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Cuando somos pequeños lo único que nos importa es jugar, jugar, y jugar.
Pero a medida que vamos creciendo nos preocupan cosas más importantes, entre ellas, el amor.
Muchas personas creen que este sentimiento tan hermoso, y algunas veces do...
El sol se había ocultado y la hora de la cena había llegado. Nuestra pelirroja ya estaba de camino al apartamento de los Kim, muy emocionada, por cierto. Asomaba su cabeza por la ventanilla del coche para ver por dónde iban, al comprobar que aún faltaba mucho para llegar se volvió a sentar con normalidad.
—Señorita Katie, ¿por qué está así? —le pregunta Adam, dedicándole una mirada desde el espejo retrovisor interior.
Como la joven nunca le respondió, él continuó hablando.
—Está enfadada porque aún no hemos llegado, ¿verdad?
Asombrada por la rapidez en que su chofer adivinó la causa de su irritación, se inclina hacia el espacio situado entre los dos asientos delanteros para hablarle, —¿Cómo lo sabes?
—e trabajado para usted y para su madre casi diez años, debo conocerla, ¿no cree?
La chica ríe para sus adentros y vuelve a recortarse al asiento, sonriente.
Entre tanto, el muchacho de ojos cual azul marino se encontraba preparando lo que comerían esta noche, solo faltaba terminar la ensalada veraniega.
La única que no estaba feliz con este tema era Lia, ya que Blake en realidad no era nada suyo. Se sentía asustada, preocupada y al mismo tiempo nerviosa.
¿Y si no lo trata bien mi hermano? ¿Y si no le gustan los platillos? ¿Y si lo presionan para que cuente algo íntimo de su pasado? «pensaba la rubita mientras daba vueltas en círculos en su habitación.
En ese instante tocaron el timbre del apartamento.
—Oh, no. Está aquí —clamó ella, llevándose las dos manos a la cabeza. Suspiró e intentó relajarse un poco.
Una vez que estuvo frente a la puerta, inhaló con profundidad, apretó sus párpados y con lentitud fue moviendo el picaporte. Se llevó una buena sorpresa al ver que no era quien ella creía.
—¡Hola, cuñada! —fueron las emocionadas palabras de Jary, segundos antes de que la abrazara.
Al ser un apretón con tanta potencia, la de ojos verdes casi se queda sin aire. Se separaron, al intercambiar miradas la cantante alza las comisuras de sus labios, muy simpática de su parte.
—Pasa —la invita Lia, a lo que ella procede a adentrarse a la casa.
Jary caminaba despacio porque se sentía insegura o incluso tímida, pero se detiene cuando vio a un hombre de mayor edad salir del balcón de la casa. Quieta sobre sus pies, se queda mirándolo pues, a pesar de los años que se llevaban, tenía un gran parecido a su novio.
¿Será ese el padre de Kim? «se preguntaba.
Tras humedecer sus labios, se digna a decirle algo, —B-buenas noches.
Shu-Ga se da cuenta de la presencia de esta nueva muchacha, así que le sonríe y se encamina hacia su dirección, —Buenas noches, jovencita. Tú debes de ser... —hace el intento de recordar, pero no lo consigue.
—Katie Chan Jary, señor.
—Ah, verdad —admite mientras suelta una carcajada.
Jary se sonroja ligeramente. Sus oídos perciben pasos acercarse, el único que podía ser era...
—Papá, ¿dónde dejaste el...
Y sí, esa era la mismísima voz de Kim. La pareja se queda mirándose por unos segundos que parecieron eternos, hasta que reaccionaron.
—¿Jary?
—¡Kim! —grita la de ojos ámbar, dirigiéndose hacia él. Por correr tan rápido, sus pies le fallan, así que ella termina en el suelo de rodillas.
Ante la caída anterior tan estruendosa, todos los presentes guardan silencio.
—¡Sigo viva! —anuncia la torpe, levantando la mano.
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Nota de la autora: ¡Hola, loquit@s! Creo que Jary se está convirtiendo en el personaje más tonto de la historia —si es que no lo ha sido siempre XD—. Discúlpenme por haber escrito este cap tan corto, el próximo estará un poco más largo. Y gracias por leer, valoro mucho que alguien mis libritos ❤.
