EXTRA: la noticia

1.9K 112 13
                                    

Lisandro pov:

4 AÑOS DESPUÉS

—¡Amor! ¡¿Viste el partido?! —grité completamente emocionado al aire mientras entraba a la casa—. ¡Ganamos!

Dejé mi bolso de entrenamiento en el hall de entrada y subí rápido las escaleras, buscándola. Cuando me acerqué a nuestra habitación, la escuché llorar y toda la felicidad que sentía hasta este momento, se transformó en preocupación.

Estaba sentada en su lado de la cama, tan perdida en sus pensamientos, que ni siquiera me escuchó entrar.

—Ey, hermosa —llamé su atención y me senté al lado de ella para poder abrazarla. Pasó sus brazos por mi cintura, apoyando su cara en mi pecho—. ¿Qué pasó? ¿Algún problema en la facu? Si es por ese profesor de mierda...si te volvió a rechazar el trabajo final o te volvió a faltar el respeto, te juro que vamos hasta allá y nos quejamos —dije un poco irritado.

El solo hecho de pensar que había tenido que vivir otra vez la misma situación, me generaba mucho enojo. Mili estaba cursando su último año antes de recibirse y si bien no todo su recorrido académico había sido color de rosa, en este último tiempo había estado lidiando con un profesor bastante molesto que parecía haberse ensañado con ella: le rechazaba casi todo lo que le presentaba buscándole el mínimo error a todo, casi no la dejaba participar en las clases a pesar de que ella siempre estaba predispuesta y entusiasmada con hacerlo y una vez le había hablado mal. Al menos eso era lo que ella me decía: sólo la había tratado mal una vez. No se había vuelto a repetir. Tenía miedo de que no me contara algunas cosas solamente para que no fuera a hablar, lo más civilizadamente posible, con quién estaba haciéndola sentir una inservible a mi novia. Lo único que estaba claro en todo esto era que, era la única alumna en su clase con la que se comportaba así y no me gustaba para nada por lo que, si había vuelto a pasar algo, estaba vez no iba a poder controlar mis impulsos y le iba a hacer saber a sus superiores el espantoso profesor que era.

Levantó apenas la cabeza de mi pecho para mirarme a los ojos. Seguían repletos de lágrimas que no paraban de caer pero me percaté de que no mostraban tristeza, enojo o frustración. Más bien veía alegría.

—Sigue siendo la misma mierda de siempre esa clase —dijo riéndose— pero no estoy llorando por eso. Me enteré de algo muy lindo...

Con solo escucharla decir eso, la tensión que había estado sintiendo en mis hombros, desapareció por completo y pude regular mi respiración. De los nervios porque fuera algo malo, había empezado a respirar de manera entrecortada.

—Soy todo oídos.

Se separó de mí y se acomodó en su lugar antes de mirarme fijamente durante unos segundos.

—Vas a ser papá.

Me quedé perplejo. Hacía 5 meses que estaba intentando quedar embarazada y yo me había imaginado esta escena millones de veces. Eran 4 palabras que estaba esperando escuchar con ansias y que cada vez que lo habíamos intentado, no habían salido de su boca.

Hasta ahora.

—¿Qué? —pregunté incrédulo.

Mili se rió, apoyó sus manos en mis mejillas y se acercó a mi cara.

—Que estoy embarazada, vamos a ser papás —susurró feliz.

Las palabras estaban empezando a caer, cual fichas, en mi mente. Era uno de los mejores momentos de mi vida y de los más felices sin duda. Habíamos creado una vida e íbamos a tener la oportunidad de ver como crecía, descubría al mundo y a si mismo/a, aprendía a reírse, a hablar. Iba a poder tenerlo/a en mis brazos y asegurarme de siempre intentar que fuera feliz.

Malentendido | Lisandro MartínezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora