Amor A Primera... ¡¿Broma?! •♡ Markhyuck ♡• NCT

Dulce y delicado

Renjun

Pareció que le había gustado la idea que le di para la cita, no me tomó mucho elegirla entre mis opciones, al fin y al cabo, conocía cosas de él que no necesitó decirme para que yo las supiera. Sabía que sería cómodo para él y decidí tomar la iniciativa por esa misma razón, sería algo menos con lo que estresarse y seguramente se iba a quemar los sesos tratando de idear algo con lo que estuviese satisfecho.

Aunque en varios aspectos estoy bastante confiado, no puedo negar que me invadió la ansiedad y eso es prácticamente imposible en mí, pero está pasando y hasta no logro decidir qué ponerme.

En algún momento sentí que empezaba a preocuparme un poco por como me veía él, en general vestirme sí es algo a lo que preste atención, pero no a cómo me ve el resto, si me gustaba algo iba y me lo ponía, aunque pareciera un payaso, ahora me atrapaba a mí mismo eligiendo los abrigos largos y las gafas doradas más seguido porque a Chenle le encanta como me quedan, ese solo pensamiento me hace sentir la adrenalina corriendo por mis venas.

Acabé por elegir algo más cómodo, después de todo estaríamos viendo películas preferentemente abrazados en el sofá. Igualmente me probé más prendas de las que voy a admitir, pero fue una chaqueta de denim con una sudadera blanca debajo, también elegí unas gafas redondas de marco negro para cambiar un poco. Estoy pensándolo demasiado.

Para darle algo de espacio de respirar llegué diez minutos tarde, no nos habíamos enviado mensajes en un par de días y eso se me hizo mas menos romántico, me hizo extrañar hasta sus mensajitos dulzones que me coqueteaban sin siquiera querer hacerlo.

Toqué su puerta, gritó desde dentro que iba en seguida y abrió a los pocos minutos, que se me hicieron eternos.

Mi corazón se sintió colmado cuando lo vi frente a mí, llevaba una sudadera negra, jeans rotos y una falda escocesa larga por encima, se veía precioso. Sus pómulos se elevaron cuando tuve mis ojos sobre él, no importa todas las veces que haya visto esa sonrisa, siempre lograba quitarme el aire.

― Ay... ¿puedes pincharme el brazo? ―soltó un suspiro por entre su sonrisa apretada.

― ¿Ah? ―dije torpemente― ¿Claro? ―hice lo que me pidió.

Cubrió su boca ―preciosa también por lo demás― con una de sus manos.

―Es que creo que estoy soñando.

Bebé, soy yo el que está en un sueño.

Pinché su mejilla con suavidad logrando que me viera con una ternura infinita.

― Estás precioso.

― ¡Ay basta! ―se quejó saliendo de la habitación y volteándose para cerrar la puerta.

Dudó un momento hasta volver a verme.

― ¿En serio lo crees? No estaba seguro de la falda. ―dijo tímido.

― Muy en serio. ―le ofrecí mi mano y la tomó de inmediato. ― Estás para comerte.

― ¡Acabas de llegar Jun! ¿No es muy temprano para alabarme tanto?

― No creo que tenga tiempo suficiente para decirte lo lindo que estás, tengo que empezar lo antes posible.

Llevé la mano que tenía en mi posesión y dejé un beso, me sentí más tímido a lo que estaba acostumbrado.

Sabía que él se derretiría con ese gesto, pero no tenía presupuestado hacerlo yo también.

Nos fuimos al arcade como acordamos, tenía ganas de estar solo con él ahí, era una cita cliché como ninguna. Chenle adora los clichés románticos de cualquier tipo y no importa cuántas veces los repita, le siguen encantando.