Desperté por la gran entrada de luz en la habitación, abrí mis ojos con pesadez y me revolví ligeramente en la cama. Minho estaba abrazado a mí aún dormido, sonreí atrayéndole más hacia mí cuerpo dejando un pequeño beso en su cabeza. Me levanté con cuidado para no despertarlo y cerré las cortinas de la habitación evitando que no entrase mucha más luz para volver a la cama con él, hoy no me encontraba con las suficientes ganas como para salir de ahí y mucho menos de entre los brazos de Min.
Minho se movió un poco acomodándose de nuevo entre mi cuerpo y las sábanas que estaban algo desperdigadas. Respiró con pesadez y tras ello abrió muy despacio sus ojos, cuando logró compartir miradas conmigo sonreí y el gruñó bajando su cabeza.
- Buenos días dormilón. - Le dije riendo. Minho volvió a gruñir. - Vaya parece que alguien no ha amanecido de muy buen humor esta mañana.
- Cállate. - Reí fuertemente y Minho se acurrucó entrelazando nuestras piernas hundiendo su cara en mi pecho.
- Me callo, me callo. - Suspiré.
- Buenos días. - Logró decir después de un corto silencio.
- ¿Qué tal dormiste? - Pregunté mirando su rostro de recién levantado.
- Muy bien apenas me duele la cabeza, pero creo que quiero seguir durmiendo. - Dijo con los ojos cerrados y voz somnolienta.
- Duerme entonces. - Minho asintió.
- ¿Qué hora es?
- Aún es temprano, casi las once, puedes dormir todo lo que quieras hasta la noche que tomemos el próximo vuelo.
- Vale... perfecto porque no tenía pensamiento de levantarme aún de la cama. - Dijo apretando más su agarre en mi cintura. - ¿Te vas a levantar? - Me preguntó.
- No tenía pensamiento de levantarme tampoco, estoy realmente cansado hoy.
- Mejor... - Comentó en casi un susurro.
- Duerme un poco más Min.
Yo no me encontraba con ganas de dormir más así que solo me deleité viéndolo a él, acariciaba su suave piel y examinaba su cuerpo, es bonito, es algo flaco pero no tanto como alguno de los otros chicos, tenía buena musculatura y carne de donde agarrar. Me gusta su cuerpo al desnudo, o bueno casi al desnudo, luce jugoso.
En su barriga tenía una pequeña cicatriz de cuando era niño, comentó algo de una operación un día y de que no le gustaba esa marca, así que solo por curiosidad la toqué delicadamente, pero a Minho no pareció gustarle porque encogió su barriga para que no siguiera tocándole.
- Perdona. - Le dije en voz baja.
- Es que me incomoda mucho esa parte de mi cuerpo. - Se excusó.
- A mí me gusta... tienes panza de bebé cuando estás así relajado. - Minho rio ante mi comentario aún con sus ojos cerrados.
- ¿Panza de bebé? - Asentí aunque él no pudiera verme. - ¿Debería de tomármelo como un cumplido?
- Deberías... - susurré aun prestando atención a la cicatriz. - te queda bien. - Min resopló.
- ¿La cicatriz o la panza de bebé?
- Ambas. - Suspiró y negó con la cabeza.
- ¿Por eso nunca muestras tus abdominales? - Él me dio la razón con una pequeño sonido gutural. - Pues a mí me gusta, te da personalidad. - Eso pareció hacerle gracia.
- Me da personalidad... curioso, me han dicho de todo menos eso.
Volvimos a quedarnos callados por un rato hasta que decidí volver a hablar.

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Limbo
Fiksi PenggemarLimbo, cántame de nuevo nuestra historia. Bang Chan lleva enamorado de Lee Minho dos años, pero este último lleva en relación con Han Jisung desde hace casi tres, por lo que sus esperanzas de tener algo con el chico son prácticamente nulas, si no h...