Milagros pov:
—Creo que te hice los mejores panqueques con dulce de leche que vas a comer en tu vida —dijo Lisandro mientras dejaba el plato con los panqueques adelante mío.
Por suerte ya no tenía más fiebre y me había resultado más fácil ayudarlo a bajar las escaleras así que ahora estábamos por desayunar juntos: él me había preparado la comida y yo lo había ayudado haciendo el café para no tardar tanto.
Se sentó al lado mío en la mesada de la cocina y me miró expectante, queriendo ver mi reacción cuando probara el desayuno que me había preparado.
—Boludo, pensé que estabas exagerando pero literalmente son los mejores panqueques con dulce de leche que comí en mi vida —le contesté sin poder creerlo.
Una sonrisa enorme apareció en la cara de Lisandro.
—¿Viste? Hay algunas cosas que todavía me pueden salir más ricas pero mis panqueques no fallan. —Le dio un sorbo a su café.
—No sabía que te gustara cocinar —le sonreí, sorprendida.
—Sí, me encanta. Creo que después del fútbol es lo que más me gusta.
—¿Sabés que te veo siendo chef? —Agarré mi taza y tomé un poco antes de agregar—: Te imagino con el gorrito y todo.
La imagen de Lisandro vestido con un delantal blanco y el gorro a juego con una sonrisa y harina en su cara apareció en mi cabeza. Hubiese sido el chef más lindo que habría visto en mi vida.
—Entonces debería cocinar más seguido quizás.
—¿No es algo habitual?
—No... —carraspeó—. Antes cocinaba casi siempre pero ya hace bastante que no es así. Lo que pasa es que a mí me gusta cocinar mucho para otras personas más que para mí solo y desde que terminé con Delfi y dejamos de vivir juntos, casi no lo hago porque hasta ahora no tenía a quien prepararle las cosas... —Me miró de reojo—. Pero si te gusta como cocino, capaz pueda empezar a cocinar para vos.
Mi cara se puso completamente roja por lo que acababa de decir y le di otro sorbo a mi café para disimular.
—No te quiero joder, ahora estás lesionado y...
—Y con más razón —dijo emocionado—. No me dejan hacer nada y me aburro, sería el momento excelente para volver a la cocina.
—Bueno, si a vos te hace feliz —accedí y nos quedamos unos segundos en silencio pero por primera vez era uno cómodo, disfrutando de nuestra compañía—. Gracias...
—¿Por qué? —Me miró extrañado—. Vos fuiste la que me ayudaste y me cuidaste.
—Vos también te preocupaste por mí e intentaste ayudarme con todo lo que me dijiste así que, creo que te debo un agradecimiento. —Me acerqué de manera rápida y le di un beso en el cachete, sorprendiéndolo y sacándole una sonrisa—. Gracias, en serio.
Lisandro me iba a contestar algo pero sonó el timbre, pinchando el momento.
—Mili-
—Sí, tranqui —lo frené antes de que terminara la frase—. Voy yo.
Cuando abrí, había una chica con una sonrisa enorme en su cara. Si bien me di cuenta de que se había sorprendido porque no era Lisandro el que había abierto la puerta, nunca dejó de sonreír.
—Perdón, ¿está Lisandro?
—Eeh sí —contesté—. Pasa que como está lesionado y le cuesta caminar, abrí yo.
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Malentendido | Lisandro Martínez
FanfictionDurante un viaje a Inglaterra, Milagros acompaña a su amiga Zoe a ver un partido del Manchester United sin saber que se iba a chocar con Lisandro Martínez por accidente y que eso iba a generar una serie de malos entendidos con la prensa y los fans...