Una vez más, Sasori se había rezagado de la organización. Dos días sin verlo y Deidara ya lo extrañaba.
De valorarse menos, habría ido corriendo a casa del marionetista o le habría llamado para ver qué le pasaba, pero no quería parecer desesperado. Además, había estado ocupado con el encargo de los fuegos artificiales.
La noticia del arresto de Hidan tenía a todo Akatsuki en alerta. Lo que ocurría había dejado de ser simple casualidad. Primero el incendio en su departamento, después una denuncia anonima.
Ni siquiera los multiples contactos de Pain dentro de la policía podían detener el desastre. Si hacían caso omiso a lo que pasaba, la comunidad entera los tendría en la mira. Asi pues, Hidan pasaría algun tiempo tras las rejas antes de que pudiera volver a verter sangre.
Y no que a Deidara le importara del todo despedirse de un asesino sádico de tan baja categoría, pero si le preocupaba saber quien estaba detrás del estropicio. Más que nunca, como organización, debían mantenerse unidos. Tenía que hacerselo saber al idiota de Sasori.
En cuanto lo viera otra vez...
Deidara dejó de apretar los puños al reconocer a otro de sus compañeros al fondo de la bodega.
-¿Tobi?- se acercó a él y tiró de su gabardina para voltearlo-. Grandisimo idiota, ¿En donde te habías metido?- se lo pensó mejor y trató de leer en el unico ojo visible a traves de la mascara naranja-. ¿Y?, ¿Hiciste lo que te pedí?
-Tobi fue un buen chico- asintió al ver a Deidara rebuscar dentro de su cartera-. Tobi no miente. No pude hacerlo llorar.
-¿Qué?- inmediatamente, Deidara cejó con la busqueda del efectivo y lo miró perplejo-. Pero si era muy fácil- se empecinó-. ¿Qué diablos te detuvo?
Tobi se agachó despacio para levantarse el bordillo de la capa junto a la pernera del pantalon, dejando al descubierto una venda.
-El chico le hizo daño a Tobi.
Deidara trató de contener un tic junto a la retahíla de groserías que pugnaban por salir a gritos de su boca. Vamos, que ya sabía que Tobi era un imbecil, pero ¿Dejarse humillar de ese modo?
-Debiste equivocarte- guardó los billetes en su cartera-. No hay modo de que el rubio idiota hiciera algo asi. La última vez que Hidan y yo lo molestamos, casi moja los pantalones.
-¡Tobi no miente!- exclamó haciendo exagerados aspavientos con las manos.
Deidara entrecerró los ojos.
-Eso esta por verse.
**Naruto se quedó mirando el televisor hasta que las noticias cambiaron. Estaba atónito con lo anunciado por el reportero.
No podía creer que fuera a Hidan a quien habían detenido. Le costaba asimilarlo, aun después de lo ocurrido en el supermercado.
Una parte de él se alegraba inmensamente, pero la otra estaba aun molesto.
Con el idiota que lo había golpeado.
Con Sasori por haberle mentido.
Con los policias por no haber detenido tambien a Deidara.
Y consigo mismo por no poder odiar con más fuerza para vengarse de todos ellos.
Quizá era mejor asi.
Si Sasori estaba con ellos, habría tenido que acusarlo tambien, y Sasori terminaría en prisión.
Fuera o no culpable, Naruto no se sentía lo suficientemente fuerte para enfrentar el hecho de tener que verlo a los ojos si ratificaba la denuncia contra su atacante y este delataba tambien a Sasori en el proceso.
Pero ¿Y su entrenamiento?
¿Y lo que le faltaba aprender?
No podía pedirselo a Chiyo. Tendría que buscar otro lugar para continuar su enseñanza.
Decaído, apagó el televisor.
Pasara lo que pasara, tenía que asegurarse de que Deidara obtuviera su merecido.
Tras de sus retinas, Naruto aún seguía contemplando la mochila en llamas. Y ahora esas mismas llamas estaban creciendo dentro de él y amenazaban con consumirlo.
**Hidan torció el gesto cuando llegó a la ventanilla y vio a su compañero del otro lado del vitral.
Los guardias lo habían conducido a la sala de visitas porque un "conocido" quería verle.
Desganado, se hizo sonar las articulaciones del cuello y tomó asiento delante de la ventanilla. Entonces sujetó el telefono y se llevó la bocina al oído.
-Pain tardó mucho esta vez- habló fastidiado.
-No me envió, Pain- negó Sasori, taciturno-. Vine a decirte que sé quien hizo la llamada.
Aquello despertó por completo el interes de Hidan, quien aferró con mayor fuerza el telefono.
-¿Quién?
-Fue...- Sasori bajó la voz, su mirada seguía fija en la expresión perpleja del fanatico religioso a medida que se inclinaba sobre la ventanilla y se acercaba más la bocina a los labios-. Deidara.

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Aprender a pelear.
FanfictionCuando cruzaron el límite, Naruto supo que tenía que hacer algo, y pronto. [SasorixNaruto]