Capítulo LXI - El fin de todo (1/5)

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Mientras recogía la ropa que había quedado esparcida por el suelo. Me dirigí al baño, sintiendo la necesidad de aclarar las cosas y entender la razón detrás de la reacción de Matt. Al salir de la ducha, envuelta en una toalla, encontré la habitación en penumbras. La puerta del baño se abrió lentamente, y Matt, ahora más serio, se acercó a mí.

¿Qué pasa, Matt? ¿Por qué te fuiste así? - pregunté, buscando respuestas en su mirada.

Simplemente no era el momento - dijo, su voz aún resonando con un tono de molestia 

¿No era el momento para qué? - insistí, sintiendo la frustración crecer dentro de mí. Matt señaló hacia el preservativo.

No era el momento para concebir algo así - Mis ojos se abrieron con sorpresa

¿Concebir? Matt, solo estábamos...

Lo sé - interrumpió - pero no puedo evitar pensar en las implicaciones. Hay demasiadas incógnitas en nuestra situación y traer un hijo al mundo en estas circunstancias sería irresponsable. La seriedad en su expresión me hizo comprender la magnitud de sus preocupaciones. Sin embargo, la manera en que lo manejó, apartándome de esa manera, me hirió más de lo que esperaba.

Matt, entiendo tus inquietudes, pero la forma en que te fuiste... ¿no podríamos haberlo hablado de manera más calmada? - expresé, buscando una conexión emocional en medio de la confusión.Él suspiró, visiblemente afectado por la situación. 

Lo siento, Hailee. Tal vez no manejé eso de la mejor manera - La tensión en la habitación comenzó a disiparse, y una sensación de comprensión mutua llenó el espacio entre nosotros. Aunque los desafíos persistían, al menos habíamos logrado abrir un canal de comunicación sobre un tema tan delicado como el futuro de nuestra familia -

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Matt salió temprano en la mañana, aún se notaba algo molesto conmigo pero bueno, supongo que se le pasará con el tiempo. La habitación del hotel parecía más pequeña de lo normal mientras esperaba a Ella. La ansiedad por la respuesta del anónimo se apoderaba de mí, pero sabía que necesitábamos obtener respuestas antes de enfrentarnos al enigma de la carrera.

Cuando Ella finalmente llegó, le expliqué la situación: el mensaje anónimo, los boletos de entrada y la extraña propuesta de querer sorprendernos en la carrera. Ella, sin dudarlo, respondió al mensaje diciendo que queríamos respuestas.

Mientras aguardábamos la respuesta, aproveché para contarle a Ella sobre la situación incómoda con Matt, especialmente la repentina preocupación de él por concebir un hijo. La expresión en el rostro de Ella reflejaba sorpresa y comprensión.

Hailee, estas situaciones complicadas requieren tiempo y comunicación. Tal vez Matt solo estaba expresando sus propias inquietudes de manera torpe - sugirió Ella. Asentí, agradecida por su perspectiva objetiva.

Tienes razón. Supongo que la forma en que manejamos estas situaciones determina el curso de nuestra relación - Justo en ese momento, el teléfono vibró, indicando una nueva respuesta del anónimo - 

"¿No quieren llevarse la sorpresa en la carrera?" - decía el mensaje. Ella y yo nos miramos con determinación, y Ella respondió

"No, quiero respuestas"  - El mensaje desapareció, pero el silencio que siguió fue más prolongado de lo esperado. Ambas esperábamos ansiosas alguna señal que nos indicara que estábamos avanzando en la resolución de este misterio.

Finalmente, el teléfono volvió a vibrar, indicando una nueva respuesta. 

"Muy bien, prepárense para respuestas y sorpresas" - Aunque la respuesta no proporcionaba detalles, al menos confirmaba que estábamos en camino de desentrañar la verdad detrás de estos eventos enigmáticos - "Nos vemos en el estacionamiento Q-Park Lane a las 6 de la tarde, estaré esperando en un coche gris... no se preocupen, yo sé cómo identificarlas. Y cuidado con traer más invitados, ya Hailee añadió una a la colección, no quiero más intrusos" - El tono amenazador de las palabras resonó en el aire, creando una atmósfera cargada de tensión. Ella y yo intercambiamos miradas inquietas, conscientes de que estábamos entrando en una fase crítica de esta intriga desconcertante.

¿Quién podría ser esta persona? - murmuré, más para mí misma que para Ella. Ella apretó los labios, también reflexiva.

No lo sabemos, pero parece que está siguiendo cada uno de nuestros movimientos - Las horas que siguieron fueron una mezcla de nerviosismo y preparativos. A las 6 de la tarde, nos dirigimos al estacionamiento Q-Park Lane. El frío de la noche se filtraba a través de mi piel mientras esperábamos en el estacionamiento Q-Park Lane, rodeadas de coches grises y la incertidumbre palpable en el aire. Mis ojos buscaban entre las sombras, tratando de identificar a la persona misteriosa que se suponía nos daría respuestas.

Ella y yo compartimos una mirada que expresaba la creciente inquietud en nuestros corazones. ¿Habíamos subestimado la peligrosidad de este juego? Mientras los minutos pasaban, la tensión se acumulaba y el silencio del lugar resonaba en mis oídos.

De repente, sentí la vibración de mi teléfono. Era Ella llamándome. Contesté con prisa, pero solo obtuve el tono de llamada en respuesta. Una sensación de inquietud se apoderó de mí, y mi mente empezó a imaginar escenarios oscuros.

¿Ella? - llamé nuevamente, pero la ausencia de respuesta me dejó con un nudo en el estómago. Miré a mi alrededor, sintiendo que las sombras del estacionamiento se cerraban sobre mí.

En ese momento, una presión en la cabeza indicó que algo me cubría. Intenté resistir, pero mis fuerzas se desvanecían rápidamente. Mis pensamientos se volvían borrosos, y la última imagen que recuerdo es la oscuridad envolviéndome por completo.

Peligro En Mi CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora