Capitulo XLI - Siempre pasa algo

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El sol comenzaba a despedirse en el horizonte, pintando el cielo de tonos cálidos cuando Matt llegó a casa para nuestra cita romántica. Cuando abrí la puerta, me encontré con un ramo de rosas rojas en sus manos, y una sonrisa que iluminaba su rostro.

Haiz, estás hecha una diosa - dijo mientras me entregaba las flores - Estas rosas son poco para ti - Sonreí, completamente encantada por su gesto -

Gracias, Matt. Tú también luces increíble - Nos miramos con complicidad antes de salir de la casa, listos para una noche que prometía ser inolvidable - Matt tenía todo planeado. En el auto, me confesó que íbamos a un lugar muy especial a las afueras de Nueva York- 

Esta noche es solo para nosotros dos - añadió, y el brillo en sus ojos dejaba claro lo importante que era este momento para él -.

En el trayecto, la risa fluía fácilmente entre nosotros. Nos hacíamos bromas, cantábamos nuestras canciones favoritas y, de vez en cuando, compartíamos besos que dejaban un cosquilleo de mariposas en mi estómago. Cuando llegamos al lugar, nos encontramos con una vista espectacular de la ciudad desde lejos, las luces de parecían estrellas en el firmamento. La mesa estaba perfectamente decorada con velas titilantes, y la música suave envolvía el ambiente, creando una atmósfera mágica que nos absorbía por completo.

La cena fue deliciosa y la conversación, aún mejor. Lo miré a los ojos, encontrando en su mirada la sinceridad que tocaba mi corazón. Después de cenar, pedí que pusieran "Anyone" de Justin Bieber, una canción que adoro. Bailamos lentamente, entregándonos al ritmo de la música y a la conexión que compartíamos. Cada movimiento, cada instante, era como una página de un cuento de hadas, los edificios de la ciudad se extendían ante nosotros como testigos de nuestro momento íntimo.

Al final de la canción, nos detuvimos, y nuestras miradas se encontraron con complicidad. Matt tomó mi rostro entre sus manos y me miró con una intensidad que encendió mi piel

Me estas volviendo loco Hailee y esto que no está pasando es primera vez que lo siento con tanta intensidad - Sonreí, conmovida por sus palabras, y nos besamos de nuevo. Nos sentamos en la mesa, nuestras copas chocaron en un brindis lleno de más besos que palabras. Los besos se intensificaron, y entre risas y suspiros, la conexión entre nosotros creció con profundidad.

Sabes exactamente lo que puede pasar esta noche, ¿verdad? -  le digo con una sonrisa juguetona, rompiendo el beso - 

Matt me devolvió la mirada con una chispa traviesa en sus ojos y asintió. La noche estaba llena de posibilidades, y ambos sabíamos que estábamos a punto de escribir un nuevo capítulo cachondo entre los dos.

El sonido del teléfono de Matt rompió la armonía de la velada. Traté de ignorarlo, concentrándome en los besos que dejaba en su cuello. Pero la expresión en su rostro se volvía más seria con cada palabra que intercambiaba. Cuando mencionó que teníamos que irnos, mi protesta quedó atrapada en mi garganta.


¿Qué pasa, Matt? - pregunté, buscando respuestas en sus ojos. Él tomó mi mano y me llevó hacia la camioneta, donde continué insistiendo en obtener una explicación. La tensión se volvía más palpable con cada paso. Ya dentro del auto, mi paciencia se agotaba. Exigí respuestas mientras Matt guardaba un incómodo silencio. Finalmente, suspiró y dijo palabras que desencadenaron una tormenta de emociones dentro de mí.

Hailee es que...

¿Qué? - Me desespero cada vez más - ¿Qué está pasando? - mis manos empiezan a sudar, esto no me está gustando -

Es tu padre - ¿Eh?

¿Mi padre?, ¿Qué pasa con mi padre? - digo entrando en mayor desespero, mi padre es un hombre sano, no le puede pasar nada... es... NO

Sufrió un accidente, Justin me .... 

¿Qué? - Mis ojos se abrieron con incredulidad, mi mente se negaba a aceptar la realidad. El tiempo parecía detenerse mientras intentaba procesar la noticia. Las imágenes de mi infancia, la última vez que vi a mi padre antes de que se fuera en busca de un futuro mejor, inundaron mi mente.

Flashback

Parados frente a nuestra, con las maletas en manos, mi padre lloraba mientras se despedía de mamá. Mis lágrimas caían lentamente. Aunque no entendía completamente la magnitud de la despedida, sabía que algo estaba cambiando.

Papá, ¿por qué te tienes que ir? - pregunté, con la voz temblorosa y los ojos llenos de tristeza.Él se agachó para estar a mi altura y acarició mi cabello con ternura.

Pequeña, esto es para que tengas una vida mejor. Voy a extrañarte mucho, pero esto es por ti, por tu futuro .

Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras abrazaba a mi padre, sintiendo el latido de su corazón. Recordaba el aroma de su colonia, la seguridad que me brindaba su abrazo. En ese momento, no entendía completamente las complejidades del mundo adulto, solo sabía que mi papá se iba y mi corazón dolía.

La despedida fue difícil, pero mi padre prometió que volvería. Me abrazó con fuerza y me dijo que haría todo lo posible por regresar pronto. Mis pequeños brazos se aferraron a él como si pudiera detenerlo. Pero, en algún momento, tuvo que soltarme, y lo vi alejarse con su maleta por la calle.

Las lágrimas seguían cayendo mientras miraba su figura desvanecerse en la distancia. La sensación de pérdida, de un vacío recién descubierto, se instaló en mi pecho. Mi madre, con una sonrisa triste, me abrazó y me llevó de vuelta a la casa.

Desde aquel día, la ausencia de mi padre se convirtió en una presencia constante en mi vida. Las cartas y las llamadas se volvieron puentes que cruzaban océanos, pero nunca pudieron llenar completamente el espacio que él dejó atrás. Crecí con la esperanza de su regreso, con la promesa de un reencuentro que, incluso siendo niña, sabía que podría cambiar el curso de nuestras vidas.

Fin Flashback

Hailee - Me llaman pero lo escucho demasiado lejos como para atenderlo

Si, lo siento ... - No me dejó terminar solo puso la camioneta se puso en marcha hacia el hospital. La ansiedad se apoderó de mi corazón, y luché por contener las lágrimas. Matt intentó consolarme, pero mi mente estaba en otro lugar, en las memorias de mi padre, en el miedo a lo desconocido.

Llegamos al hospital, y la sala de espera se convirtió en nuestro refugio temporal. La incertidumbre pesaba en el aire mientras esperábamos noticias sobre la condición de mi padre. Matt, a pesar de su propia preocupación, intentó reconfortarme. Pero mis pensamientos estaban atrapados en el pasado y el presente, en la fragilidad de la vida y en la posibilidad de perder a alguien que amaba.

El tiempo transcurría lentamente, y cada segundo se sentía como una eternidad. Matt, con ojos llenos de compasión, me envolvió en un abrazo, compartiendo el peso de la incertidumbre. Juntos, enfrentamos la espera, la ansiedad y la realidad de que la vida puede cambiar en un instante.


Peligro En Mi CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora