VII

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Había sido un día pesado, exhausto y agobiante. Primero Iruka con sus regaños por haber llevado la tarea inconclusa y mal. Luego la eterna jornada laboral donde aquellos molestos tipos habían hecho de las suyas por toda la tienda. Tirando la mercancía por los pasillos, ensuciando a proposito diferentes secciones y después mofandose de él en la caja registradora mientras la fila de clientes se incrementaba.

Naruto había pasado la mitad del tiempo limpiando y la otra mitad atendiendo. Lo peor había sido cuando esos idiotas llevaban un par de artículos, pagaban, se iban y regresaban al cabo de unos minutos como si hubiesen olvidado algo para seguir fastidiandolo y burlandose de él.

Y vaya que Naruto había estado a nada de quitarse el delantal y renunciar en medio del caotico jaleo con el tipo religioso y el lúnatico de Deidara, pero sabía que eso era lo que los malditos querían. Asi que hizo lo de siempre, se lo aguantó todo. Guardó su enojo bajo llave y terminó su turno con cero ganas de hacer nada más.

Sin embargo, tenía una cita. Iba a salir con Sasori. Ya habían acordado. En más de una ocasión Naruto pensó en no presentarse y llegar directo a casa a dormir, pero ¿Por qué no iba a salir a disfrutar un poco?

Se lo merecía. Todo el tiempo estaba en casa, en la escuela, o trabajando. Merecía una salida con ese joven apuesto.

Además, se lo debía.

-Prometo que no tardaré, Kurama- palmeó la sedosa cabeza bermellón de su mascota y fue a la cocina para verter comida húmeda de la lata al cuenco.

Todavía le dio tiempo a tomar un baño rápido antes de acudir al lugar del encuentro. El cine del centro comercial.

Cuando Naruto dejó las escaleras electricas, vio entre el gentío al apuesto y galante joven de pie en segundo lugar de la fila, cerca de los exhibidores de dulces.

Sus latidos se dispararon alocados tan pronto sus miradas se encontraron y parecieron conectar de inmediato, como una flecha al clavarse en la diana.

-Por aquí- le apremió Sasori, sacudiendo los boletos en lo alto para que Naruto los viera.

Este sonrió entusiasmado, corrió hasta el inicio de la fila y ya iba a hacer una reverencia cuando Sasori adivinó sus intenciones y lo detuvo del brazo para ponerle el pote de palomitas de mantequilla en las manos.

-Nada de disculpas. Mejor entremos que ya casi empieza la película.

-Ah, si...- asintió nervioso al ser guiado del brazo. Su piel cosquilleaba ante el menor roce del tacto de Sasori. Su estomágo se sentía lleno de aleteos de mariposas.

Entraron los primeros a la sala y subieron a los asientos VIP. Naruto tembló y se dejó caer en su asiento mientras Sasori le hacía compañía a su lado.

-Los eternos anuncios- le oyó comentar tras llevarse un puñado de palomitas a la boca.

Cohibido, Naruto se rehusó a voltearse a su costado. Mantuvo la vista fija en la pantalla y solo asentía o negaba a los comentarios ocasionales del pelirrojo. Aparte de estar nervioso, se sentía cansado a muerte.

Agradeció inmensamente cuando la cinta fue proyectada en la pantalla.

Despacio y sin quitar los ojos del frente, acercó su mano al bote de palomitas. Un chispazo brotó en medio del roce de su mano con la del pelirrojo. Se habían electrificado con aquel inesperado contacto.

Asustado y avergonzado, Naruto se volvió a ver a Sasori, el cual se sostenía divertido la mano.

-¿Acostumbras electrocutar a las personas en tu primera cita?

-Lo sie...- empezó a decir Naruto, pero fue interrumpido por la mano de Sasori que se posó delicadamente sobre su mejilla.

¿Iba a pasar, realmente, ahí, ahora?

Naruto creyó que el corazón se le saldría del pecho al ver el rostro de Sasori aproximandose despacio al suyo. Sasori tenía los ojos cerrados y se acercaba muy lento. Estaba a escasos cinco centímetros de su objetivo cuando Naruto se levantó de un salto, tirando las palomitas con el codo.

-Eh, debo...tengo que ir al baño- se excusó, retrocediendo con torpeza hasta la alfombrilla.

"Estúpido. Estúpido. Estúpido"

No dejó de insultarse hasta llegar al servicio, donde fue a enjuagarse la cara con agua fría. Acababa de quedar en rídiculo y todo por su inexperiencia en citas.

No sabía nada de nada.

"Mejor debería volver a casa. Fue mala idea venir aqui en primer lugar"

Contra todo pronostico, Sasori lo esperaba afuera, apoyado de espaldas a la puerta. Su semblante lucía neutro pero había preocupación en su mirada.

-¿Estas bien?- quiso saber. Naruto asintió ruborizado-. No pretendía asustarte. Lamento haber sido impulsivo. Es solo que...- le tomó la mano y le acarició los nudillos-. Me gustas mucho. No debí ir tan deprisa ni tratar de sacar provecho de la...

Toda parafrásis quedó reducida a la nada en cuanto Naruto se acercó a él, se puso de puntillas y se abrazó a su cuello para besarlo.

Se quedaron asi, largo rato, moviendo apenas los labios y perdidos en las emociones que cada uno despertaba en el otro.

Aprender a pelear. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora