Peligro En Mi Cielo

Capitulo XLII - Todo puede pasar

La sala de espera del hospital estaba impregnada de una tensión palpable, el tiempo parecía detenerse mientras Matt y yo esperábamos noticias sobre mi padre. La incertidumbre pesaba en el aire y el silencio se rompía solo por el suave murmullo de las conversaciones lejanas y el trajín de enfermeras y médicos.

De repente, la puerta de la sala se abrió y mi madre entró apresurada, con los ojos hinchados por las lágrimas. La vi y mi corazón dio un vuelco. Corrí hacia ella, y nos abrazamos con fuerza como si quisiera encontrar consuelo en su abrazo.

¿Cómo está papá? - pregunté ansiosa, mi voz temblorosa reflejaba la preocupación que se agolpaba en mi interior - Las lágrimas seguían recorriendo el rostro de mi madre mientras nos abrazábamos -

Hailee, recibió un golpe en la cabeza mientras ayudaba a Justin a cambiar las lámparas en casa. Se desmayó y no ha reaccionado - Mis ojos se llenaron de lágrimas al escuchar sus palabras. La incertidumbre sobre la condición de mi padre se volvía más abrumadora. La preocupación y el miedo se reflejaban en el rostro de mi madre, y sentí la urgencia de consolarla, a pesar de la tormenta emocional que atravesaba. La abracé con fuerza, intentando transmitirle calma y apoyo en medio de la tormenta. 

Mamá, vamos a enfrentar esto juntas. Papá es fuerte, ¿verdad? Seguro se recuperará - Ella asintió, tratando de sonreír a través de las lágrimas. Nos aferramos una a la otra, compartiendo la carga de la incertidumbre y esperando en la sala de espera, donde los relojes parecían moverse más lentamente que nunca.

La sala de espera se puso pesada cuando mi madre notó la presencia de Matt. Su rostro, que inicialmente estaba marcado por la tristeza, se transformó en una expresión de rabia que apenas disimulaba. No dijo nada, pero su rechazo hacia Matt fue evidente al esquivar a toda costa el abrazo que él intentó darle. Mis disculpas silenciosas se transmitieron a través de una mirada, y Matt, con la sensibilidad que lo caracterizaba, comprendió al instante.

Mi madre estaba visiblemente nerviosa, y yo no podía culparla. La incertidumbre sobre el estado de mi padre nos tenía a todos en vilo. 

Los minutos se sentían como horas mientras esperábamos noticias. La incertidumbre se volvía más difícil de sobrellevar, y cada vez que la puerta de la sala de espera se abría, sentíamos una mezcla de ansiedad y esperanza. Matt, con su presencia tranquilizadora, y yo, con el apoyo de mi madre, nos sosteníamos el uno al otro en este difícil momento.

Los pensamientos sobre el estado de mi padre ocupaban cada rincón de mi mente, pero traté de mantenerme fuerte. La espera se volvía más insoportable con cada minuto que pasaba, hasta que finalmente un médico apareció en la sala. Mi madre y yo nos levantamos de inmediato, nuestras miradas buscaban ansiosas cualquier indicio de noticias sobre el estado de mi padre.

El médico nos miró a ambas, y un suspiro colectivo de alivio escapó de nuestros labios cuando pronunció las palabras que tanto esperábamos. Solo había sido un leve golpe en la cabeza, mi padre ya estaba despierto y consciente. Realizarían algunos exámenes adicionales para descartar cualquier problema, y tenía un pequeño esguince en la pierna derecha, pero en general, se pondría bien. Abrazé a mi madre con fuerza, compartiendo un momento de emoción y gratitud. La preocupación que había estado pesando sobre nosotros se disipó, y la luz de la esperanza volvió a brillar en nuestras vidas.

Casi instantáneamente, corrí hacia Matt. Sus ojos reflejaban la misma alegría que sentía yo. Lo abracé con fuerza, agradecida por su apoyo constante. Una sonrisa se dibujó en su rostro, y después de ese abrazo tan necesario, compartimos un dulce beso.

Sabía que se pondría bien - dice con ternura, sus palabras resonaron en mi corazón, reafirmando la fortaleza de nuestra conexión y el apoyo incondicional que siempre había brindado.

Mi madre nos separó y le pidió a Matt que la acompañara para hablar a solas. Aunque no estaba segura de qué podría surgir de esa conversación, Matt asintió, mostrando comprensión hacia la situación. Mientras se alejaban, aproveché la oportunidad para preguntar si podía ver a mi padre, me demoré más en preguntar que en lo que me dejaron pasar.

La sonrisa característica de mi padre iluminó mi día tan pronto como entré en la habitación.

Mi princesita - con un brillo juguetón en los ojos, admitió ser un idiota por embarcarse en tareas sin alimentarse adecuadamente. No pude evitar reír, porque conocía bien la determinación de ese hombre para cuidar de sí mismo, y la idea de que olvidara comer era casi cómica. Continuamos hablando sobre trivialidades, sobre lo que había sucedido y sobre cómo había llegado a estar en ese estado. La risa y la complicidad se entrelazaban en nuestras conversaciones, recordándome la importancia de esos momentos cotidianos con mi padre.

Sin embargo, llegó un momento en que la charla tomó un giro más serio, llegando al tema de Matt.

¿Cómo te sientes respecto a Matt, mi princesita? - me tomo un momento para reflexionar antes de responder -

Papá, Matt es increíble, ha estado para mí, me está haciendo muy feliz, me cuida como si fuera algo muy importante para él, creo... que me enamoré - La mirada de mi padre expresaba complicidad y aceptación -. 

Siempre quiero lo mejor para ti, princesita. Si él te hace feliz y te trata bien, entonces tengo su aprobación - dice con una sonrisa -

Esa aprobación significaba el mundo para mí. Saber que mi padre veía y comprendía la importancia de Matt en mi vida reforzaba la seguridad en mis elecciones. Con esa bendición paterna, continuamos hablando sobre el futuro, sobre cómo superaríamos juntos cualquier obstáculo que se presentara.

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Tardé un mes para subir capitulos, lo cual es inaceptable, lo sé pero si, han pasado cosas que se salen de mi control, por una parte no encontraba inspiración y por otra, pasaron cosas bastante extrañas en mi vida.

he estado escribiendo poco a poco y siento que ahora si fluyen las ideas, como siempre, intentaré estár más presente, un abrazo y gracias por el apoyo.