Capitulo XI - ¿Celos?

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¿Tú qué haces aquí? – Le pregunto, pero su rostro parece de molestia – Matthew

Lo siento, vine a traerte esto – me entrega mi cartera, Dios, no sabía que la había dejado, eso explica porque por mi mente no pasó buscar el teléfono. Me la entrega – pero veo que ya tienes compañía – mira a Justin y luego una de las bolsas que llevo en mi mano – ¿te marchas? – niego-

No, solo...este... - no sé cómo decirlo -.

Se va a vivir conmigo – Dice Justin con una amplia sonrisa y tal vez con una exagerada felicidad

Ou...lo...lo siento – rasca su cabeza – tienes razón, gracias Marco por lo que hizo anoche – a mi mente regresa el momento en que casi nos besamos, solo me limito a asentir – Créeme Justin no pasó nada – Mira a Justin y lo mira tan confundido como yo, ¿de qué me perdí? – Lamento interrumpir... yo ... este... - saca sus llaves – mejor me voy.

¿Qué?, no.... antes necesitamos transporte – Ay no puede ser cierto, Justiinnn te voy a matar – ¿nos podrías dar un aventón?, enserio ningún coche quiere tomar la carrera – Justin me mira y sabe perfectamente que mi cara es de pocos amigos – Claro, si puedes – Eso no remedia nada

Claro, sería...sería...- ¿está nervioso?, ¿le pasó algo?- un placer, ¿me permite su bolsa? – me extiende su mano para que se la entregue, cuando se la doy nuestras manos chocan al igual que nuestras miradas, solo pasaron milésimas de segundos para que el se separara como si algo lo hubiese quemado – Lo siento – dice nuevamente pero esta vez es poco audible lo que dice, es más un pequeño susurro – Mi coche está afuera – sale primero, luego salgo atrás de él y finalmente Justin quien va a mi lado con su brazo por encima de mi hombro -.

Esta vez no te la perdono – le digo a Justin entre dientes, evitando que Matt escuche -.

Ay, es verdad lo que dije y el solo nos está haciendo un favor -.

Te odio

No, me amas y lo sabes – Llegamos hasta el coche, Justin me abre la puerta trasera y él se va en la del copiloto, después de todo no es tan mal amigo como parece. Abrocho mi cinturón y veo como Matt se sube al coche y lo enciende. Me mira por el retrovisor, hoy su mirada parece estar demasiado cansada-.

¿Para dónde vamos? – pregunta Matt

Para Murray Hill – dice con notable alegría, mientras mi mirada sigue en el retrovisor, gracias a ese pequeño espejo puedo verlo. Desvía la mirada con algo de molestia y pone el coche en marcha.

Pasan unos 15 minutos mientras que nos movemos, el tráfico está terrible esta mañana en la ciudad y el calor está insoportable, apenas y puedo respirar sin sentir el ambiente tan pesado. En el camino, una que otra vez nuestras miradas se cruzan, haciendo que se sienta como si me quemaran con demasiada fuerza, pero extrañamente me gusta que me mire -.

Entonces... - Interrumpe el silencio Matt, pone su mirada en Justin - ¿llevan mucho tiempo juntos?

Como unos cinco años, nos conocemos desde la universidad – Dice Justin – Fue como... es una diosa, es perfecta... - ríe, pero mi mirada se clava en las expresiones que hace Matt, ¿está molesto? un momento, cree que Justin y yo somos o tenemos algo – ya como más unidos, unos dos años – Su barbilla se marca con dureza, con ello deduzco que hay rabia o celos o qué sé yo -.

Vaya que eres afortunado.

el coche avanza, enciende la radio y empieza a pasar un par de canciones que hace que Justin cante sin vergüenza alguna, no vuelve a decir una sola palabra respecto a ello. El camino parece ser silencioso para ambos menos para Justin, yo no puedo dejar de mirarlo y en una que otra vez pasa su mirada... ¿en verdad piensa que Justin y yo?, no, es imposible, desde que salió del armario se ha encargado de mostrar sus preferencias, incluso cambió con demasiada fuerza su manera de expresarse o ¿solo lo noto yo por su ser su amiga?

Peligro En Mi CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora