Después de la batalla de Ladera, la noticia de la supuesta muerte de Visenya Targaryen se extendió rápidamente, sumiendo a todos en un profundo pesar. Cregan Stark, esposo de Visenya, recibió la noticia con un dolor inmenso. Su corazón se llenó de tristeza y rabia al pensar que había perdido a su amada esposa.
Sin embargo, Cregan Stark también era un hombre de honor y resolución. Sabía que debía actuar con determinación para honrar la memoria de Visenya y proteger a su hijo Baelon, quien continuaba en Winterfell, el fruto del amor entre ambos. A pesar de la devastación que sentía, se armó de coraje y se preparó para enfrentar el futuro incierto que se avecinaba.
Como Señor de Winterfell y cabeza de la Casa Stark, Cregan asumió la responsabilidad de guiar a su ejercito y sus vasallos en el corto camino que quedaba a Desembarco del rey. A pesar de la pérdida de su esposa, se mantuvo firme en su compromiso de proteger el legado de Visenya y fortalecer la posición de su hijo y heredero, Baelon Targaryen, en el mundo turbulento que ahora se avecinaba.
Mientras en desembarco del rey, en el pueblo y los hombres del castillo se enteran de la muerte de Aegon, la ausencia de Visenya comienza a generar interrogantes y preocupación. La lealtad hacia ella y su linaje Targaryen empieza a resurgir entre aquellos que aún recuerdan su valentía y liderazgo.
Los rumores y las especulaciones sobre el paradero de Visenya se extendieron por todo el reino. Muchos se preguntaban si ella podría ser la verdadera heredera legítima y si está viva, anhelando que regrese y restaure el orden y la justicia en el trono.
En secreto, algunos hombres dentro del castillo, conscientes de la manipulación de Larys y de la fragilidad de Aegon III, comenzaron a cuestionar su legitimidad como rey. Algunos guardias y consejeros de confianza, leales a Visenya, se reunían en la clandestinidad para idear un plan y liberarla de su cautiverio.
Mientras tanto, Aegon III, quien se había visto envuelto en el engaño de Larys, empezó a experimentar dudas y cuestionamientos sobre las verdaderas intenciones de su mentor. La semilla de la desconfianza comenzó a germinar en su mente inocente, y sentía un profundo anhelo de encontrar a su hermana mayor y pedirle ayuda.
Mientras tanto, los leales a Visenya, siguiendo un plan cuidadosamente trazado, se preparaban para la liberación de su legítima reina. Los hombres del castillo, cansados de la manipulación de Larys y anhelando el regreso de la justicia, estaban dispuestos a arriesgarlo todo por el regreso de Visenya y su liderazgo.
La resistencia contra el falso reinado de Aegon III y Larys estaba en marcha, y aunque la situación era precaria, había una chispa de esperanza en el horizonte. Los destinos de Visenya y Aegon estaban entrelazados, y el futuro del reino pendía de un hilo mientras todos esperan el próximo movimiento en este juego de poder y lealtades.
El poderoso Cregan y su formidable ejército llegaron a Desembarco del Rey, imponiendo rápidamente su dominio sobre el pueblo y el castillo. Su reputación de hombre temible era evidente, y todos se sometieron a su autoridad. Sin embargo, Cregan no llegaba solo en busca de poder, sino en busca de justicia.
Con una determinación implacable, Cregan exigió cuentas por el paradero de su esposa y la muerte de la familia de Visenya. Su sentido de honor lo guiaba en busca de la verdad detrás del envenenamiento del rey Aegon II. Amenazando con castigar a los traidores, incluso con la decapitación, como acto de justicia.
— Llegas tarde, mi señor. — le dijo Larys Strong, quien llevaba el control de la fortaleza. — La guerra ha acabado y el rey está muerto.
— ¿Si? — miró al patizambo con ojos tan grises y fríos como una tormenta de invierno. — ¿A manos de quién y por orden de quién habrá sido? — Los salvajes habían acudido en busca de sangre y batalla. — Otros habían empezado esta guerra pero, tengo la intención de terminarla, de seguir hacia el sur y destruir todo cuanto quedase de los verdes que han colocado a Aegon II en el Trono de Hierro y han luchado por mantenerlo allí.
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La Reina Dragón.
FanfictionVisenya II Targaryen, la primogénita de Rhaenyra Targaryen y Laenor Velaryon, es la nieta del rey Viserys I Targaryen y del Lord de las Mareas, la Serpiente Marina, Corlys Velaryon. Era amada y consentida por todos aquellos que la conocían o simplem...