Capitulo XXXIX - Hablar

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La vida y su bendita manera de sorprenderme - comento tratando de sonar lo más tranquila posible, buscando minimizar la mirada acusadora que recibo a cambio de la complicidad de Marie, quien asiente con sabiduría.

Así es, señorita, a veces es necesario que las cosas salgan de nuestro control - agrega Marie mientras recogemos la mesa. Mi mente da vueltas, preguntándome qué estará pensando ella sobre todo esto. Es aquí cuando la pregunta que estaba buscando surge en mi mente y decido compartila.

¿Crees que Matt y yo deberíamos tener una charla responsable respecto a todo esto? - Marie detiene su tarea por un instante, y percibo una sombra de molestia en su expresión.

Toda relación tiene secretos y tiempos. Hablar o no hablar de ciertas cosas depende de ustedes dos - responde con firmeza mientras continuamos organizando la cocina. Sus palabras resuenan en mi cabeza, y sé que la claridad es esencial, incluso si Matt parece restarle importancia a la situación.

Sinceramente siento que deberíamos abordar este tema, Marie - confieso mientras terminamos de recoger - No puedo evitar preguntarme qué piensa él, y tampoco puedo ignorar lo que tú piensas - Marie deja la bandeja en el fregadero y se gira hacia mí con una mirada que parece escanear mi sinceridad-.

A veces, las palabras no son necesarias. Lo que importa es cómo se enfrentan a las cosas juntos. Si hay amor y comprensión, superarán cualquier obstáculo - Afirma -.

Supongo que tienes razón - Marie me sonríe y toca suavemente mi brazo, transmitiendo una calidez reconfortante -

El amor es una fuerza poderosa, señorita. Y créame, después de tantos años de ver crecer a Matt, puedo decir que ustedes dos tienen algo especial - agrega con una sonrisa cómplice. Mis pensamientos vuelan a momentos compartidos con Matt, como cuando cocinó para mí por primera vez.

Gracias, Marie - le digo con sinceridad. Terminamos de organizar la cocina en un cómodo silencio, y mientras nos dirigimos hacia la sala de estar, sus palabras finales resuenan en mi cabeza.

Recuerde, señorita, las relaciones son como un jardín. Necesitan cuidado, paciencia y comprensión. Y a veces, un pequeño recordatorio de por qué comenzaron en primer lugar - Sus consejos resuenan en mi mente mientras observo la ciudad a través del ventanal. La verdad, es que nuestra relación ha sido extrañada desde el inicio, parece que fuera escrita por un maldito escritor que no tiene nada bueno que hacer por su vida, solo inventar la de los demás sin salir afectado.

Señorita -  De repente, la voz del hermano de Matt me saca de mis pensamientos. Me giro hacia él, sonriendo, pero su mirada parece contener algo más - mi hermano me pidió que la llevara a comprar algo de ropa.

¿Perdón? - Mi sorpresa se refleja en mi rostro.

Sí, eso dijo. La espero aquí mientras se organiza - comenta de manera despectiva. Parece que mi presencia no le agrada mucho, pero acepto, sintiendo que no tengo otra opción -.

Está bien, en quince minutos regreso - le respondo mientras me encamino hacia la habitación principal. En pocos minutos estoy lista, optando por un atuendo simple y cómodo. Marco está parado, discutiendo acaloradamente por teléfono. Aunque no escucho las palabras, sus expresiones indican que la conversación no es placentera.

¿Nos vamos? - interrumpo, y él corta la llamada de inmediato.

Perfecto - En el camino hacia la salida, me despido de Marie, quien me dedica una leve sonrisa. Al subir a la camioneta, Marco me indica que me siente en el asiento trasero. Parece que no vamos solos, aunque no me da más explicaciones. Supongo que la comodidad es su prioridad.

Durante el trayecto, la atmósfera se vuelve incómoda, y puedo sentir la tensión en el aire. Parece que la situación no es cómoda para Marco, y su silencio habla más que sus palabras. La ciudad pasa velozmente por la ventana, pero la incomodidad en la camioneta es palpable.

Peligro En Mi CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora