#12

210 20 0
                                    

Para la hora de cenar, como bien dijo Changbin, se presentó para pasar un rato con nosotros, le contamos lo que el doctor dijo y no pudo aguantarse las ganas de llorar, así que acabamos llorando él y yo como dos magdalenas mientras Minho se quedaba silencioso en su ahora sillón favorito de la habitación admirando como llorábamos. Se podía notar en el ambiente la preocupación de ambos.

- Pero no te preocupes, estaré bien. - Le dije a Changbin en lo que le acariciaba la espalda, reposando mi cabeza en su hombro bien musculado.

- Chan... sé que lo estarás, pero no puedo evitar pensar que algo te pase. - Dijo él entre sollozos, odiaba verlo así así que intenté reprimirme las lágrimas, no quería hacerle sentir peor. - Es una operación a corazón abierto, y si encima añadimos que de por sí ya tienes problemas con que vaya a su ritmo normal, como quieres que no me ponga en lo peor. - Dijo, llorando mucho más. Se me cayó el alma a los pies.

- Lo sé, yo también estoy asustado. Pero por vosotros voy a dar todo lo pueda y más porque todo salga bien. - Le dije con una sonrisa sincera, él me miró con toda su cara hinchada y los ojos rojos. Me abrazó, fuertemente y yo le correspondí. Ahora sí que se me escaparon un par de lágrimas.

- Eres mi mejor amigo, no dejaré que te ocurra nada y sé que vas a hacer todo lo que esté en tu mano para salir bien de esa operación y de todo lo que esté por llegar. - Decía aun abrazándome. Yo asentí, no sería capaz de hablar sin que se me rompiese la voz.

- Y tú eres también mi mejor amigo y por eso no dejaré que me pase nada. - Nos separamos del abrazo y nos reímos por como estábamos ambos.

- Menos mal que tú al menos eres más fuerte emocionalmente Minho. - Este subió de repente la mirada al escuchar su nombre, y empezó a pestañear rápidamente algo confundido. No pude evitar sonreír.

- Si no estaríais perdidos. - Dijo negando con un gesto gracioso. Nos echamos a reír.

- Minho, ¿podrías dejarme un momento a solas con Chan? - Yo le miré confundido.

- Mmm... claro. - Contestó Minho algo confuso también y con los ojos entrecerrados.

Se levantó y fue hacia la salida de la habitación.

- Iré mientras tanto a por algo de cenar para mí, y por un café. ¿Quieres algo tú Changbin? - Yo ya había cenado así que supongo que por eso no me preguntó a mí también.

- Pues si me puedes comprar algo dulce, te lo agradecería. - Min asintió y salió de la habitación dejándonos a Changbin y a mi solos.

Changbin se levantó para coger una silla y ponerse enfrente mía, yo me crucé de piernas en la cama para estar algo más cómodo en lo que esperaba que él se acomodase.

- Pensé que ya habíamos hablado todo. - Le dije con algo de intriga.

- Mmm no, claro que no. - Fruncí el ceño. - Qué, preferías que te preguntase como llevas el gustarte de Minho delante de él, porque si no voy y lo llamo ahora mismo para que se quede presente. - Dijo Bin con una sonrisa falsa. Reí y negué.

- No, claro que no.

- Pues ya está. - Dijo apoyando sus codos en las rodillas, para estar mucho más cerca de mí. - Y ahora, cuéntame. ¿Os habéis comido ya a besitos? - Preguntó haciéndose el coqueto en lo que pestañeaba rápidamente para darle más énfasis al gesto. Negué avergonzado y sonriendo. A veces Changbin era un caso.

- No, claro que no. Porqué preguntas algo así. - Le dije confundido pero con una sonrisa.

- No sé, como dijo que quería quedarse hoy todo el día contigo, me pareció algo raro. Así que pensé que alomejor te habías confesado y había salido bien. - Dijo volviendo a acomodarse, de una manera ya normal, en la silla. Yo negué haciendo un puchero con la boca.

LimboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora