XVII

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Sasori no entendía qué estaba pasando. Suspirando, cortó la llamada sin enlazar y decidió ir directamente a buscar a Naruto. Era extraño que no le tomara las llamadas esos días, pero quería pensar que estaba ocupado con asuntos de la escuela. Él comprendería si era el caso, pero ¿Por qué no solo se lo decía?

Era inusual.

Media hora más tarde ya estaba camino al departamento del rubio. Subió a la carrera y aporreó la puerta con impaciencia.

Una y otra vez.

Pero el silencio lo recibió en cada ocasión. Entonces volvió a probar con las llamadas.

Nada. Sus llamadas ni siquiera entraban. La línea estaba muerta.

Tras casi dos horas de espera, Sasori distinguió la silueta de un hombre mayor caminando por el pasillo. Se trataba del casero de los departamentos, y le traía malas noticias.

Al parecer Naruto se había mudado hace unos días.

Sasori permaneció estático todavía mucho después de que el hombre siguiera su camino.

Seguía sin entender nada.

¿Qué estaba pasando?

¿Qué había pasado para que Naruto decidiera irse sin avisarle?

Tal vez lo haría. Quizá había surgido algún imprevisto.

Sasori quería pensar que eso era. Naruto se comunicaría con él tan pronto pudiera y le daría una buena explicación para sus acciones.

Si.

Así tenía que ser.

**

Tres semanas después Sasori seguía esperando su llamada, con menor esperanza cada día.

No era estúpido. Sabía cómo debía interpretar aquello. Que Naruto no quería tener nada que ver con él. La pregunta era ¿Por qué?

Todo había ido muy bien entre ellos. Incluso la cita desastrosa en el restaurante y el desliz que tuvo cuando lo invitó a su casa.

Sin poder ocultar su decaimiento, Sasori colocó sus cartas sobre la mesa, dejando al descubierto su mazo.

-Me rindo- anunció, recorriendo la silla hacia atrás. Listo para retirarse del juego que sus camaradas de la organización llevaban horas jugando. Ni siquiera había puesto atención. Sólo se había unido a ello para no pensar tanto en temas sin solución.

De cualquier manera, no le había resultado.

-Te acompaño- secundó Deidara rápidamente, desentendiendose también del juego.

Sasori se alzó de hombros mientras salía.

-Como quieras- ya estaba harto y cansado de repeler a Deidara. No importaba cuanto le dijera que no quería tener nada con él fuera del ámbito laboral. Además, Naruto ya no estaba y ya no iba a estar para él.

Decían que un clavo sacaba otro clavo. Sasori se preguntó, en tanto salía, qué tan de cierto era eso.

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