Capitulo XLIV - Una sorpresa peluda

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Un par de suaves besos en mi cuello me despiertan, una costumbre encantadora de Matt para comenzar el día. Mientras me estiro y abro los ojos, él se incorpora en la cama con una sonrisa cálida.

Buenos noches, cielo. ¿Cómo dormiste? —me saluda con voz suave.

Bien, aunque aún estoy medio dormida. ¿Qué hora es?  - pregunto, tratando de ubicarme en el tiempo -

Casi las 10 . ¿Tu familia ya está instalada? - asiento, aunque parece que ando en las nubes, en modo trance dirían las malas lenguas en el que intento recordar lo sucedido hace algunas horas - 

Vaya, ando medio dormida aún - sonrío - y amo cuando despierto con tanto dulzura en el aire - él me da un corto beso en los labios -.

Matt se sienta a mi lado y comienza a contarme sobre sus grabaciones del día. Parece contento, a pesar del evidente cansancio en sus ojos. Le pregunto si quiere cenar algo, y decidimos bajar a la cocina juntos.

Fue un día agotador, pero las grabaciones salieron geniales, por cierto hay algo que tengo para ti - me dice Matt mientras intentamos preparar la cena, aún sabiendo que somos un completo desastre en ella - solo espero que mi hermano si lo tenga listo, con tantas cosas que han pasado posiblemente se le pudo olvidar - limpia sus manos y saca su teléfono, escribe algo en él para luego dedicarme una tierna sonrisa -

¿Qué estás tramando, Matthew Dalgliesh? - le digo de una manera bastante coqueta -

No es nada malo, solo espero que te guste. La sorpresa ya viene para acá - Me quedé boquiabierta. No tenía ni idea de qué se trataba esta sorpresa, pero la anticipación me llenó de emoción -

¿Pero qué estás planeando?  - pregunté, sin poder contener mi curiosidad - ya, dimeee - Hago como niña berrinchuda, (surtía efecto en papá, no se si en Matt haga lo mismo pero nada pierdo con intentar) -

Solo un poco de paciencia - Matt se rió y simplemente me guiñó un ojo. 

El hermano de Matt llegó con una caja mediana, la cual le entregó con una sonrisa cómplice. Me saludó brevemente antes de retirarse, dejándonos a Matt y a mí con la intrigante caja en nuestras manos. Matt, con una sonrisa aún más amplia, comenzó a abrirla mientras yo intentaba echar un vistazo  al contenido.

Sin embargo, antes de que pudiera ver lo que había dentro, la alarma de incendios irrumpió con un pitido en la escena. Mis ojos se abrieron con sorpresa cuando vi como un sutil humo se elevaba desde una sartén olvidada en la estufa. Parece que la emoción de la sorpresa nos hizo descuidar la comida.

¡La comida! - exclamé, apresurándome hacia la cocina.

Matt dejó la caja sobre el comedor y se unió a mí mientras yo apagaba la estufa y abría las ventanas para que el humo escapara. Ambos nos miramos y, en lugar de frustrarnos, estallamos en risas.

Bueno, parece que la sorpresa inicial es un poco más emocionante de lo que esperábamos - dijo Matt entre risas- 

Asentí, todavía riendo mientras intentaba disipar el humo persistente. La caja seguía en el comedor, esperando a ser descubierta. Aunque el plan inicial se vio interrumpido por la pequeña emergencia en la cocina, la risa compartida y la sorpresa aún palpable en el aire agregaron un toque especial al día. Después de apaciguar el humo y la alarma, un ladrido inconfundible captó nuestra atención. Matt y yo nos miramos, salí en busca de ese sonido, es decir, la caja, pero Matt es mucho más rápido que yo y llegó antes, sus ojos se abrieron con anticipación, y cuando abrió la caja, una expresión de alegría inicial se desvaneció en preocupación.

¡Oh no! - me mira con cierta ansiedad. Corrí hacia él, intentando ver lo que había dentro de la caja, pero Matt, con un gesto protector, se interpuso - Creo que la sorpresa se dañó - Dijo con algo de desilución. Al inicio fue una reacción de incertidumbre, pero luego, al mirar a Matt, noté un destello de diversión en sus ojos. Pude ver la anticipación de la sorpresa original, pero ahora había una nueva sorpresa: un cachorro juguetón que movía la cola con entusiasmo -

¡Un cachorro!  - grito demasiado emocionada. le quito la caja a Matt y, con cuidado, saqué al cachorro. Sus ojos curiosos y su pequeña lengua lamiendo mi rostro me llenaron de alegría. No podía dejar de sonreír mientras el adorable animalito me daba la bienvenida con su cariño. Noto la mirada nerviosa de Matt, ¿que pasó?.

¿Te gusta? - Sin dudarlo un segundo, le di un beso -

Matt, es increíble. Es uno de los regalos más hermosos que alguien me ha dado. ¡Lo amo! - El rostro de Matt se iluminó con alivio y felicidad mientras tanto el pequeño cachorro, ajeno a la sorpresa que había generado, continuaba explorando llenadome de ternura. - Mira como mueve su colitaaaa - Me emociona ser madre perruna - enserio, gracias - le doy otro beso a Matt quien lo corresponde casi al instante -

Lamento informarte o más bien recordarte que nuestra cena se quemó, ¿pedimos algo? - Con la atención puesta en mi bebé perruno, había olvidado el casi incendio que iniciamos Matt y yo en nuestro intento de cocinar

¿Noche de hamburguesas? - digo entusiasmada mientras no dejo de acariciar a mi nene

Vale, haré el pedido - dice con neutralidad -

Mientras esperábamos la entrega de la cena, el cachorro se convirtió en el centro de atención. Matt y yo nos unimos en juegos y risas, siguiendo al pequeño explorador mientras descubría cada rincón de su nuevo hogar. El estrés del incidente con la cena se desvaneció ante la alegría que el cachorro aportó a nuestra velada.

Finalmente, cuando las hamburguesas llegaron, nos sentamos a cenar con el nuevo miembro de la familia curioso a nuestro alrededor. La noche se desarrolló con risas, conversaciones relajadas y de un bullicio alegre.


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