capitulo VII - Debo confiar

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Mis manos tiemblan al igual que mis piernas, sabía que no era un hombre de fiar, algo malo me va pasar y por idiota lo provoqué, ¿Ahora qué hago? -.

Iremos a Colley - ¿Qué es eso y por qué suena a música de terror? - el hombre asiente y pone el vehículo en marcha. En lo que vamos camino a donde sea que vamos, estudio la posibilidad de lanzarme por la ventana, pero sería una muerte algo dolorosa, la otra sería golpearlo con tanta fuerza y luego a Marco su detective privado o chófer, la verdad no entiendo quien sea en realidad y huir como una súper heroína, pero no tengo esa facultad desarrollada. 

Los minutos siguen pasando y el auto al fin se detiene, es mi momento de escapar, tomar la puerta como lo hacen en las películas de acción y correr sin mirar, pero no lo hago pues sigo a Matthew cuando entra por una puerta gigante. (¡Ay no!, era mi oportunidad de escapar y no lo hice, vaya imbécil) - bienvenida a mi guarida - dice con una sonrisa cuando las luces se empiezan a encender automáticamente, parecen seguir un orden específico desde la entrada hasta el final del salón, parece un ¿Un estudio de grabación?... mmm ¿por qué me trae acá?, digo sé que es productor y toda la cosa, pero... bueno, no sé. Las paredes son de un café claro, parece madera, una consola de grabación con no sé cuántas cosas, (lo siento son demasiados botones) - normalmente suelo escribir allá - Me interrumpe cuando mi cabeza hacía la leve inspección del lugar, con un dedo hace que cambie la dirección de mi mirada para fijarla en el gran sofá negro que está pegado a la pared - luego componer la melodía y... - señala la cabina de grabación donde antes estaba mirando - esperar que alguien quiera grabarla - ¿me va decir que no tiene quien grabe una de sus canciones?, por favor... y es imposible que no cante -.

¿Por qué no las grabas tú?, luego editas tu voz si es necesario - le digo con sinceridad, cuando mi mirada se direcciona para ver su perfil-.

Porque yo no canto, solo escribo, no me interesa cantar - se quita el blazer negro, toma las mangas de su camisa y las sube hasta que estas quedan cerca a sus codos - solo estoy yo, con mi música... El 70% de mi tiempo - se sienta en el gran piano del fondo, no lo había notado - verás, cuando el peligro se acerca una canción puede ser la calma para esa tormenta o simplemente...

El tormento acabará por siempre con su calma – asiente mientras me acerco hacia donde él está, me siento a su lado (es un banco lo suficientemente grande para ambos), la cosa es que mi vista da hacia afuera mientras que la de él da hacia las teclas del piano - ¿Por qué me trajiste acá?, quiero decir... la cena estuvo, divertida - Sonrío de lado al recordar lo nervioso que lo ponía con mis gestos-.

Solo me pareció apropiado e importante que supieras quien soy - ahora su mirada está en mí, esto hace que por casi reflejo me gire - y quites esa perspectiva de asesino serial que tienes de mi - Bueno, el traerme acá me hace pensar en eso, creo que debo dejar de desconfiar en todas las personas que me rodean - No pienso hacerte daño... - Toma una pausa - A menos de que tú me lo pidas.

¿Qué?, ¿Quién en sus cinco sentidos quiere que le hagan daño? - Él me sonríe con algo de malicia, desvía la mirada al piano -.

No me refiero a ese tipo de daño... - porque no es lo suficiente claro con sus palabras, parece querer hacer un juego mental conmigo y no, ¡ay!... ya entendí, pero que atrevido -.

Oye... - Ríe con un poco más de fuerza cuando golpeo su hombro - supongo que así eres con cualquier chica que se te acerca - me niega, volviendo su mirada a mí-.

No, no soy de aventuras de una sola noche ... - Vuelve a desviar su mirada - Solo juego tú mismo juego - justo en el clavo, fui yo quien inició esto -.

Peligro En Mi CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora