Capítulo LXX - Ha vuelto

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*Pov Hailee*

Al abrir los ojos, me encontré con una realidad que parecía desdibujada, como si estuviera atrapada en un sueño confuso. A mi alrededor, las luces tenues del hospital creaban una atmósfera serena, pero mi mente luchaba por asimilar lo que veía. Mi conciencia se desplegaba lentamente, desentrañando la maraña de pensamientos que yacían en lo más profundo de mi ser.

Fue entonces cuando noté que alguien más estaba en la habitación. Sus ojos se encontraron con los míos, y un susurro de reconocimiento se filtró a través de la neblina de mi mente. Era Griffin, mi hermano perdido en el tiempo. Sin embargo, su presencia me resultaba desconcertante, una sombra del pasado que no esperaba encontrar en mi presente. Su voz, suave y llena de emociones contenidas, pronunció mi nombre.

Hola... - Mi corazón latió con fuerza mientras intentaba comprender la realidad ante mí. Las lágrimas empezaron a resbalar por mis mejillas, y un nudo en mi garganta se formó al darme cuenta de que estaba mirando a mi hermano, el mismo hermano que se suponía que había perdido para siempre.

En un instante, sus manos se extendieron hacia mí, y sin pensarlo, acepté el abrazo que había anhelado durante tanto tiempo. Fue como si el tiempo se detuviera, y nos encontramos en un abrazo que trascendía las palabras no dichas. Me sentí envuelta por la seguridad y el consuelo que solo un hermano puede brindar.

Las lágrimas que caían de mis ojos no eran solo lágrimas de confusión, sino también lágrimas de alivio. Griffin me hablaba con dulzura, asegurándome que todo estaría bien. Asentía ante sus palabras, incapaz de articular una respuesta coherente. Mi mente era un torbellino de emociones, un vendaval de preguntas sin respuestas.

La puerta se abrió, y ambos nos volvimos para ver a Matt, quien nos observaba en silencio. Sus ojos reflejaban una mezcla de alivio y melancolía, como si intuyera la complejidad de las emociones que inundaban la habitación. Griffin le pidió que nos dejara solos, y aunque una parte de mí quería que se quedara, sabía que este era un momento para mi hermano y para mí.

Griffin y yo quedamos solos en la habitación. Me aferré a la realidad de tener a mi hermano de nuevo, pero también me enfrenté al desconcierto de las preguntas sin respuestas. No sabía que él estaba con vida, y el proceso de asimilar esa verdad se convertía en un laberinto emocional.

Mis ojos buscaron los suyos, y en su mirada, encontré un atisbo de dolor y remordimiento.La habitación estaba cargada de un silencio incómodo, como si nuestras almas estuvieran sopesando las verdades no dichas que flotaban en el aire.

Las preguntas comenzaron a brotar de mí como un torrente que no podía contener. ¿Por qué había hecho esto durante tanto tiempo? ¿Cómo podía haber desaparecido de nuestras vidas de esa manera? Griffin, con ojos bajos, comenzó a explicar, desenredando los hilos de una verdad que se había mantenido oculta durante años.

Hailee, lo hice para protegerte a ti y a la familia - murmuró, sus palabras resonando en la habitación - Había peligros que no podía evitar, personas que nos buscaban y que ya nos habían hecho daño. Quería mantenerlos a salvo, y la única manera de hacerlo era manteniéndome en las sombras

Fruncí el ceño, incapaz de comprender completamente lo que mi hermano estaba diciendo. ¿Protegernos de quién? ¿De qué peligros hablaba? Hasta que mencionó a la familia de Matt y a otros intrusos. El impacto de sus palabras se posó en mi pecho como una losa.

Estábamos siendo amenazados por la familia de Matt y otros que buscaban venganza - explicó Griffin, su voz cargada de una gravedad que no podía ignorar- Hice lo que creí necesario para mantenerlos a todos a salvo, incluso si eso significaba desaparecer de sus vidas-

Le hablé a Griffin de los acontecimientos recientes, de mi intento de desentrañar los secretos que Matt guardaba. Pero, en lugar de encontrar respuestas, me vi envuelta en un torbellino de eventos que culminaron con mi presencia en el hospital. Griffin insistía en que intentó protegerme, y aunque sus palabras resonaban en mi mente, la sensación de vulnerabilidad persistía.

Griffin, no entiendo. ¿Cómo podías protegernos si no sabíamos de qué estábamos siendo protegidos? - pregunté con frustración, buscando respuestas que aún parecían evadirme -

Eras muy pequeña para entenderlo y tampoco teníamos el dinero suficiente para resolverlo - fueron las palabras que resonaron en la habitación mientras Griffin explicaba sus decisiones.

Peligro En Mi CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora