí.

- ¿Pasó algo? - Le pregunté mientras él se llevaba una galleta a la boca.

- Eso mismo te pregunto yo a ti. - Dijo Hyunjin con una mirada curiosa, fruncí más el ceño.

- No ha pasado nada. - Le dije despreocupado sin entender muy bien a lo que se refería.

- Ese es el problema, que no pasó nada. - Volví a mirarle confundido y el me respondió con una cara incrédula, abrí mis ojos enormemente al percatarme de lo que estaba hablando. - No me digas que escuchaste cosas que no deberías de haber escuchado por la noche. - Tragué, no me jodas que lo escuchó todo.

- No, solo un poco del final, quería ir al baño pero me volví a la cama al saber que a ti te urgía más ir que a mí. - Dijo volviendo a su desayuno. - ¿Por qué no lo hiciste?

- Hacer qué Hyunjin. - Eran las ocho de la mañana, lo último que me apetecía era empezar cualquier conversación que incluyese el nombre Minho por algún lado.

- Llevarlo a tu habitación para complacer sus deseos sexuales. - Dijo con un movimiento de cabeza señalando a Minho, cerré mis ojos y suspiré. - No te acuso por no hacerle ver el paraíso, sino de por qué te detuviste realmente si tu también le tenías ganas. - Me acusó con las cejas enarcadas.

Me gustaba que Hyunjin fuera directo con cualquier cosa que se le pasara por la cabeza, me encantaba que lo fuese, pero ahora mismo lo estaba odiando con toda mi alma.

- Porque no quería, no sé, algo me decía que las cosas después no estarían mucho mejor que ahora. - Hyunjin entrecerró sus ojos confundido. - No quería verlo arrepentido a la mañana siguiente, además con la mierda de la medicación no sé cómo lo podría haber llegado a tratar, no quería imaginarme lo que habría sido capaz de hacerle si se me iba mucho la pinza, no quería llegar a hacerle daño mientras lo hacíamos o algo por el estilo. - Además de que no quería ir tan rápido con él, no quería que solo fuese algo carnal y ya, quería que Min me desease de verdad en todos los sentidos no solo en el sexual, aunque eso me lo guardé para mí.

LimboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora