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La arena, el sonido del mar, la sombra fresca que da la sombrilla, esa pequeña brisa refrescante, las familias disfrutando de una mañana en la playa, niños pequeños jugando por ahí, jóvenes de mí edad paseando a sus perros y los chicos pasándola bien jugando en el agua.

Primer día de disfrute en Australia y no quería que se acabase. Que aquí sea verano me sube la serotonina y me pone de buen humor, eso si no mencionamos, el hecho de que el staff ha respetado nuestro tiempo de ocio por una vez en muchos años, lo que le suma puntos al buen estado de ánimo. No hay cámaras, no hay tanto personal... no hay que actuar y eso me relaja.

La familia de Felix decidió acompañarnos hoy trayendo comida y algunas cosas para picotear, conversaban con todos y los chicos se veían felices, lo estábamos disfrutando al máximo.

Al final no pude dormir tanto como me hubiese gustado, pues querían venir a la playa temprano, así que mi plan de dormir hasta la hora del concierto no pudo ser, aunque ha merecido la pena.

- ¡Minho! - Me llamó I.N desde la orilla. - ¡Vienes o qué!

- ¡No!, ¡Aquí estoy bien! - Contesté llevándome el refresco que tengo entre mis manos a mis labios para refrescarme.

- ¿¡Cómo que no vienes!? - Gritó ahora Han. Negué.

- ¡Eres un mierdas Lee Minho!

- ¡Tan educado como siempre Changbin! - Grité ahora yo.

Parece que se rindieron y decidieron dejarme aún en tierra por el momento. Mientras que no me arrastren hacia el mar todo bien. Me recosté en la tumbona cerrando mis ojos, disfrutando de la tranquilidad, necesitaba un poco de playa.

- ¿No te meterás al agua con los demás Minho? - Preguntó una voz femenina tomando asiento a mí lado.

- Señora Lee. - Hice una reverencia para saludar a la madre de Felix incorporándome para tomar una postura más educada frente a la mujer.

- Oh, por Dios, no me trates de señora Minho. - Dijo ella riendo sutilmente. Asentí. - ¿No quieres disfrutar del mar? - Volvió a preguntar ella.

- Bueno, no soy muy fan de ello. No me gusta mucho el agua. - Confesé con timidez haciéndole saber entre líneas que no se nadar.

- Vaya, no tenía ni idea. Igualmente, creo que deberías ir a disfrutar con ellos. Parece que te quieren por allí. Podrías quedarte por la orilla nada más. - Comentó señalándolos con un movimiento de cabeza. Sonreí.

- Disfrutaré un poco más aquí, de momento.

- Bien. - Afirmó con una sonrisa. - ¿Cómo están tus padres? Hace mucho que no veo a tu madre.

- Muy bien, hace poco por navidades hicieron una escapada juntos y la disfrutaron mucho.

- ¡Me alegra escuchar eso! Tus padres necesitaban un viaje de disfrute para ellos.

- Sí, totalmente de acuerdo señora Lee. - Afirmé con una gran sonrisa.

- Ah... que ganas tenía de volver a veros a todos, se os ve bien, me alegra veros tan sanos. Y enamorados también. - Me puse tieso cuando escuché aquello último.

- ¿Enamorados? - Pregunté con confusión y una sonrisa. Ella rio.

- Se lo noto a Felix. Está algo más tonto de lo normal. - Dijo con una mueca divertida. Reí y asentí.

- Sí....

- Estáis en edad de conseguir parejas y de tener vuestros rolletes. Tenéis que disfrutar al máximo, los veinte nunca vuelven. - Comentó como si estuviese rememorando viejos tiempos de su juventud.

LimboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora