La Reina Dragón.

16. Cacería.

(Hoy actualizo mas tarde ya que tenía un problema, no me dejaba subir el capitulo por culpa de un gif que había añadido. También me di cuenta que había estado subiendo varios capítulos sin ninguna imagen al principio:(( pero ya lo he arreglado, por si gustan ver las imágenes de los capítulos anteriores ;) )
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El nuevo día despertó en la habitación, inundando el espacio con una luz suave y pertinaz que filtraba a través de las cortinas. Visenya, acurrucada bajo las cobijas, resistía cada intento de Danna por despertarla. El dolor punzante que se agolpaba en su cabeza parecía desbordar sus pensamientos, un eco desagradable de la intensa ingesta de alcohol del día anterior. Cada ruido, cada paso que Danna daba, resonaba como un estruendo molesto en sus oídos sensibles.

Incapaz de encontrar un alivio, se rindió, dejándose caer de nuevo en la cama. Observaba a Danna moverse frenéticamente, caminando de un lado a otro, y la irritación que recorría su cuerpo se fusionaba con la fatiga que la envolvía por la falta de un sueño reparador.

— Buenos días...

Visenya habló con voz apagada mientras sus manos buscaban cubrir sus ojos del rayo de luz que se colaba por las cortinas entreabiertas.

— Buenos días, princesa. — dijo Danna con un dejo de preocupación en su tono, observando a su amiga con los brazos cruzados. — ¿Puedes explicarme qué pasó anoche?

La princesa frunció el ceño, luchando con el resplandor de la luz que le martilleaba el cráneo.

— Tomé de más, lo lamento. — murmuró Visenya, su voz reflejando una mezcla de arrepentimiento y molestia consigo misma por haber caído en esa situación.

— No, no eso. — la apuntó con la mirada. Visenya estaba desnuda bajo las sabanas. — ayer te encontré así y lo único que pude hacer fue taparte con la cobija, pero no puedo dejar de pensar que ayer la última vez que fuiste vista, fue con lord Stark en el bosque de dioses.

— No fue nada. Ayer con Cregan no pasó nada. — bostezó mientras se incorporaba de la cama. — Solo hablamos y me trajo a la habitación, pero ni siquiera entró, y yo seguía vestida. Solo intentaba dormir más cómoda.

— Visenya, entiendo que son días complicados para ti, pero deberías controlarte, especialmente con algo que te haga perder los sentidos, como el vino. — Danna se acercó para ayudar a vestir a Visenya con la armadura que usaría.

— Estoy tratando de aprovechar este momento mientras aún puedo. Esta unión con Lord Stark tiene la intención de garantizar herederos para ambas casas y justificar razones para la guerra. No sería sorprendente si pronto se espera un heredero y, una vez embarazada, tendré que dejar de beber. — explicó a Danna con un suspiro mientras comenzaba a trenzar con destreza el largo cabello de Visenya.

— ¿Ya han acordado una fecha? — preguntó Danna, con un tono de curiosidad mientras ajustaba los pliegues de la armadura de Visenya.

— No que recuerde. Supongo que eso lo hablaremos hoy. — respondió Visenya, reflexionando sobre las posibles discusiones pendientes.

— Ten cuidado en la cacería. — agregó Danna, cambiando de tema, una vez finalizó con la tarea de vestir y peinar a Visenya. Sus palabras estaban llenas de preocupación y un tono de advertencia amigable.

Visenya se levantó y se contempló en el espejo, ajustando los mechones de cabello que caían sobre su frente y acomodando su armadura. Volvió la vista hacia Danna, buscando su aprobación, y recibió una sonrisa afirmativa acompañada de un gesto de asentimiento.

— Si me vieras así mientras mato un jabalí, ¿querrías casarte conmigo? — bromeó Visenya.

— Por supuesto. — respondió Danna con un tono lúdico. Se acercó a Visenya y la abrazó por la espalda. — Pero si es lo que quieres escuchar, estoy segura de que lord Stark también lo estaría. — agregó, dejando un beso en la mejilla de la princesa antes de separarse al entrar el príncipe Jacaerys a la habitación.