#53

147 11 1
                                    

- Wow... esto es... ¡ALUCINANTE! - Dijo con entusiasmo Hyunjin.

- Yo me voy directo al mar, ¿alguien se apunta? - Preguntó Felix.

- ¡YO! - Contestaron unos cuantos al unísono.

- Yo os haré compañía en la arena.

Y no perdieron mucho más el tiempo, todos acabaron yéndose en un abrir y cerrar de ojos. Solo quedábamos Chan y yo en la casa.

- Esto parece haberse hecho ya algo rutinario. - Comentó él con asombro, reí.

- Sep. - Dije con una subida de hombros. - ¿Te gustaría hacer la comida juntos? - Le pregunté con ojitos.

- Claro que me gustaría hacer la comida contigo Min. - Contestó con una sonrisa pícara.

Chan se acercó a mí poco a poco para rodear mí cintura con sus brazos y dejar un pequeño beso en mis labios de forma fugaz. Nos miramos por un rato hasta que corté el momento con una risa avergonzada, cada día me gusta más.

- ¡¿Te avergüenzas?! - Dice él fingiendo ofensa a lo que le contesto sacando la lengua a modo de burla. - ¿A sí?, con que esas tenemos, bien, bien te vas a enterar Lee. ¡Ven aquí!

Y así comenzamos una persecución por toda la casa, estuvo divertido pero Chan es mucho más ambicioso y rápido que yo, así que dejo que me capture nada más llegamos a la planta de arriba.

- Agárrate fuerte. - Me dijo en lo que me subía con un impulso un poco más arriba en su espalda.

Llevé mis brazos alrededor de su cuello y mis piernas alrededor de su cintura dejando mí cuerpo totalmente relajado mientras Chan bajaba por las escaleras conmigo a su espalda. Dejé besos muy suaves por su cuello durante el trayecto, que apenas y fueron unos segundos y una vez en la cocina, me dejó sentado en la encimera.

- ¿Tienes pensado hacer algo especial para comer? - Preguntó comenzando a desnudarse. Yo le miré con los ojos bien abiertos.

- Ah... no la verdad, ¿tú? - Pregunté con algo de nerviosismo en mí voz. Aún me ponen algo tímido estas cosas.

- Iré a cambiarme de ropa, enseguida vuelvo. ¿Tú no quieres cambiarte a algo más cómodo Min? - Preguntó evadiendo mí pregunta en lo que tomaba rumbo a nuestra habitación.

- ¡Tráeme la chaqueta y unos pantalones cortos de deporte! - Contesté pasado un rato.

Ambos cambiados ya por fin a una ropa mucho más cómoda y holgada procedemos a hacer la comida. Chan decidió hacer algo más australiano como mucha carne a la parrilla, algo de pescado rebozado y más pescado también a la parrilla.

Él se encargaba de ir cocinando la comida mientras yo se la preparaba antes de ello, cocinamos en silencio, comentando alguna que otra cosa de vez en cuando, pero tranquilos y sin nada que nos molestara. Se sentía casero de alguna forma.

- Vengo a ayudarte, la primera tanda ya está completa, así que en lo que se hace me vengo para acá. - Le sonrío y asiento. - ¿En qué te puedo ayudar chef?

- Puedes ir sacando las raspas de esos pescados de ahí.

- Nice. Let's go!

Y así seguimos por una larga hora, ambos ayudándonos en silencio y tranquilos

- Echaba de menos cocinar así de despacio, sin prisas y tranquilo. - Pensé en voz alta. Escuché una pequeña risa de Chan.

- Pues tendrás una semana entera para cocinar así. - Sonrío.

- Si... oye. - Llamo su atención.

- Di.

- Gracias por las vacaciones. Nos hacían falta. - Le sonrío dulcemente. - Los chicos se ven también muy entusiasmados.

LimboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora