32. La batalla de Ladera.

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Los hombres pueden tramar, planear y conspirar, pero más les valdría orar también, ya que ningún plan trazado por el hombre ha resistido jamás los caprichos de los dioses del cielo. Una noche en la Ladera mientras los verdes habían terminado de tramar su ataque y habían ido todos a dormir, fueron interrumpidos, despertando en la negrura de la noche con gritos y alaridos. Extramuros, los campamentos ardían.

Ríos de caballeros acorazados fluían desde el norte y el oeste provocando una masacre; de las nubes llovían flechas, y un fiero y terrible dragón se cernía sobre ellos. Así comenzó la segunda batalla de Ladera. El dragón era Balerion; su jinete, la princesa Visenya Targaryen.

Cuando Visenya estuvo listo para descender sobre la ciudad, ya lo seguían cerca de cuatro mil hombres. Benjicot Blackwood, el señor de doce años del Árbol de los Cuervos, había colaborado, así como la viuda Sabitha Frey, señora de Los Gemelos, con su padre y sus hermanos de la casa Vypren. Los señores Stanton Piper, Joseth Smallwood, Derrick Darry y Lyonel Deddings habían reclutado a hombres de barba cana y jóvenes muy verdes, si bien todos habían sufrido gravosas pérdidas en las batallas otoñales. Hugo Vance, el joven señor de Descanso del Caminante, había acudido con trescientos de sus hombres, más los mercenarios myrienses de Trombo el Negro.

La gran hueste que acampaba junto a la muralla de Ladera superaba en número a la de los atacantes, pero llevaba demasiado tiempo detenida. Su disciplina se había vuelto laxa (la ebriedad era endémica en el campamento y la enfermedad había arraigado asimismo); la muerte de lord Ormund Hightower los había dejado sin comandante, y los señores que deseaban asumir el mando en su lugar se encontraban enfrentados entre sí. Tan inmersos estaban en sus rencillas y rivalidades que se habían olvidado de sus auténticos adversarios.

El ataque nocturno de Visenya les llegó por sorpresa. Antes de que los hombres del príncipe Daeron se enterasen siquiera de que habían entrado en liza, el enemigo ya estaba entre ellos y los masacraba mientras salían de las tiendas, mientras ensillaban los caballos, mientras bregaban por ponerse la armadura y ceñirse el cinto de la espada.

Los mayores estragos los provocó el dragón. Balerion descendió una, otra y otra vez escupiendo fuego; pronto ardía un centenar de tiendas, incluso los espléndidos pabellones de seda de ser Hobart Hightower, lord Unwin Peake y el mismísimo príncipe Daeron. Tampoco salió bien parada la ciudad de Ladera: las tiendas, viviendas y septos que se habían salvado la primera vez quedaron engullidos por el fuegodragón.

Daeron Targaryen estaba durmiendo en su tienda cuando empezó el ataque. Hugh Martillo estaba intramuros también, encamado con la viuda de un caballero muerto durante la primera batalla. Los dos dragones estaban fuera de la ciudad, en los prados de más allá del campamento.

Hugh Martillo fue el mas rápido de reaccionar. A medio vestir, corrió escaleras abajo hacia el patio pidiendo a gritos su martillo, su armadura y un caballo para ir a montar sobre Vermithor. Sus hombres se apresuraron y obedecieron. No pasaron muchos minutos hasta que Hugh se elevaba en el cielo a lomos de Vermithor, el segundo dragón mas grande, después de Balerion ya que Vhagar ya había muerto.

Mientras, la tienda del príncipe Daeron ardía en llamas y él luchaba por intentar salir de ahí, pero fuera de las tiendas solo encontraría mas fuego y destrucción. El joven príncipe Daeron salió dando tumbos con su camisón en llamas, pero fue un soldado dorniense quien acabó con su vida de un espadazo, sin haberse dado cuenta de a quien mató.

La gran furia de bronce, a pesar de su gran tamaño no se comparaba con el del terror negro. Vermithor estaba furioso por haber sido lastimado y despojado de su cola en el último ataque y Balerion, un veterano de guerra luchaba por asesinar al dragón. A pesar de la muerte del príncipe Daeron, los dragones son criaturas de fuego y sangre y Tessarion se alzó a rugir por la batalla de a su alrededor, se elevó por los aires emitiendo gritos y escupiendo fuego. Balerion voló mas alto, para tener ventaja sobre ambos dragones.

La Reina Dragón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora