🔥🔥🔥
Cuando somos pequeños lo único que nos importa es jugar, jugar, y jugar.
Pero a medida que vamos creciendo nos preocupan cosas más importantes, entre ellas, el amor.
Muchas personas creen que este sentimiento tan hermoso, y algunas veces do...
Mis párpados empezaron a abrirse con lentitud por el sueño que aún cargaban mis ojos.
¿Qué horas eran? «surgió esa pregunta en mi mente, mientras me acomodaba como se debe sobre el esponjoso colchón de la cama.
Algo que me sorprendió por completo fue ver a la pelirroja dormida tranquilamente de lado. Sus labios estaban entreabiertos de una manera muy tierna, su barriga subía y bajaba en coordinación a su respiración y su hermosos cabello cual escarlata yacía desordenado, pero de una manera preciosa.
Llegué a oler una deliciosa fragancia a fresas; olía tan bien. Me preguntaba qué hacía ella aquí, pero mi cerebro se negaba a empezar a trabajar tan temprano. Intenté volver a dormirme, y lo conseguí: quedé dormido en un instante.
...
Un rayo de sol llegó a mi cara, causando que me despertara. La ventana se había abierto un poco, haciendo que una pequeña brisa mañanera calentara mi cara. El aire acondicionado debía seguir activado así que podía irse con facilidad, tenía que dejar mi cómoda posición y levantarme a cerrarla.Lo hice, de mala gana, pero lo hice.
Me levanté tratando de que el colchón no sonara por la pérdida de peso, pero no funcionó. El suelo estaba frío, lo supe por mis pies descalzos. Miré a la máquina que producía el aire helado para ver a cuantos grados estaba programado: veinte. Tras haber cerrado la apertura por donde llegaban los rayos de sol me quedé parado con firmeza al lado de la cama, mientras observaba a la dormilona.
Tan linda...
Una sonrisa se dibujó en mis labios.
¿Qué me pasa? ¿Este soy yo? ¿Y si es que me estaba... enamorando de Jary? No. No puede pasar. Tengo demasiados problemas como para cargar con el amor, debo recordarlo. Simplemente no puedo.
La sonrisa se esfumó después de haber pensado eso. Cuando estoy a su lado soy otra persona, me divierten sus tonterías y la manera tan graciosa de cómo lo estropea todo. Es una chica tan... especial.
Levanté la mirada porque escuché que la cama crujía por un movimiento de quien estaba encima de la misma.
Jary empezaba a despertarse.
Instantáneamente me sonrojé y volví a bajar la mirada, pues no quería que la cantante me viera mirándola: sería demasiado incómodo.
Ella giró varias veces en su sitio, luego se detuvo y empezó a frotar sus párpados. Estos se abrieron con vagancia, deteniéndose sobre mí.
—Buenos días.
—Buenos días —le respondí, dedicándole una rápida mirada para luego rascar la punta de mi nariz, con una pequeña sonrisita en el rostro. Dejé caer mis brazos alrededor de mi cintura, decidido a encararla—. ¿Cómo durmió la bella durmiente? —me burlé, elevando las cejas durante unos pocos segundos.
Se le escapó un gran bostezo, en el que expuso sus perfectos dientes. Cuando se le pasó, preguntó:
—¿Qué hora es?
Alcé la mirada para ver la hora en un reloj de pared, cuando lo hice volví a observarla a ella, —Las ocho de la mañana. Aún es temprano, vuelve a dormir.
Sin más que decir, cerró sus párpados y se acostó de espaldas, colocando sus manos encima de su barriga, entrelazadas.
Para no quedarme ahí parado como un tonto, decidí sentarme en el borde de la cama. Lo confieso, me quedé lelo mirándola una vez que lo hice, con una diminuta sonrisa.
—¿Hoy te vas? —interrogó, sin siquiera abrir los ojos.
—Creo que sí. Ya es el tercer día.
Tras un silencio en el que el sonido de nuestras respiraciones fue lo único que se escuchó, Jary confesó algo que casi hizo que se me saliera el corazón:
—¿Sabés algo? —dijo, aún acostada— No quería que crearan este sorteo, ya que lo hicieron a mis espaldas, pero ahora me alegro de que mi loca mánager se haya atrevido a hacerlo sin mi permiso —se sienta estirando las piernas, alzando las extremidades de sus rojizos labios mientras me mira—. Me alegro de haberte conocido.
Le sonreí también, —Igual. No sabía que los cantantes eran tan torpes, o que ni siquiera sabían cocinar.
Pensé que se iba a enfadar, pero no fue así, mas bien se rió a carcajadas con mi comentario. Cuando se detuvo bajó la mirada, —No sé por qué estamos aquí si no somos nada.
—Seámoslo —tan rápido como dije eso me arrepentí. Se me escapó.
Ella me miró con los ojos abiertos hasta el máximo, se notaba que eso la había tomado por sorpresa.
Tragó saliva, —¿Estás proponiendo que seamos novios? —hablaba lentamente, como si quisiera que le dijera lo contrario.
No sabía que responderle. Bueno... En realidad sí, pero no sé si decir la verdad sería lo mejor.
—Dile que no «me aconseja mi cerebro». Ella es una cantante famosa, te va a traicionar. Y, además, no tienes tiempo.
—No lo escuches «habló mi corazón». Ella es una hermosa chica, tan amable y graciosa... Tú sí que la amas, ¿o acaso no recuerdas las veces en las que me has hecho latir como un loco por su culpa? Dile que sí. Que nunca antes habías conocido a alguien como ella, que es única.
—*Psss* No. Ella no es única, es una chica del montón. No olvides que tu hermana necesita toda tu atención.
—¡Ya déjalo en paz, cerebro! «le ordena mi corazón» Él lleva toda su vida escuchándote, por eso es que le ha ido tan mal en el amor.
—Dirás: gracias a tí Kim se ha librado del sufrimiento que causa eso que tú llamas "amor". Oye, «me dice a mí» ¿de verdad dejarás que un tonto como él te gobierne? Saca cuenta de cuantos muchachos como tú terminan destrozados por haber soñado con otra persona, y te darás cuenta de lo que te estoy hablando.
—Es cierto, muchos sufren por haberse enamorado, pero otros muchos triunfan en el amor. Se tú mismo, Kim.
Quería escuchar a mi corazón, pues algo me decía que olvidara lo que me había aconsejado el cerebro; un subconsciente nuevo, llamado "hormonas".
—Jary... yo...
Continuará...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nota de la autora: ¡KIM, SI NO LE DICES LO QUE TODOS ESPERAMOS, CONSIDÉRATE MUERTO😡! XD
Espero que hayan disfrutado leyendo este cap como yo escribiéndolo <3.
No sé si lo sabían, pero de todas las historias que he escrito esta es mi favorita. ¿Por qué? Pues porque este libro —por ejemplo, este capítulo— revela varias dudas, pensamientos y emociones por los que pasamos muchos en nuestro "primer amor". (Además, digamos que yo también me he enamorado del prota jsjsjs)
