Capítulo LXII - El fin de todo (2/5)

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A medida que recobraba la conciencia, la oscuridad que me rodeaba comenzó a adquirir formas y texturas. Mi vista, inicialmente borrosa, poco a poco se aclaró, revelando un lugar que no reconocía. Era como si hubiera sido transportada a otra realidad, lejos del estacionamiento y la espera angustiante.

Intenté moverme, pero la sensación de estar atada a una silla me dejó inmóvil. La resistencia de las cuerdas contra mi piel marcaba mi situación, mientras que la venda que cubría mi boca silenciaba cualquier intento de pedir ayuda.

La atmósfera en la habitación era opresiva, impregnada de un aire antiguo y rancio. A medida que mis sentidos se ajustaban, pude distinguir los contornos de lo que parecía ser una antigua fábrica abandonada. La oscuridad se cernía en cada rincón, creando sombras que danzaban en las paredes como espectros de un pasado olvidado.

El silencio era roto solo por el eco ocasional de algún sonido distante, como si estuviera aislada del mundo exterior. Intenté gritar, pero la venda en mi boca absorbía mis palabras, dejándome en una muda impotencia.

Mis ojos escudriñaron el entorno, buscando cualquier indicio de la presencia de alguien más. La incertidumbre y el miedo se mezclaban en mi mente, mientras trataba de entender cómo había llegado a este lugar y quién podía estar detrás de todo esto. La repentina intensidad de la luz me cegó momentáneamente, y cuando mis ojos se ajustaron, fui recibida por la presencia de un hombre que hablaba con una frialdad que me helaba hasta los huesos. Mis ataduras impedían cualquier movimiento significativo, y la venda en mi boca seguía siendo una barrera silenciosa.

Hailee, Hailee... - susurró la voz masculina, llena de un tono inquietantemente jubiloso - Es un placer finalmente conocerte en persona. Pensé que nunca llegaríamos a este punto, pero aquí estamos - El desconcierto y la confusión se entrelazaban en mi mente mientras intentaba procesar la situación. ¿Quién era este hombre y por qué me tenía aquí en esta oscura fábrica? Las lágrimas comenzaron a emerger, traicioneras, ante la impotencia de la situación. Mis labios sintieron el alivio al ser liberados de la venda que los mantenía presos. Aunque la luz seguía siendo intensa, ahora tenía la capacidad de expresar mis preguntas y preocupaciones 

¿Quién eres? - pregunté con una mezcla de temor y determinación, mientras mis ojos trataban de adaptarse a la brillante iluminación. Las lágrimas continuaban deslizándose por mis mejillas, revelando la tensión y el miedo que estaba experimentando. El hombre, que permanecía frente a mí, sonrió con cierta satisfacción.

Mi nombre no es importante, Hailee. Lo que importa es lo que tu quieres saber y las consecuencias de ello - Me observaba con una intensidad penetrante, como si estuviera escudriñando mi alma en busca de respuestas. Mis pensamientos corrían en busca de alguna conexión, alguna pista que me ayudara a entender por qué me había convertido en el centro de este oscuro juego - Has vivido tu vida como si estuvieras en un escenario, Hailee. Pero aquí, en este lugar, la realidad se desvela sin guiones ni ediciones - dijo con voz grave. Mis emociones oscilaban entre el desconcierto y la ansiedad. ¿Cómo podía alguien haber orquestado esta situación? ¿Y por qué yo? - Voy a mostrarte lo que está detrás de las cámaras, detrás de la pantalla - continuó - Vas a enfrentar las verdades que has evitado - Mis oídos resonaron con las palabras del hombre desconocido. Su tono ominoso hacía que cada sílaba resonara en la penumbra de la fábrica.

De repente, me encontré aturdida por su revelación de que, de alguna manera, conocía detalles íntimos de mi vida. Mis padres, mi lugar de nacimiento, incluso el hecho de que era la menor en casa. El vértigo de la situación se intensificó mientras mis pensamientos luchaban por comprender cómo alguien podía tener acceso a esta información tan personal.

Tu hermano, bueno, ese es un tema aparte - continuó, manteniendo su mirada fija en mí. La mención de mi hermano envió un escalofrío por mi espalda. ¿Qué sabía él sobre Griffin? ¿Cómo estaba involucrado en todo esto? -

La realidad se volvía cada vez más elusiva, como si estuviera atrapada en una pesadilla de la cual no podía despertar. La fábrica abandonada y el hombre misterioso eran testigos de mi vulnerabilidad, mientras enfrentaba verdades que hasta ahora habían permanecido ocultas.

¿Quién eres y por qué estás haciendo esto? - logré articular entre la confusión y el miedo. La respuesta del hombre estaba envuelta en un silencio amenazador antes de que finalmente hablara.

Soy solo un instrumento, Hailee, un mensajero de las sombras que has evitado. Tu vida, como la conoces, está a punto de cambiar. Y lo que sigue, lo decidirás tú misma - La enigmática declaración colgaba en el aire. El hombre se acercó a mí, permitiéndome ver de cerca las facciones que se escondían tras su misteriosa presencia. Una barba de varios días, cabello corto y unos lentes oscuros que añadían un toque de misterio a su mirada penetrante - Peter Steinfeld, un hombre con el cual hice muchos negocios - comenzó, su voz resonando en la fría atmosfera de la fábrica. Intenté mantener la compostura mientras escuchaba, pero la verdad que se estaba revelando era como un puñetazo en el estómago - Pero terminó siendo un asesino y un mentiroso por completo

¡No, eso no es verdad! - exclamé, mi voz cargada de incredulidad y desesperación. Mi padre, un asesino, la idea era inconcebible.El hombre continuó imperturbable, desentrañando una narrativa que parecía extraída de una pesadilla.

La fábrica en la que estás ahora, la construyó mi padre. Pero cuando los negocios de tu padre se volvieron sombríos y peligrosos, decidió que era mejor destruir las evidencias - El hombre, con una frialdad imperturbable, respondió tomando mi mandíbula entre sus dedos, anclando mi mirada a la suya - Mató a mi padre a sangre fría - susurró, dejando que las palabras se filtraran en la atmósfera tensa. La intensidad de su relato pintaba una imagen aterradora en mi mente, una imagen que se resistía a ser aceptada - Vi cómo cada gota de su sangre corría por las manos del señor Peter - continuó, mientras el horror se apoderaba de mí. La imagen de su padre, asesinado de esa manera, se materializaba frente a mis ojos, desgarrando cualquier esperanza que había quedado en mi corazón - Cuando este me vio, quiso hacer lo mismo, pero fui más rápido y logré escapar.... Tan solo era un adolescente para presenciar tremenda escena, ¿no crees? - concluyó, dejando que sus palabras flotaran en el aire con un desafío sutil.

¡No! Mi padre jamás haría algo así - protesté con vehemencia, intentando aferrarme a la imagen del hombre que conocía, el padre amoroso y exitoso que siempre había estado presente en mi vida.Pero el hombre desconocido silenció mis palabras con un gesto rápido, como si estuviera acostumbrado a aplacar cualquier resistencia. Su mirada fría y despiadada no dejaba lugar a dudas. 

Su viaje a Londres implicaba unirse a la familia Cavill, familia la cual se ha encargado de crear y distribuir la suficiente droga en este país y en el tuyo - La revelación golpeó como un martillazo, dejándome aturdida. Las palabras se aferraron a mi mente, envueltas en una verdad que se resistía a aceptar. ¿Mi padre, involucrado en actividades criminales tan oscuras? La fábrica abandonada se convirtió en un escenario siniestro donde los secretos más oscuros de mi familia emergían, desgarrando la fachada que tanto me costaba mantener en pie. Negué con la cabeza, sintiendo que mi mente estaba enredada en un torbellino de confusión y shock - ¿Te suena el apellido Cavill? - preguntó el hombre, desafiándome a enfrentar la realidad que estaba revelando. Mis pensamientos giraban frenéticamente, tratando de buscar cualquier conexión con ese apellido - Creo que lo he escuchado un par de veces, pero no sé de quién se trata - admití con sinceridad. La verdad era que mi conocimiento sobre los Cavill era limitado, y las piezas del rompecabezas que se revelaban ante mí eran tan desconcertantes como inquietantes.








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