Capitulo XXXII - En casa

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Narra Matt

He estado conduciendo lo bastante rápido para llegar a tiempo, no sé porque, pero el solo enterarte de que algo malo puede pasar por más de que ya viste las señales y todo, cuando algo es confirmado sientes que va pasar en ese mismo instante, el cerebro funciona de una manera bastante compleja para mi gusto.

Llegamos - digo cuando estaciono el coche y bajo del mismo, Hailee hace lo mismo sin permitirme abrirle la puerta como ya es costumbre hacerlo -

Matt... - me dice cuando subimos al ascensor-

¿si?

Espero que en algún momento me digas la verdad de porque quieres que me quede contigo - sabía que ella no se iba a creer eso que le dije, fue lo único que se me ocurrió en ese momento -

Esa es la única verdad - le digo cuando las puertas se abren y entramos a casa. La guio hasta mi habitación y de allí, me tiro en la cama, esperando que ella haga lo mismo - es mejor tenerte cerca, así sea por una semana

Okay... ten en cuenta que terminé accediendo porque me voy pronto y no sé si nos veamos

Claro que sí, si es necesario me mudo a Los Ángeles - no puedo hacer eso y dejar a mi hermano, creo que me las tendré que ingeniar para poder estar cerca de ella -

Claro - dice acostándose a mi costado - ve a organizarte, interrumpiste mi hora de sueño - solo me río con lo que dice y hago lo que me pide, veo como ella acomoda la cama, parece que le gusta el espectáculo, no deja de mirarme -

Me intimidas

Te miro exactamente igual a como me miraste cuando te mostré el pijama que llevo puesta - bueno, es justo que lo haga. No me había dado cuenta, la bata solo se la quita cuando ya está metida en la cama. No tardo mucho, solo lavo mis dientes y me tiro a su lado, ella se acomodó sobre mí y al fin se queda dormida.

No puedo dejar de pensar en la situación en la que Hailee se encuentra involucrada, lo peor de todo es que ni enterada se encuentra, una parte de mi sabe que, si le dice algo con la terquedad que maneja, sacará sus propias conclusiones y actuará sin importar si muere en el intento de obtener algún resultado.

El sonido de mi alarma me despierta, en la cama no hay nadie y... ay no, carajo. Me tiro de la cama sin importarme nada, entro a cada habitación en busca de ella, pero no la veo por ningún lado, bajo los escalones, pero mi alivio llega cuando la veo bailando en la cocina.

Buenos días – pero no tengo respuesta alguna, debe tener sus audífonos puestos. Me acerco a ella, la tomo por la cintura y le doy un corto beso en su cuello –

Carajo – dice separándose – me asustaste – Me da un leve golpe en el hombro, yo solo exagero que me dolió. Se quita los audífonos – la próxima vez avisa

Te avisé, pero traías... - ella solo los mira y asiente – a todo esto, ¿Dónde está...?

Le di el día... - dice con una sonrisa pícara – espero no te moleste

No me molesta en nada – la vuelvo a tomar de la cintura, pero esta vez para depositar un beso en sus labios –

Perfecto porque hoy tenemos una agenda bastante apretada – dice mientras vuelve a lo que sea que esté haciendo –

¿Por las grabaciones? – empieza a servir un café y me lo pasa –

No, un día para nosotros...tengo todo planeado – dice orgullosa mientras me pasa el azúcar y así poder beberlo, solo le pongo dos de ello –

Suena interesante, ¿Qué planes tenemos? – digo, pero no puedo dejar de verla con ese pijama, mis ganas de tirarla en el sofá y hacerla mía, están por las nubes –

Primero, debo ir al aeropuerto a recoger a mi mamá – Dice, pero ahora sé que la señora Cher me odia a mas no poder. Me ahogo con el café – Tranquilo, se quedará en casa de Justin

No – digo limpiando el café que había derramado – de hecho, se puede quedar acá – ella niega –

Arruinaría nuestros planes – me pasa un plato con waffles, tocino y huevo... un desayuno bastante americano – no me malinterpretes, mi madre puede ser algo molesta si me ve con un chico que curiosamente me estoy quedando a dormir con él.

¿Te avergüenzas de mí? – llevando el tocino a mi boca intentando sonar ofendido –

Me avergüenzo de ella – toma de nuevo de su taza de café – y en la manera en que te puede tratar, los miles de preguntas que te puede sacar, en fin – Sí, es cierto, no es buena idea que venga a casa y mucho menos quiero que se entere de que yo era el mejor amigo de su hermano, sigo siéndolo, pero ahora es diferente – En fin, luego de eso tendremos que comprar algunas cosas, literalmente tenemos huevos y yogurt para la semana ...

Ou, Marie siempre ha sido la encargada de hacer compras... - ella niega –

No, ahora lo harás tu... - dice mandándome cosa que se me hace extremadamente adorable – y de eso, bueno... creo que tendremos la noche para nosotros –

Cita en casa, con vino – digo guiñándole un ojo – o tenías otro plan

La verdad es que no – dice acercándose a mí – y suena extremadamente tentador – se muerde el labio inferior –

Hailee

¿Si?

Juro por lo que sea que, si vuelves a morderte el labio, no llegaremos a grabaciones – ella solo se ríe y se aleja –

Me gusta ponerte nervioso – dice mientras toma asiento a mi lado – es divertido ver como quisieras hacer las mil y un cosas que pasan por tu mente...

Tendré que hacer lo mismo contigo

En eso se pone a comer y yo no puedo evitar pensar en cómo preparar la mejor cita romántica para esta noche, quiero decir, sé que podría hacer grandes cosas, pero solo quiero que ella se siente extremadamente cómoda y por un instante extremadamente feliz.

No tardamos mucho, a decir verdad, desayunamos y en cuantos nos alistamos, ya estábamos en camerinos... algunos del elenco no dejaban de preguntar por cómo iba todo entre nosotros, solo me limitaba a decir que lo normal en lo que puede estar una relación

Peligro En Mi CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora