Taeyong
Dicen que mientras más buscas algo, menos lo encuentras. Esa palabra que tienes en la punta de la lengua y no puedes recordar, que cuando menos lo esperas aparece frente a ti, eso es exactamente lo que me pasó.
Ocurrió el cuarto día desde que me mudé al apartamento, quise salir a caminar, en un principio, por ninguna razón en especial, la libertad de vivir solo me gustaba por ese tipo de cosas, salir sin decirle a nadie, decir que salí sin hacerlo, eran cosas ínfimas pero que juntas se hacían un estilo de vida difícil de dejar.
Eran las seis treinta de la mañana, pensé entonces en reconocer el camino que tomaría al día siguiente en mi primer día en ese empleo, sería ayudante de chef en un hotel con bastante reputación y no quería desperdiciar una oportunidad así. Me había costado un montón conseguir un trabajo que me permitiera estar cerca de Mark así que no iba a arruinar todo en el primer día.
Resultó ser una excelente idea, porque me perdí entre los callejones de inmediato, un par de vueltas mal tomadas por haberme quedado viendo los árboles cubiertos de escarcha y fui historia.
Frío de primavera, la llovizna matutina apenas había cesado una media hora antes, el aroma fresco de las hojas húmedas sin duda me había guiado por el camino más incorrectamente correcto.
Cuando noté que las calles se hacían más estrechas y oscuras supe que estaba perdido, y para cuando me doy cuenta de eso suele ser bastante tarde. Estaba pensando sobre pedir direcciones, si debía hacerlo en el café del frente o en el pequeño puesto de la esquina siguiente ¿estará bien si tuteo al vendedor? No se ve mucho mayor, tal vez no debería hacerlo de todos modos ¿Y si pregunto en...?
Por detrás del vaho que cubría el vidrio del escaparate se me apareció lo que ya me había rendido en buscar.
El chico del avión.
Lo busqué tanto como pude y más allá de eso, hasta llamé a la aerolínea en mi desesperación, pero no me quisieron dar información, políticas de la empresa. Era como si se hubiese esfumado a otro mundo paralelo, en un punto llegué a pensar que lo había imaginado y con el tiempo me obligué a dejar esa tonta obsesión ¿Se habrá ido del país?
Dije que quería agradecerle y eso era todo lo que quería hacer, pero también lo usé para distraerme de cosas en las que no quiero pensar.
Entré al Dinner's, era el típico local ambientado en los años cincuenta, a muy mal traer, no había nadie ni tampoco parecía que fuera a entrar nadie más en unas horas.
La campanilla casi era muda, así que dejé caer la puerta para que pudiera advertir mi presencia.
Me emocioné un montón, mi corazón no saltaba así desde hace unos diez años. Me acerqué a la barra sin notarlo, estaba tan concentrado en mis pensamientos que mi cuerpo me llevó solo.
Entonces se volteó a verme.
Brillaba esplendoroso por entre el oscuro ambiente, casi pude ver enredaderas llenas de botones floreciendo enmarcándolo.
Me sonrió ampliamente, su nariz puntiaguda era de lo que más recordaba, porque después de tanto tiempo no podía acordarme de cómo se veía su rostro. También llevaba el cabello corto azabache como esa vez. No recordaba que fuera tan bien parecido.
― ¿Puedo ayudarte? ―su voz fina rompió el silencio del local.
No pude decir nada, nunca pensé en la posibilidad de que algo así ocurriera, me pilló totalmente desprevenido ¿No me recordaba?
― ¿Estás bien? ―agitó su mano en forma de saludo para hacerme reaccionar.
― Yo... sí, sí e-estoy bien... sí. ―dije torpemente.
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Amor A Primera... ¡¿Broma?! •♡ Markhyuck ♡• NCT
FanfictionLa broma maestra, el santo grial de los escándalos escolares, el plan perfecto de Haechan estaba a punto de estallar pero... ¿acaso existen los planes perfectos? Mariposas en el estómago, dramas y aventuras con conejos de colores... ¡la escuela es m...