#61

116 11 4
                                    

- Podríamos pasar por unas flores. - Comenta Felix de camino al cementerio.

Todos habían accedido a hacer el plan que había llevado a cabo para disfrutar de un día al completo todos juntos y se siente genial. Toman fotos, nos reímos, paramos por helado, incluso a alguna que otra tienda durante el camino, Minho hasta se compró un par de prendas de ropa y Han una cámara de fotos influenciado por Hyunjin.

Me alegra ver lo contentos que se ven, Felix con I.N liderando el camino, Hyunjin junto a Minho, Han y Seungmin intentando enseñarle a Han a tomar buenas fotos, eso sí que estaba siendo todo un show, y yo con Changbin al final del todo como en los viejos tiempos.

El clima además era completamente favorable, hacía algo de fresco pero no demasiado así que podía vestir cómodamente unos pantalones de chándal cortos con una sudadera, estoy deseando de que llegue ya el invierno para poder vestir completamente de largo, me encanta como se sienten las prendas de invierno.

- Sí, pasemos a esa floristería de allá. - Sugirió I.N.

La misma a la que pasé con Min, pensé con una pequeña sonrisa en el rostro.

- No hace falta comprar flores. - Dije con una carcajada cuando todos decidieron abalanzarse contra la puerta de la tienda, casi compitiendo por ver quien era el primero en comprar un ramo.

Cabe mencionar que ninguno me hizo caso. Así que con un suspiro de rendición pasé junto a los demás.

- Wow, ¡qué bien huele! - Comenta Han.

- Podría quedarme a vivir aquí. - Le sigue Hyunjin.

Todos parecían ensimismados con la cantidad de flores y plantas que la tienda alberga, tanto que se acabaron dispersando poco a poco.

Una mujer, más concretamente la de la última vez aparece de la trastienda con una gran sonrisa mientras se termina de colocar un delantal.

- ¡Bienvenidos! - Saluda con sumo entusiasmo. - ¿En qué puedo ayudarles? ¡Oh! sois los chicos de la última vez, me alegra volver a veros. - Dice dirigiéndose a Minho y a mí, ambos le sonreímos con alegría.

Como no, todos nos voltean a ver con asombro. Habrá que comentar el chisme más tarde pues.

- ¡Buenos días!, igualmente. - Le correspondo dirigiéndome hacia el mostrador atrayendo por la espalda baja a un tímido Minho conmigo.

- De repente han aparecido muchos más chicos. - Bromeó, yo río y Minho lo hace tímidamente.

- Somos todo este grupo pero la primera vez solo pudimos venir nosotros dos. - Le hago saber.

- Me encanta. Ahora sí, ¿en qué puedo ayudaros? - Suspiro con dramatismo.

- Pues cada uno quiere un ramo de flores, nos dirigimos al cementerio así que ya se puede imaginar. - Ella se carcajea.

- Por supuesto, ¿vosotros ya habéis decidido cuales queréis en vuestro ramo?

- Sí. - Le hago saber sin siquiera preguntarle antes a Minho. De hecho se gira hacia mí con el ceño fruncido.

- Queríamos de esas azules que tienes por allá.

- Una muy linda elección joven, ¿dos ramos o uno?

- Dos por favor y si uno de ellos puede mezclarlas con esta otra flor de por aquí, perfecto. - Digo con una sonrisa.

- Así será entonces.

La mujer les va tomando nota a cada uno de los chicos antes de dirigirse a la trastienda a preparar cada uno de nuestros ramos. Me daba risa pensar en qué pensaría la gente cuando nos vieran salir a todos con un ramo enorme de flores cada uno.

LimboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora