#60

152 12 0
                                    

Chan y yo acabamos por salir a la pequeña terraza de nuestra habitación para disfrutar un poco más de la noche y las estrellas. Mientras él se ponía cómodo en el sofá yo fui a la cocina para sacar algún que otro aperitivo y bebida para acompañar.

- ¿Quieres algo en especial? - Le pregunté cuando tomó asiento.

- Mm, creo que no. Lo que traigas estará bien. Me apetecen unas uvas pero se las han acabado todas Han y Seungmin así que te dejo a tu elección. - Contestó con una sonrisa tierna. Besé su cabeza y me dirigí a la cocina.

Todo estaba en completo silencio, eran a penas las cuatro de la mañana y no tengo nada de sueño la verdad, así que aprovecharé todo lo que pueda para hablar tranquilamente con Chan hasta que le entre a él de nuevo el sueño.

Tomé un par de vasos y los llené con algo de leche, saqué unas galletas que había en uno de los armarios sin abrir y puse unas pocas en un plato, cuando pensé que ya había acabado para dirigirme con Chan de nuevo, escuché la puerta de la calle ser abierta y un par de risitas. Me asomé con confusión para confirmar quienes eran los intrusos y cuando encendí las luces me topé con Han y Seungmin.

- Oh, hola. - Saludó con sorpresa Han.

- ¿De dónde venís? - Pregunté con una mueca de confusión e impresión.

Seungmin terminó por cerrar la puerta y colocarse junto a Han para comenzar a hablar ahora él.

- Ante todo fue mi idea, Han no era muy partidario de llevarla a cabo.

- Eh... ¿vale? decirme que no habéis matado a nadie por Dios.

- ¡No! no, no, solo salimos un rato más de fiesta. - Explicó Seungmin.

- Sí, solo hemos salido una hora escasa y cuando han cerrado el bar nos hemos vuelto.

- Por Dios no le digas nada a Chan, sé que se enfadará. - Fruncí el ceño.

- Podríais haberlo comentado, no creo que a Chan le hubiera importando. - Contesté.

- Ya bueno... pero a veces también está bien saltarse las normas ¿no? - Dijo Han con una sonrisa, puse mis ojos en blanco.

- Está bien, no le diré nada, pero no ha sido algo muy responsable por vuestra parte.

- Oh, venga Minho, tenemos ya veintitrés años, no es como si fuéramos unos irresponsables.

- Lo sé, y por eso me da igual que hayáis salido, el problema es que os hubiera pasado algo. A mí me habría dado un soponcio y a Chan un paro cardiaco. - Les medio regañé. Ambos bajaron la cabeza y asintieron. - Solo hubierais avisado para estar al corriente por si las moscas, nada más. - Dije con una encogida de hombros.

- Sep, en eso sí que llevas razón. - Corroboró Seungmin. Negué y suspiré.

- Está bien, vamos pasad. - Me dirijo hacia la cocina. - ¿Queréis un vaso de leche con galletas?

- Yo creo que como beba o coma algo más vomito, me retiro por hoy chicos. Necesito coger cama. - Se despidió Seungmin.

Nos quedamos solos ahora en la cocina Han y yo en un completo silencio. Carraspeé y me giré hacia él mientras ponía mi vaso y el de Chan junto a las galletas encima de la barra.

- ¿Tú quieres un vaso de leche? - Han me miró con algo de tristeza con un asentimiento antes de volver a bajar la cabeza.

Me puse a hacérselo y cuando la leche se estaba calentando en el microondas me volteé apoyándome contra la encimera para conversar un poco con él.

- ¿Y qué tal la salida? - Le pregunto con suavidad.

Han suspira sonoramente, soltando todo lo que lleva dentro en lo que toma asiento en una de las sillas de la barra.

LimboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora