UNIQUE LOVE✔ (#1SAGA: PRIMEROS AMORES)

🌊•Capítulo 39•🔥

Nota de la autora:

¡Este cap va dirigido para todas esas parejitas que están muy enamoradas! Les deseo una feliz relación y que sean felices mutuamente. Los amoooo
(❤_❤)

Katie Chan Jary

Una hora después de ese hermoso beso en el altar de parte de los novios, todos los invitados nos encontrábamos disfrutando de lo que nos ofrecía el evento. En mi caso, estaba sentada en una mesa junto a Kim, con las piernas cruzadas y sin nada que hacer.

Con la palma de mi mano derecha me encargaba de sujetar mi barbilla mientras contemplaba a las personas frente a nosotros, algunos deambulaban de un lugar a otro llebando bebidas en sus manos, otros se dirigían a la pista de baile para pasar un buen rato junto a su pareja, y los demás simplemente charlaban entre sí. 

Una cosa que odio de este incómodo momento es lo rígido, callado y serio que está mi novio esta noche.

¿Habré hecho algo que le haya molestado?

Seguro que no «me respondió mi subsconciente». Él es así de vez en cuando.

Tras un suspiro lleno de indignación, en el que dejé escapar una gran ráfaga de aire, me acomodé en mi lugar para seguir con lo mismo, aburridísima.

Algo que se ganó toda mi atención fue ver a Blake levantarse de su asiento, colocarse al frente de Lia, y ofrecerle su mano para que la tomara, supuestamente, como una propuesta de baile. Unos segundos después, ella aceptó, asintiendo con la cabeza y, con cierta timidez que pude captar, tomó la mano del chico para que luego de esto el de cabellos marrones se la llevara a la pista.

Una pequeña sonrisa invadió mi rostro, en serio hacían hermosa pareja esos dos.

—Odio a ese chico —escuché la voz de Kim.

—¿Por qué? —cuestioné, dirigiendo mi mirada hacia su dirección. Sentí cómo mi corazón se aceleraba al contemplar lo elegante que lucía la figura de mi chico con ese traje azul, se veía tan atractivo que me sonrojaba con tan solo pensar en la idea de que fuéramos novios.

—No confío en él —confesó, sin dejar de mirarlos. Él levantó su copa de la superficie de la mesa, le dio un trago y luego de esto la volvió a situar en su lugar anterior—. No lo sé, hay algo de ese muchacho que no me convence.

Rodé los ojos, desviando mi mirada, —Quizás es que Blake sí se preocupa por lo que le gustaría hacer a su novia.

Kim me miró fijamente, extrañado, —¿A qué te refieres?

—No lo sé. Tal vez al aburrimiento tan grande que tengo por su culpa, señor Kim —fingí una sonrisa, mirándolo de nuevo.

El pelinegro se quedó pensativo por un buen rato, hasta que levantó la cabeza hacia mi dirección, —Ya entiendo.

—¡Al fin! —exclamé de felicidad, alzando mis brazos.

—Quieres ir al casino.

Tras haber procesado esa estúpida respuesta, le dediqué una mirada asesina. Giré mi cuello hacia otro lado con brusquedad, pues me irritaba el cerebro tan retrasado que llegaban a poseer los hombres. Seguro se preguntarán: "¿Por qué no le pides que baile contigo?" La respuesta a esa pregunta es fácil: porque mi orgullo de mujer me impide ser yo la que invite a alguien, me tienen que invitar a mí. Y, al parecer, este chico no entiende eso.

Ni siquiera lo sabe.

—¡Ya cállate! —le ordené a mi lógico cerebro en voz alta. Debí admitir que parecí una loca hablando sola.