Malentendido | Lisandro Martínez

CAPÍTULO 19

Milagros pov:

—¿Entonces no te jode si salgo con Nahue? —preguntó por enésima vez mi amiga a pesar de que ya sabía la respuesta.

—No, no me jode —me reí—. Ya te dije que vayas tranquila, que yo voy a ver el partido del Inter y la carrera con Lisandro.

—Okey. —Me abrazó con una sonrisa antes de empezar a caminar para la puerta—. ¡Después avisame como salieron las dos cosas!

Estaba ansiosa por ver la carrera porque era algo que disfrutaba mucho hacer y hace un par de semanas que no corrían ya. Hoy también se sumaban los nervios que tenía porque el Tucu y Lautaro ganaran el partido.

Al principio, habíamos planeado mirar las dos cosas en el comedor pero Lisandro ofreció verlo en el 'mini cine' que tenía porque casi nunca lo usaba. Así que, estábamos sentados en los primeros asientos de la habitación con una hamburguesa con papas fritas cada uno mientras la carrera se reproducía en la computadora que estaba apoyada en la mesita adelante nuestro y el partido estaba en la pantalla enorme que ocupaba gran parte de la pared.

El primer tiempo del partido ya estaba por terminar cuando Lautaro recibió un pase excelente dentro del área y, sin pensarlo mucho, pateó al arco. Apenas la pelota tocó la red, corrió feliz hasta Joaco y se abrazaron mientras el resto del equipo se sumaba al festejo.

—¡Gol! —grité y lo abracé a Lisandro que se empezó a reír.

—¿Soy yo o sos fan del Inter y no del Manchester United? Porque a él le festejas los goles —preguntó divertido cuando dejamos de abrazarnos.

—Ay se pone celoso el chico —le sonreí y me acerqué a su cara—. A vos no te festejo los goles porque todavía no metiste ninguno en los partidos que vi yo.

—¿Entonces cuando haga un gol vas a festejarlo?

—Obvio, podemos festejarlo juntos si querés. —Le di un pico.

—Uff no me digas eso que soy capaz de volver a jugar hoy mismo con tal de festejar un gol con vos —me susurró y me dio un beso en el cuello con claras intenciones de repetir la acción varias veces por lo que lo frené—. Están en el entretiempo, tenemos 15 minutos sin partido —se quejó.

—Ya lo sé, por eso voy a aprovechar estos 15 minutos que tenemos al máximo para prestarle más atención a la carrera —puntualicé divertida.

Lisandro suspiró y me dio un beso en el cachete antes de volver a sentarse bien el sillón y seguir viendo la carrera. Por ahora, Verstappen iba primero y, a varios segundos atrás, lo seguía Leclerc intentando acercarse con cada vuelta. No había podido estar tan atenta a las estrategias que había decidido usar cada uno pero todo parecía estar saliendo bien.

Faltaban casi dos vueltas para terminar la carrera cuando el auto de Verstappen tuvo un problema con la unidad de potencia y empezó a largar humo que de a poco, se terminó transformando en fuego. Como se le quedó en la entrada de los boxes, pudieron retirar el auto rápido y la carrera siguió las dos vueltas que quedaban después de un corto período de Virtual Safety Car.

—No lo puedo creer —susurré emocionada.

El partido de los chicos quedó en segundo plano por un momento cuando Leclerc pasó la bandera a cuadros primero.

—¿Qué pasó? —preguntó Lisandro divertido mientras miraba el final del partido.

—Acaba de ganar Leclerc, después de un montón de carreras —grité feliz—. Por fin...encima quedaron Checo segundo y Carlos tercero.

—¿Asumo que eso es bueno?

—Es hermoso —le sonreí—. ¿Pasó algo más en el partido mientras estaba concentrada en la carrera?