#26

174 17 4
                                    

Después de las vacaciones todo volvió a la normalidad tristemente, gimnasio por la mañana, trabajo en el almuerzo, comida junto a Hyunjin, vuelta al trabajo y después vuelta a casa para ducharme, cenar y dormir. Nada novedoso.

Los chicos volvieron a la rutina, notándose con ello la preparación para la gira que se avecina en menos de una semana, todos andábamos más ajetreados que de normal, con mucho más trabajo, más ensayos y más estrés en nuestros cuerpos. Apenas y vi a Chan, después de mi vuelta ambos parecíamos evitarnos mutuamente y lo agradecí, no me encontraba con las suficientes ganas para estar cerca suyo.

Changbin, Felix y Hyunjin parecían seguir con su extraña relación de tres un tanto unilateral por todos lados, Han de vez en cuando me acompañaba a comer cuando Hyunjin no podía y I.N se la pasaba un poco con todos, Seungmin por otro lado había sustituido mi puesto en mi relación con Chan, pasaban más tiempo juntos, comían juntos y trabajaban juntos, me sentí algo reemplazado no voy a mentir, pero así lo había querido yo. Sé que Chan me buscaba cuando volvimos a la rutina para seguir con nuestras actividades antes de que ocurriera todo lo ocurrido, pero yo me escaqueaba con cualquier excusa barata porque me aterra estar a solas con él, al menos pareció entenderlo rápido y dejó de intentar buscarme. Le echo un poquito de menos la verdad.

Había estado trabajando hasta última hora del día junto a Han, se ha pasado todo el día conmigo porque según él, hoy ando con aires depresivos y no quiere que esté solo. Llevo con aires depresivos mucho tiempo querido, pero bueno, no le iba a hacer el feo y le dejé pasar el día junto a mí, no estuvo nada mal, fue como recordar viejos tiempos.

Apagué la música regulando mi respiración tras unas largas horas de baile continuo, y me puse a recoger mis cosas guardándolas en la mochila que me regaló Chan por Navidad, que irónico todo, pensé.

- ¿Ya has acabado? - Preguntó Han guardando su nuevo portátil en su mochila.

- Si, ¿vamos? - Asintió y salimos del edificio en silencio, ambos estábamos cansados del día de hoy, no teníamos nada de lo que hablar, así que avanzamos relajados hacia el parking para coger el coche e irnos ya por fin a casa.

Conduje sin prisa, primero debía de llevar a Han a su piso y ya después de aquello pasarme a por algo de cenar y dirigirme al mío. Tenía unas ganas horribles de darme un baño eterno e irme por fin a la cama, estaba cansado de más hoy.

- Min...

- Dime.

Aparqué justo en la puerta del edificio esperando a lo que me quisiera decir Han, pero parecía algo nervioso, casi triste tal vez y solo me mantenía en silencio. Le miraba pero él no me miraba a mí, y empecé a recordar las cosas que me gustaban tanto de él, sus mofletes, su pequeña cintura, sus brazos bien tonificados, sus labios, sus ojos, su humor, su forma de ser..., me gustaba todo de él, y eso me hizo sentir confundido de nuevo, le deseaba pero a la vez no quería volver a estar de esa forma con él, tenía ganas de lanzarme y besarle durante un largo rato y a la misma vez temía porque eso pasara. De repente me sentía mucho más cansado, cerré mis ojos y apoyé la cabeza en el asiento.

- ¿Echas de menos lo nuestro? - Preguntó después de un largo silencio. Abrí los ojos y le miré pero Han seguía con la vista hacia el frente. - ¿Me echas de menos a mí?

Entonces me miró y pude sentir de nuevo las mariposas en mi estómago, pero de una forma muy diferente a como eran antes, el calor subía hacia mis mejillas y mis ojos pestañeaban deprisa. Han al ver que no contesto, se incorpora como puede en el coche para poder sentarse encima mío, me puse algo más nervioso, mi corazón latía con fuerza y mis ojos iban de un lado para otro viendo como lograba ponerse a horcajadas encima mío, evitando que su espalda tocara el volante pegándose así más a mi cuerpo. Habíamos hecho eso millones de veces a lo largo de nuestra relación y a pesar de ello no sabía dónde colocar mis manos ahora, no sabía si tocarle o quedarme quieto, me sentía nervioso y hasta algo incómodo podría decir.

LimboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora