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Cuando somos pequeños lo único que nos importa es jugar, jugar, y jugar.
Pero a medida que vamos creciendo nos preocupan cosas más importantes, entre ellas, el amor.
Muchas personas creen que este sentimiento tan hermoso, y algunas veces do...
Es impresionante que mis pensamientos dieran un giro completo, transformándose en unos nuevos. Hace dos días no quería saber más de Kim; lo odiaba tanto que incluso llegué a desear que desapareciera del mundo, pero ahora... Ahora es diferente. Ese chico a vuelto a robarse mi corazón, igual que cuando nos conocimos. Aún no lo he perdonado por completo, pero con lo que sé de él me basta para darle una segunda oportunidad, y estoy segura de que la aprovechará.
Ya habían transcurrido dos semanas después de que ambos nos fuimos de aquella montaña, desde entonces reparamos nuestra relación. Nos hemos estado viendo más que nunca en estos últimos días, y eso me encanta: me encanta su compañía y las emociones que él me hace sentir. Los paparazzis no han perdido ni una sola oportunidad para tomarnos fotos y subirlas a la prensa, consiguiendo con esto que nuestro noviazgo se hiciera viral en todas las redes sociales y los fans exigieran más publicidad. No sé si lo saben, pero a Kim no le gusta para nada eso y, para ser sincera, a mí tampoco ya que, ¿a quién le gustaría que cuando quiere estar a solas con su pareja aparezca media ciudad para entrevistarlos?
Ahora me encuentro cenando mi platillo favorito en el comedor de mi nueva casa que, por cierto, la mudanza fue hace unos tres días. Resulta que mi antigua mansión estaba demasiado lejos de la ciudad, por lo cual se me hacía difícil ir a ver a mi chico la mayor parte de las veces. Además, esta casita luce mucho más estable y moderna que la anterior pues aquella, más bien, parece un castillo de la época medieval comparada con esta.
Al haber terminado de cenar, me puse de pie de mi silla y me dirigí a mi habitación para bañarme, pues ya era de noche y sentía mi piel sucia, cosa que me desagrada muchísimo. Una vez que estuve bañada y vestida con ropa cómoda para dormir, me acosté en mi cama con la intención de acabar en un sueño profundo.
Para mi desgracia, tocaron a la puerta de mi cuarto.
—¡Adelante! —respondí desde mi lugar, sentándome sobre el suave colchón.
—Señorita Katie, —me dijo Talía, la cual era quien llamaba a mi puerta. Su voz se escuchaba temblorosa o incluso nerviosa, y me preguntaba en mi mente el por qué— tiene visita.
Arrugué el entrecejo cargando con la duda de quién podría ser a estas horas. Me levanté de mi cómoda posición y me encaminé a la sala, en donde se suponía que debía estar quien me visitaba. Cuando estuve allí, alcé mi mirada del suelo para contemplar a...
No podía ser verdad. Esto no estaba pasando. ¿Por qué de entre todas las personas del mundo tuvo que ser ella? ¡¿Por qué?!
Tragué saliva, preparándome para pronunciar la siguiente palabra:
—¿Mamá?
Ella torció una sonrisa y abrió de par en par sus brazos, haciendo el papel de una madre amorosa la cual nunca llegará a ser, —Katie, hija, ¿cómo has estado?
Suspiré hondo para responder, —Mucho mejor desde que te fuiste.
—Ay, que cruel eres, —bufó ella, colocando una de sus manos sobre su pecho, fingiendo dolor.
Giré los ojos y puse mis manos en mi cintura, intentando que mi postura se notara seria, —Déjate de juegos, mamá, y dime para qué viniste.
—Parece que no has cambiado en nada, hijita, sigues siendo igual de insolente que antes. Es bueno saber que a pesar de que aumenta el número de años y disminuye el tiempo las personas no dejan su tonta perspectiva, ¿verdad? —preguntó ella retóricamente, levantando una ceja y volviendo a ser la misma mujer fría de siempre—. Cambiando de tema, dime, ¿por qué nunca me hablaste de mi yerno, querida? No sabes lo mal y vergonzoso que se siente que la prensa te esté preguntando tu opinión sobre que tu hija, una famosa y bella cantante, esté saliendo con un chico pobre. ¿Acaso no te da vergüenza humillarme de esa manera?
Me quedé sin palabras. Luchaba contra mi propio ser para que ni una sola lágrima recorriera mi mejilla, para ser fuerte.
—Mamá, yo...
—¡¿Tú qué?! —me interrumpió, dando un paso hacia delante y alzando la voz, consiguiendo atemorizarme. Caminó hasta detenerse frente a mí, mirándome con furia— No vas a echar a perder mi reputación y todos mis esfuerzos por tener un perfil aceptable, ¿entendiste?
Ella golpeó varias veces mi frente con su dedo índice, cosa que me hizo soltar un par de quejidos a causa de lo afilada que era su uña.
Entonces se detuvo, mi dolor físico desapareció por un momento y en su lugar apareció el emocional. Ya mis ojos no aguantaban más, así que se estallaron a llorar sin mi consentimiento. Traté de no hacer ruido, pero me fue imposible, eso era algo que no podía evitar gracias a la magnitud de mi llanto.
—¿Cómo puedes ser tan cruel? Yo lo amo.
No me respondió en ese momento, sino que esperó un minuto a que yo terminara de secar mi llanto.
—Si de verdad lo amas, dime, ¿serías capaz de dejar todo lo que tienes, incluyendo tu carrera y tu fama, por él?
Me quedé sin palabras, no sabía qué responder.
—Katie, querida, no vine desde Nueva York hasta aquí para hacerte sufrir, vine para que puedas reflexionar y pensar bien en lo que haces. Por esa razón, —da media vuelta, se dirige hacia una mesita de madera en la que habían unos documentos, los cuales antes no estaban allí, sería porque los trajo ella. Luego de tomarlos en sus manos regresa a su anterior lugar, frente a mí— te quiero mostrar esto —me enseña uno de los documentos: el papel que me da el derecho a ser cantante aún siendo menor de edad, gracias al consentimiento de mi madre—. Si escoges a ese chico antes que a tu futuro, voy a romper en mil pedazos esta hoja y Katie Chan Jary ya no existirá. Ahora, si razonas y tomas la sabía decisión de salvar tu fama, no solo la mantendrás en pie, sino que también voy a regalarte cinco millones de dólares para que lo gastes en lo que quieras —hizo una pausa para dejarme procesar todo lo que me estaba diciendo, luego continuó—. Tan sólo piénsalo, ¿sí?
La miré a los ojos y, con el corazón al punto del colapso, asentí. Tras eso ella giró sobre sus pies, recogió sus cosas y se fue de la mansión.
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¡HOlA OTRA VEZ! Ya pasó un año desde la última vez que actualicé este libro, que nostalgia, ¿eh? (:(
Pero ahora volví para quedarme, y esta vez con los últimos cuatro capítulos de esta historia y una emocionante "SEGUNDA TEMPORADA" ❤🩹 (que por cierto, les va a encantar :3 )
🚫No olviden dejar su preciada ⭐ para ayudarnos a llegar a más personitas como ustedes <<3
