Advertencia: este capítulo tiene una escena sexual, aclaro por las dudas <3
Espero que lo disfruten.
Lisandro pov:
Por fin había llegado el día en que podía volver a jugar. La última semana había estado muy concentrado en terminar de recuperarme por lo que pasaba bastante tiempo haciendo los ejercicios en el gimnasio, aplicándome calor, masajeando el tobillo y practicando los ejercicios en la pileta con Milagros. Me había ayudado a encontrar una manera alternativa para entrenar sin aburrirme o estresarme tanto por mejorar y se lo agradecía mucho. Ella ya no estaba todo el tiempo en mi casa ahora que trabajaba y muchas veces salía o hacía cosas con Delfi y con Zoe o con los chicos (más que nada con Lautaro, aunque también salía con el Cuti, con Nahuel y con Joaco) pero siempre encontrábamos algún hueco para estar juntos y lo aprovechábamos para hacer varias cosas. También había noches en las que aparecía en mi habitación preguntándome si podíamos dormir juntos, aunque no hubiese tenido ninguna pesadilla. Últimamente dormíamos abrazados o sintiendo el calor del otro sólo por el placer y la paz que nos transmitía saber que nos teníamos. A veces nos besábamos y disfrutábamos el uno del otro pero nunca habíamos llegado más lejos que eso. Estábamos intentando ir despacio y dejar que las cosas fluyeran. Yo sinceramente, me sentía listo para estar con ella pero no quería presionarla y que se sintiera incómoda. Cuando tuviese que pasar, iba a pasar.
Me terminé de atar los cordones de los botines y salí del vestuario ansioso y con muchas ganas de jugar. Sentía una adrenalina en el cuerpo inconfundible: era una sensación que sólo aparecía cuando me ponía a jugar al fútbol y que se extinguía apenas ponía un pie afuera del estadio. Tener una pelota cerca y defender a mi equipo, me transformaba completamente. Me sentía tan conectado con el partido que todo me afectaba e interpelaba el doble, por eso, muchas veces salía o increíblemente contento o enojado y triste por mi rendimiento.
Mili, Zoe y Delfi habían venido a verme, completamente de incógnito para que nadie las viera y empezaran a sacar conclusiones erróneas. Los chicos, en cambio, habían tenido que viajar para jugar con sus respectivos clubes por lo que no podían apoyarme desde la cancha pero sabía que me deseaban lo mejor, así como yo les deseaba lo mejor a ellos en sus partidos.
Nos tocaba jugar contra el Wolverhampton. Tenía un buen presentimiento sobre este partido y creía que teníamos bastantes chances de ganar por lo que, cuando el árbitro tocó el silbato dando por empezado el partido, estaba tranquilo y confiado. En el minuto 37, un jugador del Wolverhampton, se acercó peligrosamente al arco con la pelota pero en un rápido movimiento, me arriesgué, corrí lo más rápido que pude y estiré mi pierna para sacársela, haciendo que se fuera de la cancha. Una sonrisa se formó en mis labios cuando toda la tribuna del United se paró y festejó mi defensa. Se sentía increíble volver a estar jugando.
Ya en el segundo tiempo, abrimos el marcador con un gol de Rashford y me acerqué a abrazarlo junto con el equipo: había sido un golazo y estaba siendo un partido increíble para el equipo. Hasta que en el minuto 78, nos empataron y la mayoría de las personas de la tribuna que nos alentaban, se empezaron a impacientar. El ambiente decayó un poco pero yo no pensaba rendirme tan fácil, tenía la esperanza de que lográsemos dar vuelta el marcador. Cuando al partido ya le quedaban solamente 3 minutos para que terminara, nos tocó sacar de esquina y vi mi oportunidad de intentar hacer nuestro segundo gol apenas vi a la pelota cerca de mi cabeza. Me tiré para adelante sin pensarlo y le pegué de lleno al arco. Lo siguiente que escuché fue el grito de los fans del Manchester y de mis compañeros que se me tiraron encima para celebrar el gol que había metido. Yo sinceramente no entendía mucho lo que había pasado porque todo había sido demasiado rápido pero después de unos segundos de celebrar con ellos, me acerqué hasta una de las cámaras e hice una 'M' con mi mano mientras sonreía. No sabía exactamente dónde estaban Milagros y las chicas por lo que, preferí que las cámaras capturaran mi festejo para que lo tuviera en los millones de posts de internet que probablemente iban a hacer sobre eso. Sabía que todo el mundo iba a preguntar si se lo había dedicado a ella pero en estos momentos no me importaba: era el primer partido que jugaba después de mucho tiempo y Mili había sido una de las responsables de que pudiese estar haciéndolo.
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Malentendido | Lisandro Martínez
FanfictionDurante un viaje a Inglaterra, Milagros acompaña a su amiga Zoe a ver un partido del Manchester United sin saber que se iba a chocar con Lisandro Martínez por accidente y que eso iba a generar una serie de malos entendidos con la prensa y los fans...