La fila junto a la caja registradora se estaba haciendo cada vez más larga a medida que Naruto trataba de pasar el código de barras de los productos en el lector. La noche anterior se había quedado estudiando hasta tarde para presentar el examen y apenas si pudo dormir pensando en cómo le habría ido.
Había dejado el cuaderno de apuntes en el pupitre de Shikamaru junto a una nota de disculpas, pero no sabía cómo lo tomaría por la tardanza de entregarselo.
Por si fuera poco Sasori no le había llamado hasta entonces, y Kiba había pedido que lo cambiaran a una de las primeras cajas para estar lejos de él.
La situación empeoró cuando el par de idiotas que lo molestaban llegaron para abuchearlo.
-Lento, lento, como una tortuga- rió Deidara, abriendose paso entre el gentío para depositar sus cosas en la banda transportadora.
Naruto sentía el sudor resbalarle bajo la gorra. Estaba agotado y lo último que necesitaba era lidiar con esos bravucones ahora.
-Primera vez que no lo veo sonreír- dijo Hidan a modo de burla-. Sé más amable con el prójimo o Hashin sama te castigara.
Las sienes le punzaban a Naruto cuando comenzó a marcar los artículos de Deidara, haciendo caso omiso de las burlas.
-Ese cuaderno que encontré el otro día era tan aburrido, Hidan- siguió Deidara, acomodandose el flequillo tras de su oído, atento a las reacciones del rubio-. Asi que usé las hojas para encender el fuego de mi chimenea.
Naruto deslizó a prisa los artículos de arte. Desde acuarelas hasta un caballete. Cada vez que tomaba un producto sentía que las manos le temblaban de puro disgusto.
-El que lo perdió debe ser un grandisimo idiota- apoyó Hidan los comentarios con una enorme sonrisa ufana.
-Son setenta y siete dolares- interrumpió Naruto la perorata, girando un poco el monitor para que Deidara viera la cantidad.
-Ja, te lo dije- la sonrisa de Deidara hizo sentir confuso a Naruto, quien solo atinó a acomodar deprisa los artículos dentro de las bolsas de abarrotes mientras esperaba el pago.
-No hay ticket, es gratis- farfulló Hidan, señalando el letrero sobre la caja registradora. Naruto abrió mucho los ojos al recordarlo, pero ya era tarde. Lo habían engañado, distraído a proposito para lograr ese fin. No pagar.
-Por favor- pidió con los ojos fuertemente cerrados para no dejar salir ninguna lágrima. Después apretó los puños.
Setenta y siete dolares era demasiado. Su sueldo de la semana.
-Protocolos son protocolos, uhm...¿O acaso debo presentarle una queja a tu superior?
-No- replicó Naruto en tono áspero. Intentó contener las lágrimas que estaban por brotar de sus ojos-. Fue error mío- añadió automata, entregando la mercancía en contra de su voluntad.
-Ya lo suponía- sonrió Deidara, haciendose con las bolsas-. Para la otra te sugiero poner más atención.
Hidan prorrumpió en sonoras carcajadas mientras salían por las puertas corredizas de cristal. Naruto sintió la barbilla temblarle.
En automatico, se ajustó la gorra. Un camino del líquido salino escurrió por su mentón, humedeciendo su gafete.
Acabado su turno, presentó su renuncia.
**Había sido un día terrible, asi que, nada más llegar a su casa, Naruto se dejó caer en el sofá para descansar un poco. Ni siquiera se había quitado el uniforme del trabajo. Kakashi le había pedido que lo pensara bien y hablarían de ello mañana, ademas de mostrarse dispuesto a apoyar con una parte del efectivo perdido.
Daba igual porque Naruto no pensaba regresar a ese lugar. Estaba harto de las burlas y humillaciones.
Encontraría otro trabajo de medio tiempo, solo tenía que presentarse en otras tiendas de abarrotes cercanas.
-Kurama- sonrió al sentir el peso de su peluda mascota sobre su regazo.
Lo abrazó contra su pecho un buen rato hasta que, de pronto, llamaron a la puerta.
-No recuerdo haber pedido nada- se rascó la nuca confuso al abrir.
-¿Se puede?
Naruto miró boquiabierto al joven pelirrojo que yacía apoyado en el quicio de la puerta, sosteniendo dos bolsas con comida china.
-Adelante- su corazón se aceleró ante la sola visión de Sasori.
-¿Llego en mal momento?, espero no interrumpir nada. Veo que récien llegas de tu trabajo.
Naruto se maldijo mentalmente al verse el uniforme puesto.
-En realidad hace tiempo que salí, solo que estaba cansado- reconoció a medias, sin querer dar mayores explicaciones. Afortunadamente Sasori no indagó al respecto. Fue directo a la alacena por los cubiertos y después fue a sentarse en la mesita de la sala.
-Quería llamarte antes- dijo en tono reflexivo-. Pero no sabía cómo romper el hielo y bueno, la última vez...
-Estuvo terrible- admitió Naruto sintiendose sonrojar.
-No diría terrible- acotó Sasori, sirviendo las dos porciones-. Fue único. Llevamos dos citas, tres con esta, y cada una es diferente. Por cierto, lamento no haberte avisado que vendría. No me animaba a llegar.
-Eres bienvenido cuando quieras.
Sasori parpadeó ante el sutil gruñido a su costado, donde el pequeño zorro lo escudriñaba en pose defensiva.
-Es Kurama- dijo Naruto, tomandolo en brazos-. No esta acostumbrado a las visitas.
-Es...lindo- Sasori esbozó media sonrisa y puso un poco de fideos sobre una de las tapas de comida. Luego lo colocó despacio en el suelo.
Naruto dio un respingo de sorpresa tan pronto Kurama se desprendió de sus brazos de un salto para ir por la comida.
Pero quedó aun mas átonito al ver que Kurama se dejaba acariciar la cabeza por Sasori.
-¿Tienes mascotas?- preguntó curioso.
-No realmente- Sasori se alzó de hombros y se levantó para lavarse las manos-. Pero si tuviera, me gustaría que fuera como este chico.
-Parece que ya le agradas- sonrió Naruto complacido al ver a Kurama restregarse en las piernas del pelirrojo.
-Menos mal. Creí que no saldría con vida de aquí por como me miraba.
De forma espontanea, Naruto rompió a reír. Tal vez fueran los nervios o la saturación de emociones en el día, pero una vez que empezó le fue difícil detenerse.
-Perdona- se disculpó limpiandose una lagrimilla. Para entonces Sasori ya había dejado la comida para acercarse a él.
-Me gusta tu risa- confesó Sasori con los labios pegados a su oreja.
Naruto se sintió estremecer por el contacto. Ni bien alzó el rostro, Sasori se prendó de sus labios.

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Aprender a pelear.
FanfictionCuando cruzaron el límite, Naruto supo que tenía que hacer algo, y pronto. [SasorixNaruto]