UNIQUE LOVE✔ (#1SAGA: PRIMEROS AMORES)

🌊•Capítulo 45•🔥

Kaito Kim

Tras la puesta del sol y la llegada de noche, el concierto de la pelirroja procedió a llenarse de gente por todos lados, ya no había espacio para nadie más. Jon —que ahora vino a vivir conmigo— y yo intentamos adentrarnos al lugar mediante la puerta principal, pero los guardias de seguridad no nos lo permitieron porque "no teníamos entradas". Sin darnos por vencidos, buscamos otra manera de entrar. Recorrimos los alrededores hasta que al fin encontramos la puerta trasera, en la cual no había ningún guardia vigilando. Una vez dentro, correspondía seguir recto por el largo —y poco iluminado— pasillo que venía después. Ambos debíamos guardar el mayor silencio posible si no queríamos que nadie nos viera, algo que resultó muy difícil ya que nuestros pasos hacían mucho ruido al encontrarse en un sitio completamente solitario. Unos minutos más tarde, habíamos conseguido llegar al Backstage, pero, como allí estaba el equipo de producción, tuvimos que escondernos detrás de una pared para que no se dieran cuanta de nuestra presencia. Asomé mi cabeza sigilosamente: cero señales de la pelirroja.

—¿Ahora qué hacemos? —escuché la voz de Jon detrás de mí, en susurros.

—Hay que encontrar a Jary —le respondí, sin voltearme hacia él—. Imagino que estará en su camerino terminando de arreglarse, solo tenemos que averiguar cuál es.

Busqué con la mirada una puerta que pudiera ser la que conducía a ese camerino. Localicé dos, las cuales pertenecían a una misma pared. Cuando estaba al punto de avisarle a mi amigo de la existencia de estas puertas, de repente, se escucharon voces masculinas llamarnos desde atrás.

Ay no, ya nos pillaron «lamenté en mi cabeza.

Girando sobre mis pies, me encontré —a unos metros frente a mí— tres hombres vestidos con el mismo uniforme que los guardias de seguridad, por lo que supuse que ellos también lo eran. Estos tipos medían casi dos metros de estatura, y se podía admirar en sus ojos cargados de frialdad el desgano de haber encontrado dos polizones en su trabajo.

Uno de los tres dio un paso adelante, cruzándose de brazos y observándonos fijamente, como si nos quisiera eliminar. Torció su cuello de manera intimidante para luego decirnos:

—Más les vale que tengan una buena explicación para esto, porque si no —estiró sus dedos, causando que estos traquearan ante tal acción— será un placer sacarlos de aquí con todo el cariño del mundo.

Noté el sarcasmo en sus últimas palabras. Tragué grueso segundos antes de dar a luz a la idea que se me acababa de ocurrir.

—Disculpe, señor, —empecé a decir lo que quizás terminaría muy mal— nosotro somos dos bailarines de la señorita Jary y estábamos buscando un lugar apetecible para ponernos nuestros vestuarios, así que si no quieren que vayamos y le digamos a ella que ustedes quieren botarnos, les aconsejo que nos dejen en paz.

—Sí —colabora con la mentira Jon, asistiendo con la cabeza y colocando ambas manos en su cintura.

No sé por qué, pero presiento que no nos creyeron, quizás por las expresiones que yacían plasmadas en sus rostros. Para mi sorpresa, no fue así.

—Está bien, pero les aconsejo que se apresuren porque ya casí va a empezar el show —nos dice el mismo hombre de antes. Este da media vuelta y, junto con sus compañeros, avanza en dirección contraria por el pasillo.

Aplausos silencioso de parte de Jon se hicieron presentes, —Bravo, ahora POR TU CULPA tendremos que bailar junto a tu novia en el escenario, ¡y yo no sé bailar! —me regaña, ubicándose frente a mí y abriendo sus brazos de par en par, a los cuales deja caer al cabo de unos pocos segundos.