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Regresemos al Sanatorio

Una parada en el hospital fue que hicimos
Un beso por la primera navidad juntos
Un clímax en Australia que jamás olvidarás
Y algunas lágrimas en Seúl que nos sellarán.

Y así te recuerdo en cada flor azul 
Te añoro cada noche que no estás
Te hago el dueño de mi felicidad
Y de mis placeres el guardián.

Perderme en la embriaguez de tu cuerpo,
Encontrarme en tus ojos risueños.
Verte bailar bajo la lluvia y
Oírte cantar bajo la ducha.
Déjame fotografiarte hasta odiarme y
Desnudarte hasta amarme.
Tocarte hasta cansarte y
Besarte hasta abrasarte.

Un veintiséis de diciembre te sinceraste,
Un mes después te abriste,
Y casi un año más tarde me acogiste.
Enfadarnos y verte cerrar la puerta,
Llamar al timbre y ver que no me recibes,
Mirar al cielo y añorar tu presencia,
Dormir bajo las sábanas, frías por tu ausencia.
Aprendí que verte sonreír es vivir,
Escucharte, arte
Mirarte, deleitarme
Besarte, arriesgarme
Y amarte, incalificable.

Y así te recuerdo en cada flor azul 
Te añoro cada noche que no estás
Te hago el dueño de mi felicidad
Y de mis placeres el guardián.

Así que permíteme volver al hospital para volver a comenzar,
A Seúl para apaciguar nuestra inquietud,
A Australia para alimentar nuestra audacia,
Y si me permites, a Venecia para enseñarte sus estrellas.

Deja que entre en tu casa, en tu alma
Y prometo dejarte marca antes de besarla.
Me iré dejando la puerta entreabierta
Y las llaves sobre tu entrañable inocencia.
Y solo así podré olvidar mi somnolencia.

LimboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora