Capitulo XXVI - Confesiones parte III

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Finn no obtuvo respuesta alguna de mi parte, pero aun así no se quedó quieto he hizo de todo para hablar con Matt, él y sus asuntos externos son primero, no quiero sonar celosa o a que necesito de su atención, pero si me gustaría que por lo menos habláramos más y que no se comportara como un idiota, cosa que sabe hacer perfectamente bien, ambos se ponen hablar alejados de la mesa mientras que las chicas y yo hablamos de más de una trivialidad.

A un chico solo ponle algo de deportes y ya lo tienes – Me río porque de cierta manera no tiene nada de falso. No paro de beber, ya el mundo me da algo de vueltas y siento como hay algo de nostalgia la que recorre mi cuerpo - ¿Por qué esa cara Hailee? – pregunta Ester –

No es nada... solo – no sé porque, pero desde que grabé aquella escena del tejado no logro sacar de mi mente la muerte de mi hermano, sé que pasó hace mucho tiempo, pero el solo revivirlo es como si volviera a ser la niña indefensa de 12 años que no sabe cómo actuar cuando veía a su madre llorar – es complejo decirlo

No me digas que Matt te pone de esa manera, lo voy a...- se pone de pie Kelly a lo que niego - ¿entonces?

Matt, no tiene nada que ver con esto... - tomo otro trago – Solo recordar a mi hermano me pone mal y eso que fue hace mucho tiempo – Ella me acaricia la espalda – Lo siento, no quiero dañarles la noche... – limpio las lágrimas que empiezan a salir

No seas tonta, pequeña – dice Ester – estás en todo tu derecho de extrañarlo – Asiento – supongo que eran muy unidos – asiento – es normal, mira el lado bueno te libraste de una batalla campal cada que alguno no estaba de acuerdo en algo – ese comentario, aunque parezca cruel hace que me ría –

Lo sé, pero... - tomo aire – cuando Kelly mencionó lo de la escena, se removió ese instante y fue como vivirlo nuevamente – Kelly me mira asustada – no, no te preocupes ... solo es algo que pasa y bueno, debo aprender a vivir con ello como lo he hecho los últimos años – quito nuevamente las lágrimas que salen – Disfrutemos la noche, es todo

Apoyo esa parte – dice Ella poniéndose de pie – Vamos a mover ese culo, chicas – Todos se ponen de pie, mientras que Ella me tiende la mano y vamos hasta la pista de baile –

Empezamos a bailar al ritmo de la electrónica y de ciertas canciones que desconozco. Es divertido ver bailar a Ester, saca los pasos prohibidos de una manera en la que Simon Cowell le gritaría que dejara de dañar la visión de las personas, no puedo evitar reírme mientras bailo, el alcohol ya está completamente apoderado de mi cuerpo y ahora me vale un carajo quien me esté viendo.

No puedo creer que Ester parezca gusano agonizando – Dice Kelly mientras nos pasa unas bebidas – ¡Vamos saca lo perra que llevas dentro! – le grita, mientras que ella le saca el dedo de en medio –

Tiene... -digo entre risas – un estilo particular

¿Particular? – contesta Ella – yo diría exótico – hace que me ría con demasiada fuerza –

Adorable eso... - a todo esto ¿a dónde se fue Matt con Finn?, intento buscarlo con la mirada, pero no lo veo –

No creo que estén muy lejos – dice Ella imitando lo que hago – Tranquila – en eso alguien me toma de la cadera cosa que me hace asustar, pero de inmediato reconozco la colonia –

Me asustaste – Pone su cabeza en mi hombre –

Lo siento, no era mi intensión – dice mientras mira hacia la nada - ¿Quieres bailar conmigo? – dime mientras hace que me gire para verlo mejor. Asiento – Chicos, me la robaré un rato – dice a lo que el resto solo aplauden. Llegamos al centro de la pista, empieza a sonar una balada bastante romántica, Ed Sheeran se hace presente con Thinking out Loud...

¿Por qué estabas mas distante de lo normal? – Le pregunto mientras empezamos a bailar –

Lo siento, no debí... tengo problemas con un patrocinador y, bueno, no quería dañar tu noche, la estás pasando genial con todo el elenco – mis manos están en su cuello – se que te he llenado de promesas, pero enserio Hailee, quiero estar contigo... - Se acerca a mi conectando nuestras frentes –

No quiero ser tu segunda opción Matt – el se aparta y me mira – tu tienes la cabeza en tus negocios y se que son importantes para ti... - Niega – me encanta que ames tu trabajo y que estés al 100% en él pero no quiero sentirme como la segunda opción de nadie o por lo menos el entretenimiento gratis, ya pasé por eso y no lo quiero repetir.

Te entiendo... - dice con una leve sonrisa – pero por ti haría hasta lo imposible, me acostumbre demasiado a trabajar que olvidé lo que es sentir algo por alguien y dedicarle el tiempo que se merece – vuelve a conectar nuestras frentes, agradezco que tengo zapatos altos porque tendría que agacharse bastante para solo hacer esa acción – llevamos casi dos meses hablándonos y créeme que esto que estoy sintiendo por ti, jamás lo había sentido por alguien... - me vuelve a sonreír –

Matt... - Intento hablar, pero interrumpe casi al instante -

Ya sé, suena a cuento barato y que ya lo has escuchado – cada vez es menos la distancia la que nos separa – pero necesitaba que lo supieras – se acerca tanto, al punto en que nuestros labios vuelven a reencontrarse, pero esta vez fuera de reflectores, ambos nos necesitábamos eso lo sé por la intensidad que hay puesta en el beso. Me separo para tomar un poco aire y poderlo mirar, a pesar de la poca luz sus pupilas se encuentran completamente dilatadas, el azul a desaparecido por completo –

Esta bien... - le sonrío – tendremos citas, pero no quiero que ni la prensa ni nadie se interponga entre nosotros – él me sonríe, pero esta vez con mayor entusiasmo – y tampoco quiero ser tu segundo plato – el asiente -

¿Es promesa? – asiento a lo que le extiendo mi dedo meñique para hacer el pinki promise, él se ríe, pero lo hace – prometido – me da un corto beso en los labios – cuando seamos novios oficiales, realmente oficiales, no te lo pediré en una discoteca mientras bailamos

Oye, a mí me parece extremadamente romántico... - le digo – Ed Sheeran está de fondo con thinking out loud... estamos bailando y por lo menos sé que no me dejarás de lado por tus negocios – digo arrugando la frente mientras él me toca con un dedo la punta de la nariz, me hace reír ese pequeño gesto – Eres una ternurita cuando te lo propones – eso lo hace reír un poco más, ambos nos giramos para ver a nuestros colegas aplaudir como si algo por fin se había dado, no noto el mismo entusiasmo en Ella quien se aparta del resto caminando hacia la mesa donde antes estaba el grupo.

Peligro En Mi CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora