Capítulo LV - Mala idea

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Matt pasó el día en casa, nos encontramos con Ella. A pesar de que se conocían desde hacía mucho tiempo, era evidente que no se llevaban del todo bien. Desde el momento en que se saludaron, la tensión entre ellos era palpable, pero ambos eran lo suficientemente educados como para mantener las apariencias. Decidimos salir a cenar juntos en un restaurante cercano. Mientras compartíamos la comida y la conversación, la rivalidad sutil entre Matt y Ella se hizo más evidente. A pesar de mis intentos por mantener un ambiente agradable, era claro que había cierta incomodidad entre ellos debido a su historia pasada. 

Luego, decidimos ir a un bar cercano para tomar unos tragos y relajarnos. El ambiente en el bar era animado, y pronto un chico comenzó a coquetear con Ella. A pesar de su cortesía, Ella rechazó sus avances una y otra vez. Yo no pude evitar reír ante la situación, lo cual no pareció agradarle a Ella en absoluto. Cuando el chico finalmente se rindió y se alejó, Ella suspiró y me miró con una expresión de frustración.

Siempre me coquetean las personas equivocadas, ¿sabes? Nunca la persona que realmente me gusta - La miré con simpatía -

Esa persona simplemente no te merece, Ella. Eres una persona increíblemente valiosa y especial. Algún día, alguien se dará cuenta de lo afortunado que es de tenerte a su lado - Ella sonrió, agradecida por mis palabras - 

La noche en el bar continuó y, después de un par de tragos, Ella y yo decidimos dar rienda suelta a la diversión en la pista de baile. Matt se quedó en la barra, observándonos con una mirada intensa que me hacía sentir bastante cómoda. No podía evitar notar que su presencia se hacía más notoria a medida que avanzaba la noche.

La música era enérgica y envolvente, y pronto nos sumergimos en la atmósfera festiva del lugar. Bailar era una forma de liberar tensiones y olvidar, al menos temporalmente, los problemas. Sin embargo, en medio de la diversión, sentí una mano en mi cintura, que me agarró con fuerza, y fui bruscamente apartada de mi amiga. Era un hombre desconocido que se acercó de manera inapropiada, susurrándome "Estas demasiado buena para está noche". Mis ojos se abrieron de sorpresa, y antes de que pudiera reaccionar, Matt apareció de la nada. Tomó mi mano con firmeza y me separó del hombre desconocido sin decir una palabra. La mirada de Matt ardía de ira mientras se enfrentaba al intruso, y a pesar de que la situación era incómoda, me sentí un poco reconfortada por su intervención.

Mantén tus asquerosas manos lejos de MI ESPOSA - sus palabras me tomaron por sorpresa. Mis pensamientos se nublaron ante esa palabra, ya que no estábamos casados ni comprometidos de ninguna manera. Sin embargo, Matt parecía dispuesto a protegerme como si lo fuéramos.

El hombre en cuestión, recuperando la compostura, lanzó un puñetazo hacia Matt, quien no cayó ante el golpe. En lugar de eso, se abalanzó contra el hombre, y la pelea comenzó a intensificarse. Estaba tan sorprendida y confundida por la situación que me quedé paralizada en medio de la pista de baile.

La pelea atrajo la atención de otros asistentes del bar, y pronto, un grupo de personas se formó alrededor de Matt y su oponente. Gritos y aplausos se mezclaron con la música, creando un caos momentáneo en el lugar. Ella, que había estado observando la escena en silencio, se acercó a mí.

Esto se está poniendo feo. ¿Qué hacemos? - No tenía una respuesta clara. Mi mente estaba llena de confusión y preguntas, mientras mi esposo, o lo que sea que fuéramos, luchaba en medio de la pista de baile -

La pelea en el bar se intensificó, y en medio del caos, Matt y el otro hombre intercambiaron golpes y empujones. La música seguía sonando, pero los gritos y aplausos de los espectadores se hacían cada vez más fuertes. La adrenalina fluía a medida que la pelea se descontrolaba.

Finalmente, los guardias del bar intervinieron y lograron separar a Matt y al hombre. Lo sacaron del bar entre disculpas y advertencias, mientras la multitud continuaba observando la escena con un murmullo emocionado. Matt, aún lleno de energía y con heridas menores, miró alrededor con una mezcla de satisfacción y molestia. Nos ofrecieron una mesa apartada del resto de los clientes como una especie de compensación, pero no estábamos de humor para continuar la noche. Rechazamos la oferta y decidimos marcharnos a casa.

Después de la intensa noche en el bar, regresamos a casa, donde Ella se retiró a mi habitación para descansar. Matt y yo nos quedamos en la sala, donde me dispuse a limpiar sus heridas. Mientras me ocupaba de curar sus rasguños y moretones, no pude evitar preguntar sobre la palabra "esposa" que había pronunciado durante la pelea.

Suena bonito, ¿verdad? - Matt me miró con una sonrisa suave y, con un brillo de complicidad en sus ojos.Repitió esas palabras mientras continuaba curando sus heridas. Sus ojos se encontraron con los míos, y en ese momento, la habitación se llenó de un aire de complicidad y romance. Era extraño, pero hermoso al mismo tiempo.

No pude evitar sonreír y, en un impulso, le di un corto beso. Después de todo lo que habíamos pasado esa noche, ese gesto pareció apropiado. Continuamos cuidando de las heridas en su rostro en silencio, pero nuestras miradas seguían hablando un lenguaje que trascendía las palabras.

¿Y si salimos un rato? -  Matt preguntó con entusiasmo, mirándome con una chispa de diversión en sus ojos -

No, ya es tarde y debemos descansar -  respondí mientras terminaba de limpiar su rostro, asegurándome de que las heridas estuvieran cuidadas -

Duerme conmigo aquí en el sofá o podemos armar una cama en el suelo. Fui explorador y de los mejores - Matt hizo un puchero y propuso una idea poco convencional. Me reí ante su ocurrencia y asentí. -

Está bien, traeré las mantas - Pero Matt, aparentemente afectado por el alcohol que había consumido durante la noche, soltó un comentario inesperado.

 ¡Qué lindo trasero!  - Lo dijo en voz alta, y sentí cómo el rubor se apoderaba de mis mejillas -

Cállate, te pueden oír - Lo regañé en un susurro

Matt se dio cuenta de su error y se rió entre dientes, disculpándose en voz baja. Su risa contagiosa hizo que no pudiera evitar reírme como una idiota enamorada. La noche había sido intensa y llena de sorpresas, pero también había sido llena de momentos inolvidables y, al parecer, de un creciente lazo entre nosotros.



Peligro En Mi CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora