Limbo

#34

- ¡Hasta pronto Stay! - Dijo Chan antes de bajar y dejar el escenario solitario.

Stay vitoreaba, gritaba y aplaudía, había sido un éxito el segundo y último concierto en Atlanta y no podíamos estar más que contentos.

Cuando llegamos de nuevo a los vestuarios el equipo nos aplaudió y nos dio las felicitaciones.

- Bien hecho chicos, ¡sigan trabajando así! - Comentó el manager una vez terminamos de estirar todos.

Estábamos exhaustos y con hambre, mucha hambre, di gracias a que el equipo ya había comprado toda la cena, la cual nos esperaba en el hotel.

Me cambié, bebí mucha agua y me senté a reposar mientras los demás terminaban de recoger sus cosas.

- ¿Fue genial hoy verdad? - Comentó Felix tomando asiento a mi lado.

- Sí, ha sido fantástico. - Contestó Seungmin. - Y mañana rumbo a Los Ángeles.

- Ya quiero que lleguen los conciertos en Sídney. - Dijo con ilusión Felix. - Tengo ganas de ver a mi familia de nuevo.

- En menos de lo que canta un gallo ya estaremos pisando tierra australiana, aguanta un poco Yongbok. - Volvió a hablar Seungmin.

- ¡Vamos, qué os queda! Tengo hambre gente. - Dijo Changbin en un tono quejoso.

Me puse en pie y comencé a salir hacia las furgonetas, necesito un momento de silencio.

- Eh, eh, ¿a dónde te crees que vas? - Me di la vuelta hacia la voz que me había llamado y una vez comprobé quien era volví a darme la vuelta para retomar mi camino. - Oye no pases de mí Lee.

- Os iré esperando en el coche. - Le dije a Changbin.

Se puso delante mía y me empujó de vuelta hacia los vestuarios.

- Estamos debatiendo dónde vamos a cenar.

- ¿Cómo que dónde? - Si van a salir a cenar me retiro, necesito un baño y dormir.

- En qué habitación. El staff ha comprado alcohol. - Me dijo con una subida de cejas. Mm eso me interesaba más.

Soy un gran fan del alcohol, me gusta embriagarme de vez en cuando la verdad y, que mejor que hacerlo en Estados Unidos.

- Podrías haber empezado por ahí Bin. - Le dije con la misma cara de pícaro que él.

- Ese es el Lee Minho que conozco.

Changbin me rodeó por los hombros y empujó de mí hacia los vestuarios de nuevo. Cuando entramos Chan hablaba animadamente con una chica del staff, para mi gusto conversaban como que muy pegados ¿no?, no hay espacio personal ahora mismo entre ellos quiero decir. Agh las nuevas siempre intentan ligar con nosotros, a veces lo odio.

Intenté no fijarme demasiado en ellos, total no está haciendo nada malo, me dije a mí mismo. Igual qué coño, ¡¿por qué tendría que molestarme?! Contrólate Minho, calma. Tú no eres celoso, bueno a ver, sí que lo eres pero no ahora.

- Qué, ¿preocupado por si te roban al esposo? - Dijo Hyunjin llegando a mí lado, automáticamente puse los ojos en blanco.

- Cállate. - Escupí.

- Uy, uy, uy, parece que alguien no ha recibido hoy su dosis de sexo mañanero para comenzar bien el día. - Le fusilé con la mirada una vez acabó de decir eso para luego acabar dándole varios puñetazos en el brazo. - Definitivamente necesitas un polvo, necesitas echar el mejor polvo de toda tu vida. - Comentó dramáticamente.

- Tú sí que necesitas un polvo. - Contesté entre dientes con una voz casi inaudible.

- Bien, ¿nos vamos? - Dijo Chan.