Kaito KimMis oídos alcanzaron a escuchar el sonido de unos pasos acercarse desde la distancia, por lo cual giré mi cuello hacia atrás y pude comprobar de quién se trataba, Jary, sin aquella chica de cabellos castaños. Eso era raro, después de todo habían dicho que irían a hablar.
Mi pelirroja se detuvo al haber llegado a la mesa y tomó asiento a mi lado, parecía aliviada o algo así.Me acomodé en mi silla de tal manera que pudiera verla mejor, —Jary, ¿de qué hablaron tú y esa chica, si se puede saber?
Las extremidades de sus labios ascendieron ante mis palabras. Sus ojitos color ámbar me miraron de una forma tan tierna e irresistible que transmitía cierta sensación de paz a todo el que la observara, —¿Ya te he dicho lo guapo que te ves cuando te pones serio?
Torcí una sonrisa y desvié la mirada, alagado por su cumplido, —Sí, es que yo... ¡No me cambies de tema! —la reprendí, apuntándola discretamente con mi dedo índice.
Ella infló sus mejillas y rodó los ojos. Entonces, volvimos a escuchar la voz de Hiro a través de las bocinas del local:
—Queridos invitados, amigos y familia, queremos informarles que esta celebración a llegado a su fin —quejas del público se hicieron presentes, las cuales acabaron al cabo de un corto tiempo—. Por eso, les damos muchas gracias a todos por formar parte de esta ceremonia, que seguro permanecerá el hermoso recuerdo en nuestros corazones.
Cuando el novio terminó de hablar, Jary y yo nos levantamos de nuestros asientos y nos dedicamos a despedirnos de los demás.
Una hora después, aún no nos habíamos marchado de allí porque las llaves de mi coche se habían perdido, y no recordaba el lugar exacto en el que las dejé. Aunque, para ser sincero, mi hermana se veía de lo más normal gracias a su novio.
La estrella del pop tampoco se había ido, pues, según ella, no quería tener que irse primero que yo. Seguro que ella se estaba aprovechando de mi tardanza para charlar con sus amigas.
Busqué por todos lados, en aquella mesa en la que nos habíamos sentado, en las hileras de asientos frente al altar, y por todos los lugares que se me venían a la cabeza. ¿Encontré las llaves de mi auto? No.
Narrador anónimo
En lo que el de cabellos azabache se esmeraba en su búsqueda, cierta motociclista estaba al punto de empezar su plan. Tras un breve pensamiento en el que imaginó las posibles consecuencias de su futura acción, ella abrió su bolso y de él sacó su teléfono. Lo desbloqueó y luego buscó en su lista de contactos a "su amiga Katie". Cuando la hubo encontrado, inició una llamada con ella
—¿Hola? ¿Quién me habla? —cuestiona Jary al ver que se trataba de un número desconocido.
—En diez minutos ve a la habitación cuatrocientos uno y te darás cuenta de quién es realmente tu novio.
—¿Qué? ¿Quién es usted? ¿De qué me está hablando? ¿Hola?
Eda separó el móvil de su oído y presionó el botón rojo, terminando con la conversación. El primer paso del plan estaba hecho: despertar la curiosidad de Jary para que fuese a esa habitación, en la cual Eda ya se encontraba.
La de cabellos castaños asomó su cabeza por la puerta del departamento, comprobando si había alguien que pudiera arruinar todo cerca. Al ver que no, ella cuelve a encender su teléfono, pero esta vez para llamar a otra personita.
—Dígame.
—Encontré la llave de tu auto, pero como no te ví fui a descansar. Ven a buscarla a la habitación cuatrocientos uno porque yo no iré.
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UNIQUE LOVE✔ (#1SAGA: PRIMEROS AMORES)
Novela Juvenil🔥🔥🔥 Cuando somos pequeños lo único que nos importa es jugar, jugar, y jugar. Pero a medida que vamos creciendo nos preocupan cosas más importantes, entre ellas, el amor. Muchas personas creen que este sentimiento tan hermoso, y algunas veces do...