10. Advertencias cumplidas.

4.5K 329 13
                                    

El encuentro con los Velaryon llevó a Visenya a tomar una decisión instintiva: reunir a sus hermanos y retirarse al interior del castillo. Tomando a Luke del brazo y arrastrando a Jace tras ella, los tres se encaminaron hacia la seguridad de las estancias del castillo.

Mientras Jacaerys y Lucerys regresaron a su habitación, Visenya se dirigió a la estancia de su abuelo. Los guardias, reconocedores de la princesa, le dieron la bienvenida y abrieron las puertas para que pudiera entrar.

La habitación estaba envuelta en una neblina de humo con un aroma extraño. A pesar de ello, Visenya se acercó a Viserys, cuya apariencia era bastante deteriorada. Tomó su mano mientras las lágrimas comenzaban a emerger; se sentía mal al ver a su abuelo en ese estado y aún peor al recordar que no lo había visitado en tanto tiempo.

Iksan sīr vaoreznuni (lo lamento mucho). — Visenya besó la mano de su abuelo. — Shijetra nyke syt leaving. Yn nyke hope kostā shifang nyke se ñuha muña (perdóname por haberme ido, pero espero puedas entenderme a mí y a mi madre)

Ñuha jorrāelagon (mi amor). — el rey despertó y habló casi en un susurro. — Iksan sīr glad naejot ūndegon ao (me alegra tanto verte). — el rey tosió y Visenya lo ayudó a ponerse en una mejor posición. — mira nada mas, que grande y hermosa estás, mi maravilloso dragón. — Viserys puso la maso sobre la mejilla de Visenya. — no tengo nada que perdonarte, mientras hayas sido feliz, yo también lo soy.

Las palabras del rey trajeron consuelo a Visenya, quien sollozó un poco más al escucharlas. Viserys gentilmente limpió sus lágrimas, formando un momento de ternura y comprensión entre ambos.

ȳdra daor limagon ñuha zaldrīzes (no llores, mi dragón)

Ziry iksos issare sīr bōsa se eman sīr naenie ra naejot ivestragon ao (ha pasado tanto tiempo y tengo tantas cosas que contarte). — Visenya limpió sus lagrimas y le dio una pequeña sonrisa al rey.

Ao jurnegon hae iā gevie vīlībāzmio lēda bona grēze korziō (luces como toda una hermosa guerrera con esa armadura). — el rey sonrió con orgullo. — iksā hae gevie hae Rhaenys se dāritys se hae tough hae Visenya se dāritys (eres tan bella como Rhaenys la conquistadora y tan ruda como Visenya la conquistadora)

Visenya rió sutilmente y se abrazó a su abuelo con cuidado, asegurándose de no lastimarlo. La oscuridad comenzaba a caer y la hora de dormir se acercaba, lo que limitó el tiempo que Visenya pudo pasar con él.

Visenya salió de la habitación del rey y emprendió su camino hacia su propio aposento, situado en la otra torre opuesta. La distancia parecía considerable, y en silencio avanzó por los pasillos del imponente castillo. En su trayecto, se cruzó con guardias que le deseaban buenas noches y ofrecían escoltar a la princesa, aunque ella amablemente rechazaba tales ofrecimientos.

Al descender por las majestuosas escaleras de caracol, se vio sorprendentemente asida por la cintura y conducida hacia un oscuro pasillo. Inicialmente, trató de resistirse, pero desistió al percatarse de que el hombre que la llevaba tenía un parche que cubría uno de sus ojos.

Aemond mantuvo a Visenya presionada en un rincón del pasillo oscuro, apenas iluminado. La confusión se reflejaba en los ojos de Visenya, sin comprender las intenciones de Aemond, aunque una extraña sensación de adrenalina le producía una curiosa expectación ante los diversos posibles desenlaces de aquel momento.

— Aemond, seguramente sería más cómodo en alguna de nuestras habitaciones. — bromeó Visenya, mientras deslizaba una mano alrededor del cuello del príncipe.

Istā qrīdrughagon syt bȳre jēdri se sir ao māzigon arlī se dare naejot tymagon lēda nyke (te largaste por seis años y ahora regresas y te atreves a jugar conmigo). — Aemond le susurró al oído con cierta frustración.

La Reina Dragón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora