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Cuando Changbin nos dejó solos a Chan y a mí mi cuerpo se relajó un poco más, aunque no duró mucho tiempo porque los chicos que quedaban fuera, o sea todos básicamente, decidieron entrar en ese momento para ir yéndose a la cama, cosa que me hizo quedarme mucho más tieso si eso fuera posible. Quise levantarme de su regazo pero mi cuerpo no respondió y Bang casi que tampoco me lo permitió porque apretó ligeramente un poco más su agarre sobre mi cintura.

- Nosotros ya nos vamos a la cama. - Dice Han arrastrando ligeramente las palabras.

- Sí, disfruten. - Sonríe Seungmin alzando una lata de cerveza que llevaba en la mano.

El resto nos dan las buenas noches al unísono, les correspondemos y los chicos acaban por desaparecer cada uno en sus respectivas habitaciones. Pareciera que ninguno le dio ningún tipo de importancia a como nos encontrábamos sentados, lo que hizo que me relajara considerablemente, y una vez escuché ser cerrada la puerta de la última habitación al fin pude volver a relajarme soltando todo el aire que tenía retenido en los pulmones.

Chan seguía con sus manos entrelazadas sobre mi barriga pero ahora sí con más soltura, me quedé mirándolas un pequeño segundo antes de tomar una de ellas para entrelazarla con la mía. Él simplemente apoyó su cabeza sobre mi espalda sin decir nada, y así nos quedamos por un largo rato, yo acariciando una de sus manos y él acariciándome la cadera derecha con su otra mano libre.

Reinaba la calma y el silencio en la estancia lo que me hizo bajar la guardia, no lo voy a negar voy un poco pedo, pero no demasiado, solo lo justo para saltar de alegría o ponerme a llorar en cualquier momento, y en este preciso instante casi que me inclinaba más hacia la segunda, me sentía un poco deprimido sin ningún tipo de razón aparente, tal vez la noticia de Felix y Changbin me haya dejado un poco tocado de más, quien sabe.

- ¿Estás bien? - Me preguntó tan suavemente Chan que casi me dan ganas de soltar un gemido de placer por ello.

- No lo sé.

Fui sincero con él. No me sentía con la necesidad de fingir nada y menos con él que es con el que más ganas tengo de expresarme y dejarme cuidar ahora. Chan me abrazó un poco más protectoramente, algo que me hizo sonreír y dejó un pequeño beso en mi espalda.

- Puedes contarme lo que te preocupa, te escucho Min. - Aquello me dio un pequeño pinchazo en el corazón, de esos que te dicen que es por algo bueno.

- Gracias por estar siempre ahí para escucharme. - Sonreí con algo de lastima aunque él no pudiera verme.

Chan no me contestó se limitó a volver a dejar un ligero beso esta vez en mi cabeza justo detrás de las orejas. Así que lo tomé como una señal para empezar a hablar cuando me sintiera preparado, que él ya estaba escuchándome desde que entré por la puerta de la terraza realmente.

Por lo que tomé un poco de aire, me levanté de su regazo, a lo que Chan no me puso ningún tipo de resistencia y cuando estuve delante de él volví a sentarme sobre su regazo pero esta vez de frente, quería abrazarle, por alguna extraña razón quería estar cual lapa pegado a él.

Y eso mismo hice, colé mis brazos por entre los suyos, junte nuestros torsos y escondí mi cara entre su cuello, su olor tan característico también me ayudaba a calmarme, era una pequeña manera de auto recordarme que realmente estaba ahí conmigo, no lo sé simplemente me gusta tanto su olor que me ayuda a relajarme un poquito más. Él por su parte rodeó mí espalda sobándola suavemente de arriba abajo, muy suavemente.

- ¿Crees que podrías darme pequeños besos por el hombro? - Dije con timidez y una voz apenas audible sobre su ropa, haciendo que mi voz sonara algo amortiguada.  

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