Kaito KimAl estar frente a la puerta, la abrí, permitiéndome contemplar a una mujer de cabello y ojos pardos, ya conocida: Estella.
¿Qué hacía ella aquí? ¿No se suponía que estaba disfrutando de su Luna de Miel con Hiro?
Levanté una ceja ante su presencia, —¿Estella?
Ella se cruza de brazos, sonriendo burlonamente, —Kim.
—¿Qué haces aquí?
—¿Qué crees que vengo a hacer?
Me encogí de hombros, —No lo sé. ¿Cómo quieres que lo sepa? Ni que yo fuera un adivino.
—Que gracioso. Escucha, esto no es una simple visita, sino que vine a juntar todas las piezas del rompecabezas.
A lo que ella se refería, según lo que pude entender, es que venía a restaurar mi relación con la pelirroja.
Como si fuera tan fácil, Estella.
—¿Qué te parece si entramos y nos sentamos un momento para que me cuentes tu plan? —propuse, señalando con mi pulgar el interior del apartamento y dándole el espacio suficiente para que pudiera pasar.
Ella aceptó, por lo cual ambos nos dirigimos al sofá perteneciente a la sala. Una vez que estuvimos allí, cómodos sobre el esponjoso mueble, la recién casada empezó a contar su idea.
—Verás, Kim...
Narrador anónimo
Al día siguiente, la joven de cabellos cual escarlata se levantó de su cama de buen humor, encaminándose hacia la bañera para darse un baño en agua de pétalos de rosa. La olorosa fragancia se cuela en sus fosas nasales mientras enjabona sus brazos, permitiéndole disfrutar del momento. La cantante termina de bañarse, así que sale del agua, se envuelve en su toalla y camina hacia su habitación.
Parada frente al armario, ella abre sus dos puertas de par en par, permitiéndole contemplar la gran cantidad de opciones que tenía para vestir. Estira su mano y toma unos pantalones cargo de color verde militar y una blusa negra adherida al cuerpo. Se pone ambas prendas, las cuales le encantaron por cómo se ven juntas. Como maquillaje, se colocó un poco de base, corrector, rubor líquido y en polvo, y selló con un poco de polvo traslúcido. Para completar, se hizo un delineado sencillo y estuvo lista para salir.
Jary agarró su maleta —la cual había preparado el día anterior— y salió de su habitación, con el fin de acabar en el jardín delantero, donde la esperaba Adam para llevarla a una casa en la montaña. Resulta que ayer, en la tarde, Estella le propuso quedarse unos días en ese lugar para tomarse un descanso del mundo exterior, y ella aceptó pues, ¿a quién no le gusta descansar?
Al llegar allí, a la pelirroja casi le da un infarto al ver la altura de la montaña en la que pasaría las siguientes noches. Este es un lugar que, al ser tan alto, sus temperaturas descienden tanto que está cubierto de nieve por todos lados.
—¡Señorita Katie! —le grita Adam a lo lejos, corriendo hacia su dirección.
Apenas escucha su voz, ella se se gira hacia él, consiguiendo con esto ver cómo el pecho del hombre subía y bajaba con agresividad a causa de la falta de aire que sentía por la caminata, deteniéndose delante de la chica.
—La señorita Estella acaba de llamar y me dijo que le informara que ella tuvo un imprevisto y que por eso no la va a poder acompañar en su estancia aquí. Si quiere puedo llevarla de regreso a la ciudad, para que no esté sola.
—No te preocupes, Adam, puedo hacerlo, ya soy mayorcita.
Una hora más tarde...
—¡No puedo hacerlo! —se lamenta Jary, aguantando su frente con su mano derecha, dramáticamente. Empieza a dar vueltas en círculos en la cocina de la cabaña, cada vez más nerviosa—. ¿Quién va a cocinar? ¿Quién fregará los platos? ¿Quién me cuidará de los lobos del bosque? ¡¿Katie, por qué tuviste que decir que ya eras mayor?! Aún soy una niña que no sabe hacer nada por sí misma. Ni siquiera sé cómo prepararme el más simple de los bocadillos. ¡¿Qué voy a hacer?!
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UNIQUE LOVE✔ (#1SAGA: PRIMEROS AMORES)
Jugendliteratur🔥🔥🔥 Cuando somos pequeños lo único que nos importa es jugar, jugar, y jugar. Pero a medida que vamos creciendo nos preocupan cosas más importantes, entre ellas, el amor. Muchas personas creen que este sentimiento tan hermoso, y algunas veces do...