Capitulo II - Viejas amistades

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La luz en mi rostro me despierta, pasé gran parte de la noche intentando recordar lo que había pasado y por más que lo hago me es imposible hacerlo, es frustrante tener todo nublado dentro de mi cabeza. Miro el reloj de mi mesa de noche son las 10:30 del día lunes... ¡Mierda, la audición!, como sea me pongo de pie haciendo que caiga sobre el suelo con fuerza - Por un carajo - Digo molesta, bendiciendo que nadie me haya escuchado o visto a tan semejante caída, tan pronto como puedo me meto al baño y lavo mi cuerpo.

Mi cabello sí que es un completo caos en este momento; cuando salgo de este, me pongo frente al espejo para maquillarme, hoy mis ojos están extremadamente cansados, las ojeras parecen llegar hasta la comisura de mis labios (solo exagero ante tal detalle), aunque lejos de la realidad no estoy. Todo lo que hago es muy básico al igual que con mi cabello aún mojado -.

Creo que tendré que dejarlo así - Digo.

Cuando salgo me pongo lo primero que encuentro, es decir, una sudadera gris con pantalón deportivo negro y unas zapatillas grises - Mis ojos van en busca del reloj, ¿Queeee?, debo estar en menos de 5 minutos y el lugar está a 30 de acá... - ¡Necesito una máquina del tiempo!, salgo tan rápido como me es posible y empiezo a trotar en dirección a la NYU, si, la audición será allá, bueno, en un teatro cerca.

No sé cuánto llevo trotando ya mis pies empiezan a doler y mas cuando he descansado poco. Sé que faltan unas tres calles para llegar,las cruzo sin fijarme en coches o en cualquier cosa que tuviese ruedas. Me detengo en la puerta y veo que la chica de la recepción está por irse - Hola - Me mira de arriba abajo con desprecio -.

Las audiciones ya terminaron - Niego -.

No, es que .... Dios, vengo corriendo desde casa, por favor... déjeme pasar - Niega -.

Ya terminaron, era hasta las 11... no hasta las 12 - Mis manos empiezan a mover mi cabello con desesperación -.

Lo sé, es que me pasaron muchas cosas en el camino... yo - En eso sale, parece ser los directores del lugar -.

Sammy... nos vem... ¿te conozco? - Dice el hombre de una avanzada edad, quién no deja de mirarme, si, es el director de la película. Había enviado mi audición previamente, era requerimiento para pasar al segundo filtro, al cual no podré audicionar - .

Creo que si, soy Hailee Steinfeld... - el sonríe y mira a quien parece ser su asistente - .

Tu audición nos gustó demasiado, creíamos que no ibas a venir - ¿Queee?, ¿les gustó? ...wow, solo audicioné una vez, no entiendo -.

¿Enserio? - Asiente -.

Ven, hagamos la segunda prueba - Ellos se devuelven y miro a la chica que estaba en recepción con cierto triunfo en mi rostro, su mirada es de asco y tal vez un tanto de decepción - Gracias - Les digo emocionado mientras los sigo-.

La audición parece ir genial, Jim parece fascinado con mis dotes artísticos y me pide que regrese mañana, no sé para qué, pero acá estaré a las 6 a.m, si es necesario.

De camino a casa recuerdo que mi teléfono pasó a mejor vida, pero no tengo el suficiente dinero como para comprar uno nuevo, así que me decido por ir a saludar a Justin, tal vez con el pueda conseguir uno. Justin es un antiguo amigo de la NYU, nos conocimos hace algunos años y por no decir que fue mi crush durante toda la carrera de cine. Seamos sinceras Justin Hartley es el tipo que toda chica desearía tener, es atento, atlético, tiene unos ojos cafés hermosos y una sonrisa que cualquiera mataría por tener - Pero no es igual a la de Matthew - Mi mente me traiciona con semejante pensamiento ante ese ser tan despreciable y jodidamente sexi, no, otra vez, no.

El camino es relativamente corto, el taller se encuentra completamente vacío, no entiendo como es que estudias cine y terminas arreglando coches y motocicletas - Hola, ¿está Justin?- Le pregunto al hombre panzón de la entrada -.

Pero mira nada más - La voz me distrae, es Justin, su metro noventa se hace notar cuando me abraza - que tenemos acá, la chica más guapa de toda la NYU - Ambos sabemos que miente o eso creo - ¿Qué tal todo Hailee?, cuanto tiempo sin verte... ¿dos años? - asiento y este me vuelve a abrazar - Pasa - se suelta de mi - Ignora a Charles, siempre anda de malas pulgas - camino tras él, hasta que llegamos a su pequeña oficina, abre la puerta y me pide que me siente en una de las sillas, cosa que hago sin pensarlo dos veces- ¿Qué trae a Hailee Steinfeld por aquí? - Dice con una amplia sonrisa -.

Trabajo, ya sabes... - El ríe -.

Siempre pensé que ibas a ser una completa estrella de cine o de cualquier cosa que pasara por tu cabeza - Río -.

Aun no logró debutar - Abre los ojos tan grandes que parece que fueran a explotar -.

Por Dios, acaso no miran los directores a semejante mujer... Tienes los ojos mas hermosos que yo pude ver en esta vida, ese color avellana que hacen dudar de la sexualidad de cualquiera, un cuerpo de envidia, (no todas tienen esos abdominales) - exagera con su movimiento de manos - y por Dios, esa sonrisa tan perfecta que tienes y seguido de eso, eres el ser más talentoso que yo pude conocer, cantas, bailas, actúas... ¿Qué te falta?, ¿volar? - Río con sarcasmo -.

No digas tonterías - bebe de su café y vuelve a mirarme - .

¿Tonterías?, tonterías son las que no ven los directores - Vuelvo a reír -.

Mejor cuéntame, ¿Qué tal todo en New York? - Niega -

Los federales quieren ponerme entre la espada y la pared, creen que vendo drogas - lo miro asustada - Nada de qué preocuparse y que un buen abogado haga lo que le corresponde... - Asiento - Tan callada como siempre... ¿Cuándo regresaste y por qué no me enteré? - bajo la mira por unos segundos para volverla hacia él -.

Lo siento, con lo de la audición y ver nuevamente a Ava y Jess, me olvidé completamente de ti... aunque en mis planes siempre estuvo venir a visitarte - Vuelve a beber de su café -.

Soy tu última opción, no sé cómo siempre vas tras esas gatas - Me río cuando usa ese termino con ellas. Verán Ava y Jess son el demonio en versión "buena", aún así las quiero y son mis amigas o eso creo - Sé que las defenderás, pero allá tú - Tocan la puerta y esta inmediatamente se abre - Señor, lo busca el señor  Dalgliesh - Justin suelta un suspiro - voy en un minuto -le responde con desgano. La puerta se cierra y este me mira -¿Te gustaría acompañarme? - Lo miro y sonrío -.

Por tu cara, créeme que lo haré - ambos nos ponemos de pie, salimos y nos encontramos con aquel hombre... No puede ser cierto.

Peligro En Mi CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora