El nido del águila// Traducción. Dramione

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Sueños y libertades

La historia contiene mas palabras o frases en cursivas, que no puse así por que me dio flojera 

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El cementerio estaba lleno de velas blancas. Algunos descansaban en la hierba junto a lápidas, mientras que otros en votivas de vidrio flotaban sobre tumbas, a pocos pies en el aire. Perplejo por cómo había llegado allí, Draco miró a su alrededor, esperando pistas. Se veía exactamente como el día que enterraron a su abuela, con una sola diferencia: ese día, había dolientes ... muchos de ellos.

La vida era algo para celebrar. La muerte, como conclusión de la vida, fue honrada. Así era como hacían las cosas todos los pura sangre en el conocido de los Malfoys. La difunta abuela de Draco, Linnaea Malfoy, había sido una buena mujer. Por lo tanto, muchos habían asistido a su funeral.

Aquí, sin embargo, solo había un pequeño grupo de dolientes, todos acurrucados juntos sobre un conjunto de dos tumbas abiertas. Con la curiosidad ganando, Draco se acercó a la pequeña reunión de siluetas negras, ignorando las miradas altivas en sus rostros irreconocibles. Sus ojos parpadearon hacia las lápidas.

El primero era de su padre y el segundo, de su madre.

Horrorizado, observó cómo la tierra fresca se desplazaba mágicamente hacia los agujeros abiertos en el suelo, oscureciendo los ataúdes dobles de la vista. Tal vez estaba mal de su parte, pero no estaba seguro de si estaba triste de que se hubieran ido, o aliviado.

"Las tradiciones deben ser mantenidas, Draco", le susurró una voz al oído. Era imposible saber cuál de las figuras cercanas había emitido este recordatorio.

"No podemos permitir que los pura sangre se extingan", dijo otro. "¿Qué sería de la clase maga si no quedara pureza en ella?"

Con convicción, un tercero dijo: "Se extinguiría".

Las voces de otros sin rostro comenzaron a encogerse sobre él, una confusión de formas oscuras, capas agitadas y botas arrastrando los pies. Draco se encontró repentinamente rodeado.

"Depende de ti continuar con nuestras tradiciones, Draco".

"¡Estaremos observando para asegurarnos de que lo hagas, Malfoy!"

Con un jadeo y un estremecimiento, Draco se sentó en la cama. Podía escuchar a Macmillan roncar como un bulldog dos camas más allá, mientras Zabini emitía un gruñido somnoliento ocasional. Rivers estaba completamente en silencio, pero siempre lo estaba.

Con el corazón martilleando a una cadencia elevada, Draco hizo todo lo posible para calmarse estabilizando su respiración. Despegó las cortinas de su dosel y miró el reloj en su mesita de noche. Decía 3:09.

Poco más de cinco horas, registró mentalmente con un suave suspiro de alivio. Fue la mayor cantidad de sueño que había tenido en una sola vez durante los últimos cuatro días. La ansiedad lo había atormentado desde el sexto año, y el insomnio se había establecido en el año siguiente. Ambos se habían exacerbado aún más por el incidente del mandala con Granger.

Como el encendido de una llama tartamudeante en una lámpara de gas, Draco se despertó. La pesadilla había arruinado cualquier esperanza de dormir más esa mañana, pero había llegado a esperar sucesos de esa naturaleza. Tendría que contentarse con cinco horas.

Flexionando sus dedos rígidos para que funcionaran correctamente una vez más, comenzó a picar un cigarrillo. Dado que todavía era demasiado temprano para el desayuno, se pasó un peine por el cabello y se puso la ropa. Arrastrándose escaleras abajo, se dirigió al balcón del quinto piso en la base de la Torre Ravenclaw.